Fertilización de cannabis autofloreciente
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Las plantas de marihuana autoflorecientes son geniales por varios motivos. Tienen ciclos rápidos de cultivo (generalmente menos de 11 semanas desde la semilla), no dependen de los horarios de luz para saber cuándo florecer, tienen una alta resistencia al moho y a las plagas... Pero, sobre todo, debido a su corto ciclo de vida y tamaño, las autómaticas no requieren grandes cantidades de recursos nutricionales, por lo que los cultivadores pueden ahorrar al no tener que alimentar las plantas durante tanto tiempo para lograr un buen resultado.
Y es que, aparte de su rápido desarrollo, las autoflorecientes tienen una naturaleza fuerte y resistente, por lo que no son demasiado quisquillosas con la calidad del medio en el que crecen y aún pueden funcionar bien con un mínimo de nutrientes.
Para explicar esta resilencia, es necesario recordar que las semillas autoflorecientes surgen de la combinación de la genética Ruderalis con híbridos índica y sativa modernos. La genética Ruderalis es a menudo conocida como una ?ditch weed? (una hierba que crece en los márgenes de las carreteras) y es originaria del sur de Siberia y norte de Kazajistán, regiones en las que el cannabis se adaptó al clima frío y a diferentes duraciones del día y la noche, con los recursos mínimos disponibles.
Como resultado, esta ?mala hierba? es increíblemente resistente y no fotoperiódica, lo que significa que florece después de unas 4 o 5 semanas de crecimiento vegetativo, independientemente de la cantidad de luz que reciba. También, dependiendo de cómo se cultiven, las autoflorecientes generalmente alcanzan la floración sin la adición de abonos externos.
Cómo alimentar a las plantas de cannabis autoflorecientes
Existen en el mercado productos de nutrientes diseñados específicamente para autoflorecientes, pero no son necesarios para lograr un cultivo con éxito. Los nutrientes líquidos para tierra o hidroponía funcionan para las autoflorecientes igual que para las fotoperiódicas. Simplemente, las cantidades que les damos a las plantas son diferentes.
??Vale la pena señalar que el pH óptimo para las plantas autoflorecientes es el mismo que para las variedades fotoperiódicas. Para las autos que crecen en tierra, los niveles de pH que oscilan entre 6,0 y 7,0 son adecuados, mientras que los sistemas hidropónicos funcionan bien entre 5,5 y 6,5. No es necesario obtener un número exacto, por lo que un promedio de niveles a partir de 5,5 a 6,5 ??es bueno para las autoflorecientes. Recuerda, el pH adecuado para una mejor absorción de nutrientes varía y depende de la etapa de crecimiento y del tipo de cannabis que estés cultivando.
También es útil comprender las demandas exactas de tus plantas para que puedas asegurarte de alimentarlas con las cantidades correctas. Además del agua y el aire (hidrógeno, carbono y oxígeno), debes centrarte principalmente en el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K) como macronutrientes primarios. Otros elementos importantes incluyen calcio, magnesio y azufre, así como pequeñas trazas de otros micronutrientes como hierro, zinc y manganeso que se absorben en cantidades más pequeñas y que normalmente se incluyen como parte de la línea de nutrientes que utilices. La relación NPK está etiquetada en la mayoría de los fertilizantes.
Es fácil preocuparse por las proporciones de NPK, pero la mayoría de las autoflorecientes tienden a crecer bien siempre que tengan disponible algo de cada elemento. Sin embargo, el desafío consiste en no sobrealimentar, por lo que ?menos es mejor? en la mayoría de los casos.
Hay que asegurarse de diluir bien los nutrientes cuando comiences a alimentar autoflorecientes para evitar quemar y atrofiar las plantas. Por ejemplo, si la tabla de nutrientes recomienda 5 ml/litro, comienza con 2,5 ml o 1,25 ml (1/2 o 1/4 de concentración) y observa cómo responde la planta. Algunas autoflorecientes como la Purple Punch Auto o la famosa variedad Gorilla Glue Auto, por ejemplo, son comedoras voraces y requieren una dosis más fuerte, pero asegúrate de comenzar con dosis grandes solo después de experimentar con concentraciones más bajas.
Teniendo en cuenta que las variedades autoflorecientes maduran en función de su edad, cualquier estrés nutricional (como puede ser una sobrefertilización) al que se enfrenten puede ralentizarlas enormemente si no se gestiona correctamente. Y siempre es más fácil solucionar un déficit de nutrientes que intentar levantar un exceso de nutrientes.
Cómo utilizar las tablas de cultivo de Biobizz
Biobizz World Wide Organics es una de las marcas de abonos y sustratos para plantas de cannabis más conocidas y utilizadas en el mundo gracias a su caracter 100% orgánico, larga experiencia en el sector y calidad de sus productos, los cuales son utilizados tanto por expertos como por principiantes. En esta ocasión vamos a hacer un breve repaso sobre todos sus productos, y además, vamos a realizar varios apuntes sobre sus tablas de cultivo, para que aprendas a interpretarlas de forma correcta y puedas obtener los mejores resultados posibles.
Síntomas de sobrealimentación en autoflorecientes
Con las automáticas, hay que buscar exactamente los mismos síntomas de sobrealimentación que esperarías ver en una cepa fotoperiódica. La quemadura de nutrientes causada por la sobrealimentación se presenta como un color amarillento en las puntas de las hojas. Si no se ajusta la alimentación, las puntas se dorarán y las hojas enteras se ?quemarán?.
Este estrés inhibe la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis y crecer, e incluso puede provocar su muerte. Una posterior acumulación de nutrientes en el suelo también puede crear una acumulación de sales que impide que las raíces accedan a nuevos nutrientes. Conocida como bloqueo de nutrientes, esta consecuencia de la sobrealimentación se asemeja engañosamente a la deficiencia de nutrientes.
Para solucionarlo, el mejor enfoque si cultivas en tierra o fibra de coco es hacer un lavado de raíces con agua. Si cultivas con hidroponía, reemplazar el depósito de nutrientes con agua es una buena opción. Eventualmente, la planta puede volver a recibir nutrientes, pero se recomienda precaución. También se debe tener en cuenta que las autoflorecientes tienen un tiempo de recuperación limitado: sobrealimentarlas puede reducir significativamente su potencial, siendo uno de los errores más comunes de los cultivadores menos experimentados.
Pero al igual que pasarse con la alimentación, quedarse corto también puede dar problemas. Las autoflorecientes mal alimentadas pueden tener hojas pálidas junto con un crecimiento débil. En floración, una automática alimentada deficientemente tendrá bajos niveles de producción de flores con muy poca resina.
Como se mencionó, la deficiencia de nutrientes y el exceso nutrientes a menudo se ven similares, aunque deberías poder saber cuál es cuál en función de la cantidad con que has alimentado a tus plantas. En este caso, la solución es bastante simple: aumentar gradualmente (en lugar de repentinamente) la concentración de nutrientes. Evita la tentación de sobrealimentar, pues solo se agravaría el problema. Es poco probable que la autofloreciente subalimentada recupere por completo su potencial perdido, pero al menos mejorarás la situación.
La importancia del medio de cultivo
Cuándo y cuánto alimentas a tus autoflorecientes depende mucho del medio de cultivo que estés usando. Un sustrato a base de tierra tiende a proporcionar algunos nutrientes, mientras que un sistema hidropónico no lo hace. La forma en que los nutrientes se entregan a la planta también es diferente, porque en hidroponía no hay un medio al que los minerales se adhieran antes de ser absorbidos por la planta.
La mayoría de los sustratos para cultivar cannabis contienen los micronutrientes y macronutrientes adecuados para proporcionar a las autoflorecientes suficiente alimento para mantenerlas hasta el final del ciclo vegetativo. Si notas hojas amarillas, márgenes de hojas claros, manchas marrones o bordes de hojas secos antes de la floración, comienza a alimentar, pero con una dosis ligera, aumentando con cada riego si las plantas lo están llevando bien.
Pero si estás utilizando un medio de cultivo inerte que proporciona muy pocos nutrientes por sí solo, como puede ser la fibra de coco, esto significa que la alimentación debe comenzar mucho antes. Aunque existen nutrientes específicos para el cultivo en coco, en su lugar se pueden usar nutrientes hidropónicos sin problemas.
En hidroponía se ofrece directamente a las raíces el agua, el aire y los nutrientes necesarios, por lo que las plantas crecen sin apenas esfuerzo, desarrollando raíces más fuertes, largas y vigorosas que les permitan ?comer? mucho más; y esto se notará en que crecerán más rápido y formarán plantas más grandes de una manera más veloz.
Fertilización de autoflorecientes según su ciclo vital
Además del medio de cultivo, existen otros factores a tener en cuenta a la hora de alimentar a las plantas autoflorecientes. Y uno de los más importantes es saber determinar en qué fase de su vida se encuentran para adaptar el régimen de nutrientes a esa circunstancia.
Fase de plántula
Una planta de cannabis es muy frágil en esta etapa de crecimiento debido a su sistema radicular poco desarrollado, por lo que todavía no tiene la capacidad de absorber muchos nutrientes. Solo si una plántula muestra signos de deficiencia, debe comenzarse a alimentar. Si ese es el caso, diluye a una concentración muy baja y alimenta cada dos riegos. Si cultivas en sustrato inerte, una solución nutritiva suave está bien, pero que no supere las 150-200 ppm para evitar quemar las plantas.
Fase vegetativa
Las plantas de cannabis autoflorecientes tienen una fase vegetativa casi inexistente y básicamente pasan directamente de la plántula a la floración. Una autofloreciente saludable comienza a vegetar alrededor de los 10 días desde la semilla, por lo que para obtener el máximo crecimiento es una buena idea comenzar en este momento a agregar más nitrógeno en su dieta, para que las plantas desarrollen raíces, ramas y hojas fuertes antes del período previo a la floración.
Prefloración
La etapa de prefloración suele ser el período de crecimiento explosivo que ocurre durante los primeros diez días de floración. Dado el corto período vegetativo de las automáticas, es vital aprovechar al máximo esta ventana de tiempo, por lo que la adición continua de nitrógeno puede estimular el crecimiento; pero demasiado también puede significar que la planta termine teniendo demasiadas hojas, lo que le costará una valiosa energía. Hay que estar atento al amarillamiento temprano de las hojas, lo que puede significar que necesitas aumentar la dosis. Durante este período de floración temprana, las autoflorecientes comenzará a requerir una mayor proporción de nutrientes ricos en fósforo y potasio, por ejemplo, el Organik PK Booster de la marca B.A.C.
Floración
A medida que una autofloreciente alcanza la plena floración, se puede reducir el nitrógeno, pero sigue siendo importante hasta cierto punto, así que asegúrate de que la solución de alimentación también contenga algo. A medida que la planta termina su 'estiramiento', considera disminuir aún más el contenido de nitrógeno y aumentar el fósforo y el potasio hasta el final de la floración. En todo caso, es necesario dar a las autoflorecientes una gran cantidad de estos dos elementos, ya que las raíces continúan creciendo, al igual que las ramas, pero gran parte de la energía y bioquímica de las plantas ahora se centra en el desarrollo y crecimiento de las flores.
Fase de maduración
Dependiendo de la intensidad con la que alimentes una autofloreciente, es posible que haya que comenzar a reducir los nutrientes dados más temprano o más tarde. Sin embargo, algunas autoflorecientes pueden manejarse con un programa de nutrientes más fuerte que, de hecho, podría producir mayores rendimientos, así que experimenta para descubrir qué funciona mejor.
Finalmente, se le puede dar a la planta unos cuantos días de solo agua para que madure hasta el día de la cosecha, para lograr obtener unas propiedades organolépticas que no contengan trazas de fertilización y una mejor fumada. Sin embargo, este es un tema polémico. A muchos cultivadores les gusta enjuagar sus plantas o alimentarlas con agua corriente durante los últimos 10 días más o menos. Los defensores de este método sienten que ayuda a la planta a producir un humo más suave y limpio, al permitir que la planta se limpie de cualquier exceso de minerales no deseados.
Pero otros cultivadores se niegan a regar únicamente con agua por la sensación de que existe una ciencia limitada detrás del concepto. Estos cultivadores seguirán alimentando sus plantas hasta el final, siguiendo la lógica de que la planta no debe verse privada de nutrientes clave mientras están en su punto más productivo.
Algunos consejos nutricionales para autoflorecientes
Definir un programa genérico de alimentación para autoflorecientes que funcione para todos los cultivadores, para todas las variedades y en todas las condiciones y sistemas de cultivo simplemente es imposible. En cambio, el cultivador deberá usar su juicio para saber cuándo alimentar. Así que lo mejor es guiarse por una serie de consejos que harán este desafío más llevadero:
- Compra nutrientes de alta calidad: elige productos de buena reputación que tengan un historial de éxito (como pueden ser Biobizz, la marca Advance Nutrients o Plagron) y no tomes sus tablas de alimentación como si fueran preceptos inquebrantables, ya que los fabricantes de nutrientes suelen exagerar las dosis de sus fertilizantes.
- Un enfoque más adecuado es guiarse (en lugar de obedecer estrictamente) por las recomendaciones de los fabricantes, que son aproximaciones generalizadas y requieren un nivel de comprensión/interpretación por parte del cultivador. Si parece que las plantas están siendo sobrealimentadas, no tiene sentido seguir aumentando las concentraciones de nutrientes simplemente porque así lo indica la tabla de alimentación.
- No mezcles los nutrientes a la vez: cuando prepares tu solución de nutrientes, agrega cada parte por separado para que los minerales se disuelvan uniformemente en el agua.
- Usa suplementos de Cal-Mag si no estás cultivando en tierra: el calcio y el magnesio son importantes macronutrientes secundarios esenciales para un crecimiento saludable, pero se eliminan fácilmente en medios de cultivo sin tierra.
- Verifica el pH de la solución nutritiva: después de añadir nutrientes al agua, deja reposar la solución durante 10 a 15 minutos y verifica el pH con un medidor. Agregar fertilizante al agua tiende a bajar el pH, volviéndola más ácida. Incluso si utilizas los mejores nutrientes del mercado, si su pH está fuera del rango adecuado, tus plantas no podrán utilizarlos. Las plantas se benefician de un pH variado entre alimentaciones, ya que no todos los minerales se absorben en el mismo rango.
- Usa un medidor de EC: un medidor de conductividad eléctrica puede ayudarte a determinar si tu solución nutritiva es demasiado fuerte para tus autoflorecientes. La mayoría de los nutrientes vienen con una tabla de alimentación que indica PPM (partes por millón) o la concentración de minerales y sales presentes. Una vez más, esto depende de las cepas que esté cultivando, así como de la etapa de crecimiento.
- Riega a temperatura ambiente: evita estresar a las plantas asegurándote de que la solución nutritiva esté a 22-23°C antes de regar. El pH también se ve afectado cuando la temperatura fluctúa fuera de este rango óptimo.
- Se pueden usar nutrientes orgánicos o inorgánicos: los nutrientes orgánicos, como los que ofrece la gama orgánica de Terra Aquatica, funcionan enriqueciendo el medio de cultivo, descomponiendo los compuestos existentes para que sean más fáciles de absorber por las plantas. Los nutrientes inorgánicos entregan una mezcla precisa de alimento directamente a las raíces. Sin embargo, el cultivo orgánico en suelo con nutrientes de liberación lenta elimina gran parte de las conjeturas de las tablas de alimentación de las autoflorecientes.
- Y por último, sea cual sea tu nivel de habilidad, trata de evitar complicarte demasiado con la alimentación de tus autoflorecientes. Domina los conceptos básicos antes de profundizar en los detalles más finos. Mantener las cosas lo más simples posible, especialmente al principio, siempre es un buen consejo. Significa que existen menos cosas que pueden salir mal, lo que permite al cultivador ganar confianza y experiencia con el mínimo de complicaciones.