Características del Melón Kajari
El Melón Kajari es una vieja variedad originaria de la región del PunJab en la India. Es famosa por producir melones preciosos, redondos y deliciosos que pueden alcanzar hasta 1 kg de peso. Su piel tricolor, ofrece una gama de colores entre verde, naranja y cobre veteados de negro y su pulpa es verde-rosada.
Una de las características más notables del Melón Kajari es su aroma, que es muy intenso y floral. Al cortar el melón, se desprende un olor a melocotón y nectarina, lo que lo hace irresistible para los amantes de los melones y las frutas en general.
En cuanto a su sabor, el Melón Kajari es muy dulce, pero también tiene una acidez equilibrada que le da un sabor complejo y muy agradable al paladar. La pulpa es extremadamente jugosa y se deshace en la boca, creando una sensación muy refrescante. El Melón Kajari se puede disfrutar como postre, como ingrediente en ensaladas de frutas o como un refrescante aperitivo en días calurosos de verano.
Es una fruta muy saludable, ya que es rica en vitaminas y minerales, incluyendo vitamina C, potasio, calcio y magnesio. Además, es baja en calorías y alta en fibra, lo que lo hace una excelente opción para aquellos que buscan mantener una dieta saludable.
Cultivo del Melón Kajari
Este tipo de melón requiere un clima cálido, aunque se recomienda cultivarlo a media sombra. El suelo ideal para su cultivo es rico en nutrientes, bien drenado y con un pH neutro o ligeramente ácido. Se suele cultivar con siembra directa días después de la última helada. Se recomienda no sembrar si la temperatura nocturna no llega a los 5ºC.
Las semillas se siembran a unos 3 cm de profundidad, dejando un metro entre planta y planta.
Durante el crecimiento de la planta, se debe proporcionar un riego regular para mantener la humedad del suelo. Es recomendable fertilizar la planta cada 2-3 semanas con un abono rico en nitrógeno, fósforo y potasio para estimular el crecimiento y la fructificación. A medida que los melones crecen se monitorear su madurez para cosecharlos en el momento adecuado.
Suele estar listo para ser cosechado 4 meses después de la siembra, dependiendo de las condiciones climáticas y del suelo.