Germinar semillas de marihuana para cultivos hidropónicos y aeropónicos
Lista de contenidos
La germinación de semillas de marihuana para cultivo hidropónico y aeropónico tiene algunas particularidades que hay que tener en cuenta. Lo más importante será llevar a cabo la germinación en algun sustrato inerte, preferentemente en tacos de lana de roca o algún material similar que no pueda desprender residuos.
Hemos de tener en cuenta que cuando queremos realizar un cultivo en hidro/aero a partir de semillas es totalmente desaconsejable su germinación en tierra, jiffys, coco... ya que llenaremos de "suciedad" el sistema, debido a esto podremos obturar también goteros y seguramente aparecerán más problemas... por ello, lo más limpio y recomendable es germinar o trasplantar nuestras semillas o esquejes directamente a un sitema hidro o comenzar con ellas en lana de roca.
Nunca deben de germinarse en tierra, ya que la materia orgánica al estar en contacto directo y continuo con la humedad provocaria enfermedades de origen criptogámico como por ejemplo la botrytis, que es el pudrimiento de la raiz y de la base del tallo de las pequeñas plántulas de marihuana.
Proceso de germinación de la marihuana
Al contrario de la creencia popular, los sistemas hidropónicos no son para nada complicados de llevar a cabo, por lo que cualquier persona que quiera iniciarse no tendrá muchos más problemas que con el método "tradicional". Los sistemas hidropónicos como Wilma cuentan con bastantes ventajas como: mayor limpieza en el area del cultivo, no sufrir de lumbalgia porque se acabó el transportar sacos de sustrato y la rapidez de desarrollo de las plantas creciendo en menos tiempo y en ocasiones incluso finalizan su floración hasta 10 días antes.
Cuando nos disponemos a germinar semillas de marihuana para autoconsumo nuestra experiencia nos dice que la mejor manera de hacerlo es dentro de un plato o tupper entre servilletas de papel húmedas (nunca encharcadas) a una temperatura de 21 a 23º, de esta forma las semillas tienen sus parámetros para la germinación controlados (humedad adecuada y temperatura ideal). En aproximadamente 48 horas las semillas mostrarán su raíz, que una vez alcance de los 0,5-1 cm podremos pasar al siguiente paso: el trasplante.
Recordemos que plantas o esquejes con su fase inicial en un sistema hidro siempre las podremos trasplantar en tierra, pero nunca es recomendable hacerlo al revés, se desaconseja pasar de tierra a hidro por la gran cantidad de residuos que podrían obturar los goteros.
La lana de roca es un sustrato perfecto para trasplantar nuestras semillas ya germinadas o el enraizamiento de esquejes para después comenzar con nuestro sistema hidro, es una base muy limpia que no dejará "residuos orgánicos" en el sistema hidropónico. Eso sí, siempre se recomienda ajustar el ph y ec de la lana de roca; basta con sumergir la lana de roca (tacos o bandejas) en una solución nutritiva con una ec de 0,3-0,5 y un ph de 5.5-5.8.
Para realizar el trasplante una vez ha germinado la semilla, introduciremos la raíz de la plántula dejando el "capuchón" (semilla) en el exterior del sustrato (en este caso lana de roca) y seguiremos manteniendo las condiciones de temperatura en 21-23ºC y la humedad alta, sobre el 75%. Siempre será más fácil conseguir una humedad elevada con el uso de un mini-invernadero (muy recomendable) que ya viene integrado en algunos sistemas hidro para propagación o esquejado. La mayoría de cultivadores iniciados en este punto suelen encontrarse con dos "problemas" (tanto en tierra como en hidro):
- La semilla no abre el capuchón una vez trasplantada o no consigue desprenderse de la cáscara
- Las plantas se espigan
En la mayoría de ocasiones, la semilla no consigue abrirse por desconocimiento o por falta de experiencia cuando no usamos un mini-invernadero; con el mini-invernadero solventamos el problema de la baja humedad, el principal motivo por el cual la semilla no abre su capuchón mostrando sus cotiledones. Con un 75% de humedad se consigue hidratar y reblandecer el capuchón facilitando en cuestión de horas que se abra la semilla.
Por otro lado, el espigamiento de las plántulas se produce por la falta de intensidad lumínica, las plantas se estiran en busca de la luz, aportando más cantidad de luz se soluciona el problema y crecerán sin espigarse.
Una vez tenemos nuestras semillas con sus cotiledones ya crecidas en lana de roca podremos trasplantarlas a nuestro sistema hidro, como por ejemplo un sistema Wilma (disponibles diferentes modelos en la web de Alchimia), que proporciona excelentes resultados y es perfecto para optimizar un armario de cultivo con mucho menos trabajo para el cultivador, o también sistemas del tipo WaterFarm o AquaFarm.
Si disponemos de plantas madre y queremos comenzar nuestro cultivo hidro a partir de esquejes, la mejor opción es enraizarlos en lana de roca en un mini-invernadero. Para una rapidez máxima en el proceso, recomendamos usar sistemas de propagación como Hydrocloner, Nutriculture Propergator o Rainforest. Una vez muestren raíz ya podremos instalarlos en nuestro sistema hidro y comenzar la etapa de crecimiento.
Felices cultivos!