La berenjena es una hortaliza de la familia de las solanáceas, originaria del sudeste asiático y ampliamente cultivada en todo el mundo por su delicioso sabor y versatilidad culinaria. Las berenjenas son relativamente fáciles de cultivar y, con los cuidados adecuados, pueden producir una abundante cosecha a lo lartgo de todo el verano.
Cultivo de Semillas de Berenjena
Antes de comenzar a cultivar las berenjenas, es importante asegurarse de tener un lugar adecuado para sembrarlas. Las berenjenas necesitan un suelo bien drenado y fértil, con una exposición de 6-8 horas de sol. A poder ser el lugar debería estar protegido del viento. Antes de sembrar, es recomendable preparar el suelo mediante labranza profunda y agregar abono orgánico.
Las semillas de berenjena se pueden germinar directamente en el suelo aunque lo habitual es que se germinen en semilleros a una profundidad de 0,5 a 1 cm. Tardan unos 15 días en germinar. Una vez que las semillas han germinado, se deben mantener las plántulas húmedas y protegerlas de las heladas. El trasplante de las plántulas se realiza cuando tienen 4-6 hojas, con una separación de unos 45-60 cm entre ellas.
Tienen requerimientos de riego bastante altos, especialmente durante el crecimiento y la fructificación. Asegúrate de no dejar que el suelo se seque completamente ni que el suelo se encharque.
Las berenjenas son propensas a tener plagas como la araña roja o la mosca blanca y sobre todo es propensa a los ataques de hongos. Para prevenir esto, es importante mantener las plantas bien ventiladas y libres de maleza.
Las berenjenas están listas para cosechar cuando alcanzan un tamaño adecuado, dependiendo de la variedad. La cosecha se suele hacer con el fruto aún inmaduro, en función del color o del tacto..
Cultivos auxiliares para la Berenjena
Para obtener una buena cosecha de berenjenas, es importante plantarlas junto con cultivos auxiliares que las complementen y las protejan de las plagas y enfermedades.
Algunas opciones populares incluyen el ajo, col, escarola, lechuga, patata, puerro, rábano o judía. También el romero, la albahaca y el orégano cerca de las berenjenas puede ayudar a repeler las plagas y mejorar el sabor de las frutas. Finalmente algunas flores como la caléndula, pueden ayudar a atraer insectos beneficiosos que pueden ayudar a polinizar las berenjenas y controlar las plagas.
Se aconseja no cultivarlas junto a pepinos ni calabacines.