Dentro de sus múltiples aplicaciones destaca cada vez mas su uso en jardinería, en este caso los polímeros que se usan son un poliacrilato potásico a diferencia del poliacrilato sódico que se usa en la fabricación de pañales y compresas. La presentación es en gránulos sólidos, pequeños cristales cuando están secos que se hinchan al absorber agua, volviéndose entonces gelatinosos.

Su principal característica es que pueden absorber entre 200 y 400 veces su volumen en seco y ahí radica la mayoría de aplicaciones para su uso con las plantas. En su utilización en jardinería se suele mezclar en pequeñas dosis con el sustrato (entre el 5 y el 10%) con el fin de aumentar la capacidad de retención de agua de este, de manera que conforme el sustrato se va secando, el polímero va liberando poco a poco el agua y ayuda a espaciar los riegos, lo que puede ser de gran utilidad en cultivos de guerrilla o de terraza, en los que no se puede garantizar una frecuencia regular de riego.

Cabe destacar también que no son tóxicos y que tiene una duración de unos dos años antes de desagradarse.