Botella de refresco de 710 ml de capacidad, fabricada con un compartimento escondido en su interior.
Esta botella falsa contiene refresco real en ambas partes, dando la sensación de que se trata de una botella normal. Permite ser desencajada en dos mitades, para así revelar un espacio interior de 7.5 cm de profundidad por 7 de diámetro, totalmente escondido por la etiqueta.
El sistema de ensamblaje es de diseño muy sencillo, pero efectivo, pues consiste en unos pequeños ganchos que unen y fijan ambas partes, quedando todo el sistema escondido por la etiqueta.
Para darle un extra de realismo, si miramos la botella por debajo, un efecto óptico nos dará la sensación de que sólo contiene bebida,pues nos parecerá que vemos el tapón.