A lo largo de la historia, los EUA han destacado por fascinar a otros países con la salida al mercado de muchas novedades en lo que a productos de venta se refiere. Si trasladamos este punto de vista al mundo cannábico, la cosa no podía ser de otra forma, siendo dicho país fuente pionera en métodos de consumo, y el bong la antorcha del mismo.
Pero, entonces, ¿qué es un bong?
Llamamos bongs a las pipas de agua fabricadas en vídrio de borosilicato, o de laboratorio, diseñadas para el fumador más exigente, dado que el filtrado que aporta el hacer pasar el humo por el agua lo enfría, lo filtra, lo hidrata y lo concentra, consiguiendo así caladas grandes y sabrosas de humo fino, suave y concentrado. Usados junto a un vaporizador proporcionan una experiencia cannábica de lo más aromática y medicinal, con un impacto mínimo en la salud.
A demás, se le suma un factor estético y artesanal, consiguiendo que la pasión que despiertan este tipo de piezas lo haga evolucionar tanto en eficiencia y en difusión como en aspecto y colorido.
En resumen, fumar o usar un vaporizador de hierbas a través de un bong es más que una forma de consumo, es una auténtica filosofía y pasión que te cazará a la mínima que te descuides… Por suerte.