La calabaza es una planta trepadora de la familia de las cucurbitáceas. Su orígen es incierto. Se cree que su orígen es Asia Meridional, aunque algunos autores creen que es originaria de América, ya que se han encontrado semillas de más de 8000 años en mesoamérica. Sin embargo se sabe de su cultivo en el antiguo egipcio. Actualmente las calabazas aún se pueden encontrar de manera silvestre aunque no es lo más habitual.
La calabaza es una hortaliza ampliamente cultivada en climas cálidos y húmedos de todo el mundo con muchísimas variedades para todo tipo de usos: producción de semillas, de pulpa, para producir herramientas, usos decorativos, elaboración de instrumentos musicales, etc..
Cultivo de semillas de Calabaza
Las calabazas tienen gran cantidad de variedades y su cultivo depende en gran medida de la variedad que cultivemos. En general la siembra se hace directamente en el suelo o en semillero, después de la última helada.
La planta de la calabaza es una gran amante del sol. Se debe escoger un terreno expuesto a la luz directa del sol mínimo 6 horas al día. Requiere un suelo rico en nutrientes y bien drenado.
Se recomienda poner a germinar las semillas a más de 12º C. El espacio entre plantas recomendado depende de la variedad, pero al ser una planta rastrera debe ser de 1 o 2 metros. El transplante del semillero al huerto se suele hacer cuando la plántula tiene al menos 3 hojas cuando ya no hay ningún riesgo de heladas.
La necesidad de riego es media. Es mejor evitar que el suelo se seque completamente aunque no debemos dejar que se encharque ya que podriría las raíces
Las podas de las calabazas limitando su crecimiento suelen dar como fruto calabazas más grandes, ya que la planta concentra su energía en la fructificación.
Las calabazas son plantas bastante resistentes a las plagas. Lo más habitual es que sean atacadas por el mildiu o el oidio, pero tampoco se libran de la araña roja ni el pulgón. Cabe tener también cuidado con el caracol, ya que ama sus brotes tiernos.
En general la cosecha de la calabaza se realiza a los seis meses de la siembra, aunque depende de la variedad. La forma de saber si una calabaza está madura también depende mucho de la variedad aunque se suele saber porque su piel se vuelve un poco más blanda y al clavar una uña penetra con cierta facilidad.
La planta de la calabaza se asocia favorablemente con el maíz, la col, y la lechuga, aunque el rápido desarrollo de la mata de calabaza puede dificultar el crecimiento de los cultivos asociados.
Las calabazas son un alimento altamente recomendado por sus propiedades nutritivas. Proporcionan gran cantidad de fibra al organismo, así como vitaminas y minerales esenciales (hierro, fósforo, magnesio, potasio y cinc) . Debido a su gran contenido en agua apenas tienen calorías.