El pH y la marihuana
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Cuando uno empieza en esto del cultivo de cannabis, una de las primeras cosas que aprende es la importancia del pH tanto del sustrato que va a utilizar como del agua de riego, especialmente en caso de estar cultivando en fibra de coco u otros medios hidropónicos. Y es que, para conseguir los mejores resultados, cada detalle cuenta, y el pH del medio de cultivo (y, por supuesto, del agua de riego o solución nutriente) es uno de los factores más críticos para el éxito del cultivo. Desde el desarrollo de las raíces hasta la absorción de nutrientes, el equilibrio del pH juega un papel fundamental en cada etapa del ciclo de vida de tus plantas.
En este artículo, exploraremos en profundidad la importancia de mantener un pH adecuado en tu medio de cultivo, desde cómo afecta el crecimiento y la salud de las plantas hasta cómo puedes medirlo y ajustarlo de manera efectiva. Prepárate para profundizar en el mundo del pH y descubrir cómo puedes optimizar tus cosechas, maximizando los rendimientos de tus plantas mientras te ahorras posibles problemas de carencias o bloqueos de nutrientes.
¿Qué es el pH?
El pH es la medida utilizada para conocer y determinar el nivel de acidez o alcalinidad de una disolución mediante el cálculo de la concentración de el ion de hidrógeno positivo (H+). Este término fue acuñado para facilitar su uso, pues para calcular el potencial de hidrógeno (pH) se hace mediante logaritmo negativo en base 10 teniendo en cuenta la actividad de los iones de hidrógeno.
Fórmula del potencial de hidrógeno:
pH = - Log 10 (ªH+)
La escala o rango del pH de divide en 14 puntos, el pH 7 se considera como pH neutro, por encima de 7 y hasta 14 el ph será alcalino y ácido de 0 a 7. Cabe destacar que el pH de la piel humana es de 5.5, tal y como podemos ver en los geles y champús de baño.
La influencia del pH en el cultivo de cannabis
Las plantas de marihuana, así como las personas, tienen fluctuaciones de pH dentro de su metabolismo y según la estabilidad del pH y rango, el cuerpo tendrá una mayor o menor metabolización de todos los elementos necesarios para seguir con su ciclo vital. Según el pH interno de las plantas de marihuana gozarán de una mejor o peor salud siendo más endebles a los ataques hongos, virus y plagas.
Germinar semillas de marihuana para cultivos hidropónicos y aeropónicos
Hoy queremos enseñaros a germinar semillas que van a cultivarse en sistemas hidropónicos o aeropónicos. Como veréis, no se trata de un sistema muy distinto al convencional, aunque sí presenta ciertas diferencias que se deben tener en cuenta.
En el caso de las plantas del cannabis podemos definir el pH como una llave de paso reguladora de la entrada de nutrientes que la planta podrá utilizar para poder alimentarse. Con según qué valores de pH en el sustrato o en el agua de riego, ¡la planta no podrá alimentarse correctamente!
El pH adecuado en el cultivo de la marihuana también variará según el sustrato utilizado; si se cultiva en tierra y con abonos orgánicos podremos optar por tener un control menos exhaustivo del pH que en el caso de cultivar con abonos minerales. Así, normalmente en cultivo orgánico se trabaja con un pH mayor que en el caso de cultivos aero o hidropónicos, incluyendo entre éstos la fibra de coco. Al adquirir tu medio de cultivo, ten en cuenta que hay composiciones de sustratos que no son adecuadas para el cultivo de cannabis tanto a nivel de retención de nutrientes como en la estabilidad del pH.
El pH en el cultivo de cannabis orgánico
En la tierra se encuentran factores que ayudan a controlar y mantener el pH estable. Este conjunto de factores causa el llamado efecto tampón, que nos ayudará a mantener las raíces protegidas con un pH que variará entre un rango mínimo y un máximo, aunque ambos extremos adecuados para el cultivo del cannabis. Si medimos el sustrato directamente y observaremos una variación del pH al medirlo en distintos lugares de la maceta esto es debido a que la tierra se compone de muchos elementos y no se encuentran repartidos equitativamente.
El efecto tampón en un sustrato orgánico lo produce la vida microbiana y demás componentes del sustrato, que ayudan a controlar las fluctuaciones de pH manteniéndolo en un nivel óptimo durante todo su cultivo sin necesidad de utilizar bases ácidas que destruyen la micro vida beneficiosa para la planta.
Este factor variable es normal dado que la tierra contiene, según su composición, más o menos concentración de nutrientes que también ayudan a regular a la alza o a la baja el pH. En aquellos casos en que se utilice un sustrato sin nutrientes como por ejemplo el coco, el pH será más inestable. Para controlar las fluctuaciones de pH podemos ayudarnos de los abonos y de un reductor o aumentador de pH, creando un efecto tampón artificialmente.
Habrá que matizar que en aquellos casos en los que el agua utilizada para realizar el riego contenga un pH muy alcalino o muy ácido éste deberá regularse. Regularemos el pH preferiblemente con ácidos de carácter orgánico, ya sea ácido cítrico para reducirlo o mediante el silicio para subirlo.
Hay que tener en cuenta que la vida bacteriana del sustrato puede verse afectada por estas variaciones, pues cada bacteria tiene su rango óptimo de pH para su desarrollo. Así pues, una buena agua para el cultivo del cannabis en tierra será aquella que tenga un pH entre 6,5 y 7,5.
En el caso de cultivar cannabis utilizando abonos minerales, deberemos tener más cautela en el control del pH de la solución nutriente. Los abonos minerales vienen presentados en forma quelatada, de modo que serán de rápida absorción por parte de las plantas y no siendo necesario procesar el alimento por parte de la micro vida para que la planta pueda absorber todos los nutrientes que requiera.
En el caso del cultivo en tierra, podremos utilizar un rango de pH que puede diferir entre el 6.0 y 7.0. Según etapa de cultivo y necesidad nutritiva, podemos adecuar el pH según necesidad de nutrientes que requieren de las plantas; normalmente, durante el crecimiento se ajustará más cercano a 6 y se irá subiendo durante la floración hasta llegar a 7, de manera que los nutrientes necesarios en cada etapa sean correctamente asimilados.
Cultivo hidropónico de cannabis y pH
En los cultivos hidropónicos el pH es un factor tan importante a tener en cuenta como lo es la dosificación de los abonos. En este caso debe quedar claro que el pH deberá estar adecuado a cada etapa de la vida de la planta para que pueda alimentarse adecuadamente en cada riego que realizamos.
En el periodo de crecimiento podemos utilizar un pH de 5.5 para plantas o esquejes pequeños e ir aumentando gradualmente este valor hasta un pH 5.8. En cuanto se entra en el periodo de floración, podemos variar a un pH de 5.9 durante las semanas que dura el stretch o espigamiento, en el cual podrá absorber parte de nitrógeno y parte de PK junto a los demás micro nutrientes. De este modo la planta podrá disponer de todos los alimentos necesarios para un inicio de floración abundante y sin carencias.
Trucos para evitar el espigamiento del cannabis
El espigamiento es una reacción común a muchas variedades de cannabis, especialmente al empezar la fase de floración. Este rasgo puede representar un quebradero de cabeza especialmente para el cultivador de interior, que puede ver cómo las plantas acaban ocupando demasiado espacio vertical. En este artículo os presentamos algunos trucos de gran utilidad para limitarlo y mantener así la altura de vuestras plantas bajo control.
Durante el periodo de plena floración deberemos utilizar un rango de pH que podremos hacer fluctuar entre un pH 6.0 y un pH 6.2 para la mejor absorción de los nutrientes necesarios en esta etapa. Al final de las últimas semanas de floración podremos aumentar un par de puntos el pH hasta 6.3-6.4.
Esta fluctuación del pH la realizaremos especialmente en aquellos casos en que la EC de drenaje sea alta, las plantas estén cargadas de nutrientes y queden pocos días para realizar su cosecha habiendo olvidado realizar un lavado de raíz o un mantenimiento de la EC de drenaje.
Cuando se descompensa el pH, la planta de cannabis y todas en general adquieren menos nutrientes, limitando así su alimentación y provocando a su vez que pierdan gran parte de las reservas nutritivas que quedan depositadas en las hojas grandes de la planta.
Cabe dejar claro que el pH descompensado durante el cultivo de cannabis no es una buena opción dado que tendríamos carencias y/o bloqueos de nutrientes, con las desastrosas consecuencias que esto tiene en el rendimiento del cultivo.
Desequilibrio del pH en el sustrato
En todos los sustratos en los que cultivamos podemos encontrarnos con un sustrato que esté con unos niveles de pH demasiado altos o bajos para cultivar cannabis. En estos casos el problema inicial suele venir precedido de la composición de la tierra, de modo que tendremos dos opciones:
- La primera de ellas es la más sencilla, pues lo único que debemos hacer es comprar una tierra de calidad en la que encontraremos una composición adecuada de sustratos que harán de el una buena tierra de cultivo con un pH adecuado de 6.5.
- La segunda de las opciones es adecuar la tierra que tenemos al alcance mezclándola con otros sustratos para hacerla más adecuada para el cultivo de la marihuana. En este caso en primer lugar deberíamos saber la composición de la tierra base que mezclaremos.
Deberemos acabar de construir un sustrato que sea esponjoso, de calidad, rico en nutrientes y fácil de drenar y manipular para que las plantas estén cómodas y puedan crecer y florecer con fuerza. Si el sustrato no es adecuado, por mucho esfuerzos que se quieran hacer comprando las mejores genéticas y mejores abonos éstas no saldrán adelante porque la base dónde se desarrollan no es adecuada.
Según el tipo de sustrato base a utilizar, si esta tierra es de mala calidad (por ejemplo más compacta de lo normal como en el caso de la arcilla) podremos adecuarla con coco, perlita en grandes cantidades junto a humus de lombriz y compost. Cada tipo de sustrato deberá adecuarse correctamente teniendo en cuenta la composición de la tierra base que se utilice de partida. Por ello, lo más normal es que se utilice tierra de calidad adquirida en grow shops.
Qué pH utilizar con el abono foliar?
El abono foliar es una opción que cada vez se está utilizando más por su facilidad de uso y rápida absorción por parte de las plantas de cannabis y vegetales en general. Hay que tener en cuenta que las plantas van a absorber el alimento por las hojas, de modo que deberemos adecuar el pH al de las hojas de las plantas para una mejor asimilación de los abonos aportados foliarmente.
En este caso el pH debe de ser superior a 5.5 e inferior a 6.5; dentro de este rango, la absorción por parte de las plantas de NPK es mucho mayor que con pH inferiores o superiores. Si no modificamos el pH, la planta no absorberá nada siendo inútil su uso.
Hay que destacar que la alimentación foliar debe controlarse y combinarse con el riego radicular (por la raíz) para no acostumbrar a la planta a alimentarse por las hojas, lo que podría provocar que el sistema radicular quede poco desarrollado.
Medidores de pH
Para el control del pH del cultivo podemos ayudarnos de unos aparatos electrónicos que miden el pH del agua o solución nutriente sabiendo en todo momento cual es el pH que se está utilizando para el riego. De estos medidores de pH los hay de medición continua, que sirven para tener lecturas continuadas del pH del depósito pudiendo saber en todo momento en que estado se encuentra la solución para hacerla más alcalina o más ácida según necesidad del cultivo. Otra opción, quizá la más popular, son los medidores manuales, con los que puedes obtener una lectura en pocos segundos al sumergir la sonda en el agua.
Estos medidores continuos de pH tienen la posibilidad de intercambiar la sonda de lectura para que en aquellos casos en que se haya estropeado o desgastado pueda sustituirse por una nueva y tener a volver unas lecturas precisas. A parte, todos estos medidores - sean del tipo que sean - deben calibrarse con unos líquidos con un pH estable siempre igual que nos ayudarán a afinar bien estos aparatos cada cierto tiempo que hayan quedado en desuso, como puede ser entre cultivo y cultivo o durante el verano, si decides descansar durante estos calurosos meses.
Si no dispones de un depósito de riego y quieres saber igualmente el pH de la solución, puedes utilizar los medidores portátiles básicos o más completos con sonda intercambiable, los cuales funcionan a pilas, tienen un tamaño más reducido y también dan unas lecturas fiables al 100%. De este modo podrás llevarte donde quieras el medidor y tener la máxima precisión a la hora de regular este importante factor de cultivo.
¡Feliz cosecha!