Munchies: El cannabis y las ganas de comer

Si bien cada variedad de marihuana puede aportar efectos muy distintos según su composición, la gran mayoría de ellas tienen en común el hecho de provocar un hambre desaforada entre los usuarios. Esto se debe a que uno de los responsables podría ser el cannabinoide estrella de esta planta, el THC, que si bien se encuentra en cantidades menores al 1% en algunas variedades (como las conocidas como “Pure CBD”) todavía sigue estando presente en la gran mayoría de las genéticas que pueblan el mercado, en especial las más orientadas al consumo recreativo.

Sin embargo, existen más factores en esta relación entre la marihuana y las ganas de comer que han sido investigados por la ciencia.

El papel que juega el THC en el hambre provocada por el cannabis

El sistema endocannabinoide (SEC) es un sistema de comunicación intercelular que se compone de receptores cannabinoides endógenos (o endocannabinoides) y que interactúa con los cannabinoides naturales (o fitocannabinoides) de la marihuana. Este sistema regula muchas funciones metabólicas en los mamíferos y juega un papel clave en la regulación del hambre.

Cuando el THC interacciona con el SEC a partir uno de sus receptores (el CB1), este se activa y acciona diversas vías neurológicas que intervienen en el hambre y la búsqueda activa de comida:

  • Mejora la capacidad olfativa: provoca una mayor apreciación del olor de la comida, que parecerá más apetecible y atractiva que de costumbre.
  • Aumenta la secreción de la hormona grelina: se trata de una de las hormonas responsables de estimular el hambre. Se libera en algunas células del estómago cuando está vacío y va disminuyendo su secreción una vez que empiezas a comer. Su liberación mediante la activación del receptor CB1 podría explicar por qué, a pesar de tener lleno el estómago, los consumidores de cannabis siguen teniendo hambre.
  • Contrarresta la acción de la hormona leptina en el hipotálamo, la región del cerebro encargada de regular el hambre. Esta hormona producida por el tejido adiposo actúa sobre el hipotálamo para suprimir el hambre, pero la activación del receptor CB1 antagoniza su acción.

Las investigaciones han revelado que el THC afecta de lleno al olfato, y este a su vez juega un papel crucial en la aparición del hambre y la agudización de nuestros sentidos a la hora de comer
Las investigaciones han revelado que el THC afecta de lleno al olfato, y este a su vez juega un papel crucial en la aparición del hambre y la agudización de nuestros sentidos a la hora de comer

El papel que juega el hedonismo del cannabis

Debido a que muchos de los estudios que miden los efectos del THC en los sistemas de activación del hambre se han realizado en animales y no en humanos, un estudio de la Universidad de Liverpool quiso explorar el aspecto psicológico detrás de los munchies lanzando un cuestionario entre los consumidores de cannabis sobre su experiencia.

Para ello, diferenciaron los dos efectos principales de los munchies: el factor hedónico y el apetitivo. El primero es el responsable de que disfrutemos de la comida y de la experiencia sensorial que acompaña el acto de comer; y el segundo viene a ser el responsable del impulso de comer y el apetito.

Al parecer, el factor hedónico juega un papel muy importante en los munchies del cannabis y se ve muy afectado por el sistema endocannabinoide.

  • Sabor: la gran mayoría de participantes aseguró obtener una mejor experiencia gustativa con la comida tras el consumo de cannabis, además de afirmar que el sabor de esta era diferente: mejor, más intenso y delicioso. También aseguraron apreciar más variedad de sabores que de costumbre y que estos eran más complejos.
  • Placer sensorial: el simple acto de masticar y tragar era más placentero, así como apreciaban más las texturas de la comida.
  • Temperatura: la sensación que les causaba la temperatura de la comida también incrementaba el placer tras el consumo de cannabis.

La región del cerebro denominada el caparazón (o corteza) del núcleo accumbens podría ser un punto de acceso hedónico endocannabinoide para el placer sensorial.

Esto se produce porque los receptores CB1 se expresan ampliamente en el núcleo accumbens, por lo que el THC podría activar los mecanismos de recompensa y placer que regula esta parte del cerebro. Según señala el estudio, esta podría ser la causa de la experiencia hedonista de los munchies.

El THC también incrementa la liberación de dopamina, que intensifica el placer de comer. Además de hacer que la comida sea más disfrutable, la dopamina puede reducir la inhibición
El THC también incrementa la liberación de dopamina, que intensifica el placer de comer. Además de hacer que la comida sea más disfrutable, la dopamina puede reducir la inhibición

¿Qué tipo de comida apetece más después de consumir marihuana?

Contrario a estudios anteriores, el cuestionario lanzado por la Universidad de Liverpool descartó que los aperitivos más apetecibles por los encuestados fueran los dulces. Cuando se preguntó al respecto, la gran mayoría respondieron que cualquier tipo de comida les parecía apetecible. Esto abre las puertas a algunas aplicaciones médicas interesantes.

Los consumidores son conscientes de que la marihuana abre el apetito; y no solo eso, sino que además hace disfrutar sobremanera de los alimentos, pudiendo encontrar matices que sin estar bajo los efectos de la planta no se habrían podido percibir.

Pero antes, conozcamos al último protagonista del fascinante universo de los munchies.

El papel que juega el sueño

Un estudio estadounidense publicado en 2019 quiso investigar el efecto que tiene el sueño en el sistema endocannabinoide. Se conoce que la privación del sueño provoca un aumento del hambre. Además, nuestra elección de comida cambia cuando no hemos dormido horas suficientes y de buena calidad: los alimentos dulces y ricos en calorías que nos proveen de esta energía extra para aguantar el día son los que pide el cuerpo. Pero, ¿por qué?

Buscando una respuesta, el estudio comprobó que el sistema endocannabinoide se ve afectado por la falta de sueño y esto se traduce en el aumento de uno de sus componentes, el denominado 2-oleoilglicerol o 2-OG. Esta sustancia, un monoacilglicerol que se encuentra en los tejidos biológicos, es capaz de generar cambios en las regiones del cerebro encargadas de percibir el olor de los alimentos, haciendo que las comidas de alto contenido calórico sean más apetecibles que de costumbre. ¿Te suena?

El efecto del sueño en el sistema endocannabinoide, efectivamente, guarda cierto parecido con el efecto del cannabis para activar ese hambre salvaje, de modo que una buena forma de evitarlo o, al menos mantener esto bajo control, es no añadir falta de sueño a una sesión de cannabis.

La restricción del sueño provoca un aumento de los niveles de endocannabinoides en la sangre que conduce a la sensación de hambre, específicamente por los alimentos ricos en calorías
La restricción del sueño provoca un aumento de los niveles de endocannabinoides en la sangre que conduce a la sensación de hambre, específicamente por los alimentos ricos en calorías

Aplicaciones beneficiosas del hambre producida por el consumo de cannabis

No todas las consecuencias de los munchies son indeseables, y es que muchas investigaciones apuestan por estos mecanismos del sistema endocannabinoide para activar el hambre en determinadas situaciones.

Es el caso de la anorexia-caquexia, un síndrome derivado de algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia para tratar el cáncer, que causa la pérdida del apetito y el peso en los pacientes; y del que se han probado buenos resultados en su tratamiento con THC en algunos estudios experimentales.

Los cannabinoides y sus propiedades medicinales

En este post os mostramos los cannabinoides junto a su importancia destacando los más conocidos por el momento y explicando sus funciones medicinales principales. Existen muchas variedades de marihuana con diferentes composiciones de cannabinoides, escoger la variedad más adecuada según necesidad médica será ahora más sencillo teniendo esta guía de los cannabinoides de la marihuana.

Los munchies contra la obesidad

A pesar de todo lo expuesto anteriormente, el cannabis nunca deja de sorprendernos. Si creías que los munchies eran algo totalmente indeseable en tu operación bikini, un estudio canadiense publicado en el 2013 quiere convencernos de lo contrario.

Parte de la premisa de que la prevalencia de obesidad en los consumidores de cannabis es mucho más baja y consigue descartar posibles motivos que explicarían este fenómeno, como el consumo de tabaco, el sexo o la edad.

De este modo, este equipo de investigadores estableció la hipótesis de que la exposición a los cannabinoides de la marihuana, especialmente al THC y al CBD, tiene una relación directa en la prevención de la obesidad. Según su teoría, estos compuestos ejercerían un efecto antagonista sobre el receptor CB1 tras una administración prolongada.

Esto quiere decir que, con el tiempo, el receptor CB1 empezaría a perder sensibilidad a su acción agonista (llave que abre el receptor y lo activa), con lo que dejaría de activarse mediante su unión. Cuando esto sucede, el THC y el CBD terminan actuando como antagonistas, porque se unen al receptor CB1 evitando que otros endocannabinoides, que sí podrían activarlo, se unan a él.

Como resultado, el receptor permanece dormido e inaccesible como un pomo con el candado echado. De este modo, las vías del hambre y búsqueda de comida que podría iniciar el receptor también quedan cerradas.

El THC ayuda a mejorar la señalización del sistema endocannabinoide del cuerpo y despertar el olfato y el hambre. Pero también al contrario, interfiriendo en dicha comunicación para reducir el hambre en pacientes con obesidad
El THC ayuda a mejorar la señalización del sistema endocannabinoide del cuerpo y despertar el olfato y el hambre. Pero también al contrario, interfiriendo en dicha comunicación para reducir el hambre en pacientes con obesidad

Cómo evitar el hambre desaforada cuando se consume cannabis

Si la hipótesis anterior no te convence y sigues queriendo evitar los munchies a toda costa, te gustará saber que existe una solución y que esta no pasa por dejar el consumo de cannabis.

Al parecer, bastaría con seleccionar variedades ricas en THCV, un cannabinoide que suele encontrarse en menor proporción que el THC y el CBD y del que se han descubierto propiedades muy interesantes, entre ellas su efecto saciante.

Según un estudio publicado en enero de 2020, la principal ventaja del THCV sobre el THC para el tratamiento de ciertas enfermedades es la falta de efectos psicoactivos. Aunque este es un tema controvertido, pues mientras estudios como el que acabamos de mencionar aseguran que este cannabinoide no produce el efecto embriagante del THC, otras fuentes aseguran que sí provoca psicoactividad, solo que esta perdura menos en el tiempo y se caracteriza por un efecto más lúcido y enérgico que el que produce el THC. Para arrojar luz sobre este tema, todavía es necesario realizar una mayor investigación.

Lo que sí se ha probado es que este cannabinoide es capaz de inhibir el apetito, acelerar el metabolismo y favorecer el control glucémico, pudiendo utilizarse para el tratamiento de enfermedades como la diabetes y la obesidad en un futuro.

Por ello, muchas empresas de la industria centran ahora sus esfuerzos en obtener variedades ricas en THCV, por lo que tal vez muy pronto los munchies pasen a ser una elección de los consumidores y no un efecto secundario del consumo de cannabis.

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Referencias:

  • Cannabinoids enhance gastric X/A-like cells activity. Robert Lukasz Zbucki, Bogusław Sawicki, Anna Hryniewicz, Maria Małgorzata Winnicka
  • Negative Regulation of Leptin-induced Reactive Oxygen Species (ROS) Formation by Cannabinoid CB1 Receptor Activation in Hypothalamic Neurons. Letizia Palomba, Cristoforo Silvestri, Roberta Imperatore, Giovanna Morello
  • Exploring the munchies: An online survey of users' experiences of cannabis effects on appetite and the development of a Cannabinoid Eating Experience Questionnaire. Carl A Roberts, Gerry Jager, Paul Christiansen, Tim C Kirkham.
  • Olfactory connectivity mediates sleep-dependent food choices in humans. Surabhi Bhutani, James D Howard, Rachel Reynolds, Phyllis C Zee, Jay Gottfried
  • Cannabis and Δ9-tetrahydrocannabinol (THC) for weight loss? Bernard Le Foll, Jose M.Trigo, Keith A.Sharkey, Yann LeStrata
  • Δ9-Tetrahydrocannabivarin (THCV): a commentary on potential therapeutic benefit for the management of obesity and diabetes. Amos Abioye, Oladapo Ayodele, Aleksandra Marinkovic, Risha Patidar.

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