Una vida microbiana de calidad representa un elemento esencial para realizar un buen cultivo de marihuana, en particular cuando se trata de un cultivo biológico.
Compuesto por bacterias y hongos benéficos, la vida microbiana permite proteger las raíces de las plantas de marihuana contra las bacterias y mohos patógenos (responsables de enfermedades), mejorando mucho la asimilación del agua y de los nutrientes.
Creando una verdadera simbiosis natural con las plantas, la vida microbiana se encarga, gracias a las enzimas, de descomponer las grandes moléculas orgánicas para que las plantas las puedan asimilar.
Permite también estabilizar el pH del sustrato y descomponer los restos de desechos orgánicos como por ejemplo las raíces muertas. Para una eficiencia máxima, la vida microbiana tiene que ser añadida desde el principio del cultivo (germinación o producción de esquejes).
Podemos encontrar 3 tipos de vida microbiana útiles para el cultivo de marihuana, que pueden ser utilizados en combinación:
- los micorrízicos, una familia de hongo capaces de multiplicar las capacidades de las raíces de las plantas. Los hongos micorrízicos de tipo Glomus son los más utilizados.
- el trichoderma, hongo de la familia de los Hypocreaceae, eficiente contra varios patógenos como el terrible Fusarium. La especie Trichoderma Harzianum es la más utilizada.
- las bacterias, varias especies y familias son utilizadas, algunas son capaces por ejemplo de transformar el nitrógeno del aire en una forma asimilable por las plantas.