Mujeres en Alchimia, cultivando igualdad
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En los últimos años, hemos sido testigos de los avances hacia una igualdad que, si bien aún no es total, resulta indispensable. Este progreso ha impactado especialmente a una generación que ha comenzado a cuestionar comportamientos y normas que antes se consideraban "normales", pero que en realidad eran injustos e inequitativos. Las gafas violetas de la conciencia social no transforman el mundo por sí solas, pero nos permiten percibir con mayor claridad la necesidad de cambio. Ahora, al menos, somos conscientes de la urgencia de actuar.
El entorno laboral, donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo también ha experimentado grandes cambios en estos tiempos y tenemos la gran suerte de vivir en un país pionero en leyes que fomentan la igualdad en el trabajo. Es en este entorno, especialmente en nuestra propia empresa y, por extensión, en el sector cannábico donde nos gustaría detenernos este año.
Un poco de historia
Alchimia fue fundada en Figueres el 2001, como la gran mayoría de growshops, por dos hombres. No es hasta el 2006 cuando Alchimia ficha a la primera mujer: nuestra muy añorada Sílvia Casademont. En un principio Sílvia fue contratada para realizar tareas de administración, aunque su gran talento, su profesionalidad, su inteligencia y también su gran empatía, cualidad sin la que no se puede llegar a ser un gran líder, la llevaron en pocos años a la dirección de nuestra empresa.
La apuesta por el comercio online supuso un antes y un después para nuestra compañía, era necesario crear nuevos departamentos y atraer nuevo talento y, sin una normativa que obligara y o una política definida, de manera orgánica en Alchimia se llegó a una paridad en el número de puestos de trabajo ocupados por mujeres y hombres.
En un ambiente de trabajo alejado de estereotipos y prejuicios, con una actitud inclusiva e igualitaria, debería ser todo paritario pero, no es 100% así si analizamos los datos a fondo.
La mujer en Alchimia a día de hoy
A día de hoy, y en los diversos departamentos que componen la empresa, Alchimia cuenta con 43 personas en plantilla, 19 de ellas mujeres, muy cerca del 50% del total del equipo. Nuestro director general es un hombre y en los demás puestos de dirección hay paridad. En el reparto de puestos de estas 19 mujeres encontramos que Alchimia realmente no se escapa de los estereotipos laborales de género: departamentos como Contabilidad y Atención al Cliente, sectores históricamente feminizados, están formados casi exclusivamente por mujeres, mientras en las áreas técnicas su presencia es escasa y en las de especialización cannábica no hay ninguna representación femenina.
Estos datos nos llevan a lanzar una reflexión sobre el papel de la mujer en nuestro sector. ¿Por qué una empresa que promueve la igualdad y que durante mucho tiempo ha necesitado incorporar talento con amplios conocimientos sobre todo lo relacionado con el cannabis en departamentos tan importantes como el de Creación de Contenidos o la tienda física, no ha sido capaz de incorporar mujeres en ninguno de estos departamentos?
Realmente ¿nos hemos esforzado lo suficiente por encontrar este talento femenino? O ¿Puede ser que, pese a buscarlo, como en muchos otros trabajos especializados y técnicos, la falta de referentes de mujeres en estos puestos sea la causa de que por mucho que busquemos no las encontremos?
La mujer en el sector cannábico
Quizás no conocer a ninguna mujer breeder, por ejemplo, haya instalado en el subconsciente de las mujeres conocedoras de la planta la creencia de que ellas no pueden convertirse en expertas: si no hay ninguna mujer, por algo será. También puede ser que la imagen sexualizada de la mujer de algunos bancos o los uniformes de algunas azafatas o compañeras en algunas ferias del sector directamente las expulsen.
Sin poder responder a todas estas preguntas si nos toca, como empresa comprometida socialmente, cuestionar las cosas cada día, este es el significado real de nuestro nuevo lema: cultivando igualdad. Cultivando igualdad significa no dejar que los números den por sentada una igualdad que no es real. También poner atención a la equidad real de las cargas de trabajo de compañeras y compañeros, al valor que se dan a las ideas que aportan unas y otros, a la importancia que se da al trabajo de los diferentes departamentos.
Cosas tan simples, pero tan representativas del día a día de cualquier mujer, como quien se ocupa de organizar las celebraciones en una empresa y quien se queda recoger y limpiar luego. De seguir negándonos a participar y difundir esta sexualización de la mujer en las que algunas empresas del sector caen en nuestras publicaciones y en intentar llevar las gafas violetas también en nuestras decisiones estratégicas y de marca.
Pensar que por tener una plantilla paritaria hayamos conseguido la igualdad es una idea tan absurda como la de pensar que ningún hombre es machista por el simple hecho de tener una madre que, claro, es mujer. Y este cuestionamiento y este deseo de ser cada día mejores ha de ser nuestro orgullo en este día.
Finalmente, un deseo: como marca seríamos felices si todos estos cambios de dentro se reflejan fuera y consiguen que más y más mujeres se sientan cómodas en nuestra tienda, se interesen por el cultivo de esta planta increíble y pronto tengamos a una legión de cultivadoras compartiendo sus grandes conocimientos y experiencia con la familia de Alchimia.
¡Feliz día de la mujer a todas!