En este post os presentamos algunas de las plagas y enfermedades más comunes en los cultivos de marihuana, ya sean en interior o en exterior. Insectos, hongos e incluso virus son enemigos potenciales de nuestras plantas que no debemos subestimar, así que su prevención y control serán aspectos fundamentales si queremos cultivos de la máxima calidad.
Prevención y manejo de plagas en el cannabis
La prevención es la primera línea de defensa contra plagas y enfermedades en el cultivo de cannabis. Un manejo adecuado implica una observación constante y el mantenimiento de un entorno limpio y controlado, lo que reduce considerablemente la posibilidad de infestaciones. Métodos preventivos incluyen el uso de barreras físicas, como mallas protectoras o trampas adhesivas, o la introducción de insectos benéficos que controlen plagas de forma natural.
Productos preventivos a base de aceites esenciales, extractos de plantas o compuestos biológicos también son altamente eficaces. La rotación de cultivos, la eliminación de residuos vegetales y el control de la humedad y la temperatura son prácticas cruciales para mantener las plantas sanas y prevenir la proliferación de insectos y hongos. Un buen manejo preventivo reduce la necesidad de tratamientos más agresivos, siendo la opción a seguir sin ninguna duda. ¡Es mucho más fácil prevenir una plaga que erradicarla!
Productos insecticidas para el cultivo de cannabis
Los insecticidas están diseñados específicamente para eliminar plagas que afectan a las plantas de cannabis, tales como ácaros, pulgones, trips o mosca blanca. Existen dos tipos principales de insecticidas: los químicos, que actúan rápidamente pero pueden dejar residuos, y los biológicos o naturales, que suelen ser más suaves y respetuosos con el medio ambiente y la salud del consumidor.
Entre los insecticidas biológicos más populares se encuentran los basados en aceite de neem, un producto natural que actúa tanto como preventivo como curativo, o el jabón potásico, que elimina insectos de cuerpo blando sin dañar las plantas. Los insecticidas deben aplicarse con cuidado y siguiendo las instrucciones del fabricante, asegurando que las dosis sean las correctas para no generar resistencias en las plagas o afectar negativamente el desarrollo de la planta.
Algunos de los mejores insecticidas que puedes encontrar en nuestra web son:
Además, como ya hemos comentado, puedes optar por la lucha biológica, es decir, liberar una serie de insectos en tus plantas para que las protejan y mantengan alejadas a plagas tan molestas y perjudiciales como la araña roja, los trips o los pulgones. Se trata de una opción estupenda si te preocupa el uso de pesticidas en tu entorno, 100% biológica y respetuosa con el medio ambiente. Estas son algunas de las posibles opciones que tienes disponibles en la web:
Productos fungicidas para el cultivo de cannabis
Los fungicidas se emplean para combatir hongos y mohos que pueden afectar gravemente el cultivo de cannabis, especialmente en entornos con alta humedad o ventilación deficiente. Enfermedades como el oídio (moho blanco), la botrytis (moho gris) y la fusariosis pueden aparecer en diferentes etapas del ciclo de cultivo, desde el enraizamiento hasta la fase de floración.
Existen fungicidas preventivos, que se aplican antes de que aparezca la enfermedad, y fungicidas curativos, que actúan cuando la planta ya ha sido infectada. Al igual que con los insecticidas, es importante seleccionar productos que sean seguros para el consumidor final, especialmente si el cannabis se va a usar con fines medicinales. Los fungicidas biológicos, como la cola de caballo, la canela o la harina de ortiga, son excelentes opciones para mantener el cultivo libre de enfermedades sin comprometer la calidad de tus flores.
Estos son algunos de los fungicidas más demandados por nuestros clientes:
Plazos de seguridad y cosecha
El respeto de los plazos de seguridad indicados en las instrucciones es esencial cuando se utilizan productos fitosanitarios. Este plazo indica el tiempo mínimo que debe transcurrir entre la última aplicación del producto y la cosecha de las plantas. Esto garantiza que los residuos del producto se degraden completamente y no estén presentes en los cogollos durante su consumo. El incumplimiento de estos plazos puede suponer riesgos para la salud del consumidor, especialmente si los productos químicos no han tenido tiempo de descomponerse.
Por tanto, es crucial leer las instrucciones de los productos fitosanitarios y asegurarse de que la cosecha se realiza en un momento en que la planta está completamente libre de residuos peligrosos. Además, es recomendable utilizar productos certificados y, siempre que sea posible, optar por soluciones naturales o biológicas para minimizar los riesgos.