Cannabis y Portugal, una relación centenaria

En los últimos años, Portugal ha emergido como un punto focal de discusión en el ámbito internacional en relación al cannabis y su regulación. Desde su histórico paso hacia la despenalización de la posesión y consumo personal de drogas en 2001, hasta su más reciente avance hacia la legalización y regulación controlada del cannabis medicinal y recreativo, Portugal ha experimentado un cambio paradigmático en su enfoque hacia esta planta milenaria.

Hoy te invitamos a explorar el camino único que Portugal ha transitado en su relación con el cannabis, examinando tanto los antecedentes históricos como los desarrollos más contemporáneos en la política y legislación que rodea a esta sustancia. A medida que la nación lusitana navega por aguas desconocidas en su búsqueda por equilibrar la salud pública, la justicia social y los intereses económicos, resulta fundamental comprender los diversos matices de su enfoque, sus implicaciones y su posible influencia en el panorama global del cannabis.

Cannabis y Portugal, contexto histórico

El legado cultural y comercial que esta planta ha dejado a Portugal es innegable, no en vano el uso del cannabis en este país tiene raíces históricas que se remontan a siglos pasados. Durante la época de los descubrimientos y el comercio colonial, Portugal estableció contactos con culturas que ya utilizaban el cannabis con fines medicinales, textiles y también recreativos, por ejemplo en India o países africanos como Angola o Mozambique. Según algunos investigadores, los portugueses se habrían familiarizado con la planta e iniciado el comercio con ella a partir de 1510, tras la captura de Goa; testimonios como los de Garcia da Orta (1534), botánico y médico, o Cristóbal Acosta (1549) así lo atestiguarían.

Las plantaciones de cáñamo eran comunes en algunas regiones debido a la versatilidad de esta planta en la producción de cuerdas, telas y papel, y la fabricación de cuerdas y velas de cáñamo para la navegación no hizo sino facilitar el desarrollo de la flota lusitana. De esta forma, y de manera parecida a lo sucedido con el tabaco, los navíos portugueses fueron los encargados de distribuir el cannabis y sus productos derivados (desde cuerdas hasta hachís) no solo por territorio europeo, sino también en tierras americanas y asíaticas. En efecto, parece que Vasco de Gama y Pedro Alvares de Cabral habrían llegado a zonas tan remotas como la India o Brasil con sogas y velas de cáñamo, facilitando además el cultivo de la planta en sus territorios coloniales.

No obstante, y a medida que avanzaba el tiempo, Portugal adoptó políticas más restrictivas hacia el cannabis. Durante su período colonial en África y Asia, se implementaron regulaciones para controlar el uso de diversas sustancias, incluido el cannabis, lo que llevó a la criminalización en algunos casos. El tráfico de esclavos desde África a América también facilitó en gran medida la dispersión del cannabis y la costumbre de utilizarlo recreativamente, algo que trajo problemas en lugares como Brasil, donde en 1830 el gobierno de Rio de Janeiro prohibió la entrada de cannabis y penalizó su uso, especialmente entre los esclavos.

Despenalización del cannabis en Portugal

Sin lugar a dudas, uno de los momentos más significativos en la historia moderna de Portugal fue en 2001, cuando el país decidió abordar el problema de las drogas de manera innovadora. En lugar de centrarse en la criminalización de los consumidores, Portugal despenalizó la posesión y el consumo personal de todas las drogas, incluido el cannabis. Esto no significó la legalización total de la planta, sino que cambió el enfoque de la justicia penal hacia la salud pública, el tratamiento y la prevención de riesgos, unas políticas que nos parecen bastante más lógicas y coherentes con la situación actual de la marihuana dentro de la sociedad.

Afortunadamente, Portugal no titubeó y dio otro importante paso en 2018 con la legalización efectiva del cannabis medicinal. Esto permitió que los pacientes accedieran a productos derivados del cannabis con receta médica para tratar diversas afecciones, una cuestión de primer orden que toca directamente los derechos fundamentales de las personas. Luego, en 2021, el país dio un paso aún más audaz al aprobar la legislación para legalizar el cannabis recreativo, permitiendo su posesión y consumo para adultos dentro de ciertos límites y bajo regulación estatal. Así, las personas atrapadas en posesión de pequeñas cantidades de drogas para uso personal no enfrentarían consecuencias penales, sino que serían derivadas a programas de tratamiento o educación. Desde luego, un verdadero ejemplo para muchos otros países no sólo de Europa, sino hablando ya nivel global.

Consumir marihuana de forma responsable

En este nuevo post nos centramos a explicar como consumir marihuana realizando un consumo responsable con carácter médico o lúdico. También podréis encortar mucha más información de interés como; las contra indicaciones del consumo del cannabis mezclado con otros principios activos como en el caso de los medicamentos o los efectos de la marihuana sobre el cuerpo humano a corto y largo plazo.

El cannabis como ayuda al desarrollo de Portugal

La legalización del cannabis ha generado discusiones sobre cómo el país puede aprovechar los beneficios económicos potenciales de esta industria emergente. Además de los aspectos económicos, la legalización también ha planteado cuestiones relacionadas con la justicia social, ya que se busca minimizar el impacto de décadas de políticas punitivas en comunidades marginadas. De alguna forma, se pretende desestigmatizar a la planta mientras se evalúan nuevos modos de control y consumo que, a la postre, no hacen sino reforzar los derechos individuales mientras se logran avances sociales y económicos. Estos son algunos de los más importantes:

• Creación de empleo: La industria del cannabis, que abarca desde el cultivo y la producción hasta la distribución y venta, puede generar una variedad de empleos en diferentes niveles de habilidad y experiencia. Desde agricultores y científicos hasta trabajadores en la cadena de suministro y el marketing, la industria del cannabis podría proporcionar oportunidades de empleo significativas, como ya se ha demostrado en diversos Estados de los EEUU, por ejemplo.

• Ingresos fiscales: Por supuesto, la legalización y regulación del cannabis podrían generar ingresos fiscales considerables para cualquier gobierno que se decida a dar el paso. Los impuestos sobre las ventas y la producción podrían destinarse a programas de salud, educación y otros servicios públicos, lo que supondría un indudable beneficio para la sociedad en general.

• Turismo cannábico: En países donde el cannabis es legal, el turismo relacionado con esta planta a menudo se convierte en una fuente importante de ingresos. Portugal, con su clima favorable y su ya conocido atractivo turístico, podría atraer a visitantes interesados en experimentar la cultura del cannabis de manera legal y segura. ¿A quién no le gustaría disfrutar de su variedad preferida en una playa del Algarve?

• Investigación y desarrollo: La legalización del cannabis puede fomentar la investigación científica en torno a sus aplicaciones médicas y terapéuticas. Esto podría conducir a avances en el tratamiento de diversas condiciones médicas y, potencialmente, a la creación de productos farmacéuticos derivados del cannabis.

• Desarrollo rural y agrícola: Portugal tiene regiones propicias para el cultivo de cannabis debido a su clima y suelo. La producción de cannabis podría beneficiar a las áreas rurales, proporcionando una nueva fuente de ingresos para los agricultores y contribuyendo a la diversificación de la economía agrícola.

• Innovación tecnológica: La industria del cannabis también puede impulsar la innovación en tecnología agrícola, sistemas de cultivo, procesamiento y otros. Esto no solo beneficiaría a la industria del cannabis, sino que también podría tener aplicaciones en otros campos agrícolas.

• Reducción de cargas judiciales: Al reducir la criminalización de los consumidores y concentrarse en enfoques de salud pública, estas nuevas políticas más "amigables" con el cannabis pueden liberar recursos judiciales y penitenciarios para abordar delitos más graves.

• Equidad social y justicia: La legalización del cannabis puede ofrecer oportunidades para abordar desigualdades históricas en el sistema de justicia penal. Los países han implementado medidas para expiar o eliminar condenas relacionadas con el cannabis, especialmente para delitos menores.

Es importante destacar que un desarrollo económico y social sostenible en el tiempo requerirá un enfoque equilibrado y bien regulado. La implementación adecuada de políticas y regulaciones es fundamental para maximizar los beneficios y minimizar los posibles riesgos asociados con la industria del cannabis, un sector poco aprovechado hasta ahora y con un enorme potencial de crecimiento.

Desde Alchimia estaremos muy atentos a la evolución de la situación en Portugal, que de momento ya ha demostrado que hay otras maneras de abordar la cuestión del cannabis, sin tanto ánimo punitivo y con un punto de vista mucho más amplio e integrador. ¡Seguiremos informando!

Referencias:

• Cannabis: Evolution and Ethnobotany, Robert Clarke, Mark Merlin
• Cannabis: A History, Martin Booth