Trucos para germinar tus semillas de huerto
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No es ningún secreto; cultivar nuestras propias hortalizas y plantas aromáticas es un auténtico placer, que además nos permite, en muchos casos, gozar de alimentos de la mejor calidad posible mientras cuidamos del medioambiente. Y es que, como podéis ver en nuestra sección de cultivo orgánico, tenemos muchas técnicas disponibles para elaborar nuestros propios fertilizantes y estimuladores orgánicos para todo tipo de plantas, de manera 100% ecológica y promoviendo la vida en el suelo, no envenenándola!
Sin embargo, hoy vamos a hablar de los primeros pasos a seguir tras adquirir semillas para el huerto. Sí, todos sabemos la teoría: se plantan en el suelo y ya está, no? Puede ser así de fácil, aunque conocer algunos de los trucos que os presentaremos en este artículo seguro que os ayuda a conseguir mejores resultados en vuestra huerta, desde la germinación de las semillas hasta cómo y cuando plantarlas. Ya habéis dado el paso más importante, que es cultivar vuestras propias hortalizas... vamos ahora a intentar sacarle el máximo partido a vuestro espacio de cultivo!
Cómo germinar semillas de huerto
Bien, una vez tenemos todo el material necesario para empezar, es buen momento para planear el próximo cultivo. Por supuesto, si os hace falta alguna herramienta o accesorio de jardinería, lo encontraréis en nuestra web. Así, antes de ponernos a sembrar vamos a planificar un poco nuestro huerto y a ver los principales aspectos a tener en cuenta para tener una germinación exitosa y comenzar nuestra aventura con buen pie!
Sembrar semillas de temporada
Aunque pueda parecer obvio, cultivar las semillas de hortalizas de cada época nos asegura unos resultados mucho más satisfactorios (y productivos!) que intentar sembrar determinadas variedades cuando el clima no va a ayudarnos. Fijaos bien en los paquetes de las semillas pues siempre incluyen información útil, por ejemplo sobre las mejores épocas de siembra. También será interesante planificar los próximos meses para hacer una correcta rotación de cultivos: ¿Cuántas plantas de cada vamos a necesitar semanalmente? ¿Cuándo podremos empezar a sembrar otras hortalizas? Contestando estas preguntas nos será mucho más fácil planificar las tandas de germinación y no perder tiempo ni esfuerzos.
Es también interesante escoger semillas de proximidad, no sólo por motivos obvios de cuidado del medioambiente, sino porque al comprar semillas producidas en una zona cercana a la nuestra nos aseguramos de que las plantas resultantes están mucho mejor adaptadas a nuestro clima que otras que puedan haber estado producidas en climas distintos. En caso de querer usar plantas alelopáticas para crear asociaciones entre ellas y vuestras hortalizas, es también el mejor momento para planear su germinación y ubicación final.
El sustrato
El medio de cultivo es muy importante para un correcto desarrollo de las plantas y hortalizas. Para ayudarlas al máximo, deberemos escoger un sustrato esponjoso y ligero con el objetivo de favorecer el crecimiento radicular. Sin entrar en el tema de la fertilización, un sustrato tipo Light Mix de Biobizz funcionará realmente bien. Si vamos a usar semilleros o almácigos, podemos cubrir el sustrato con vermiculita para conservar mejor la humedad y no tener que regar tan a menudo.
El agua
Aunque normalmente no supone un problema, en caso de mal desarrollo del plantel pese a tener todos los parámetros bien controlados sí que puede ser necesario un análisis del agua. Como normal general, un rango de pH entre 6 y 7,5 no debería darnos problema alguno, así como una electroconductividad no superior a 0,8mS/cm (aproximadamente, y siempre dependiendo del tipo de sales disueltas en el agua). Por supuesto, regaremos siempre el medio de cultivo antes de sembrar, de esta forma evitaremos que la semilla quede enterrada a demasiada profundidad (como sucede a veces si regamos justo tras haber sembrado).
¿Siembra directa o semillero?
Es una cuestión importante y que hace que merezca la pena investigar un poco antes de decidirse por un método u otro. Algunas hortalizas, como las zanahorias o los rábanos, prefieren una siembra directa en el sitio de cultivo definitivo, mientras que otras arrancan mucho mejor si son germinadas antes en semilleros o almácigos. Fijaos bien en las necesidades de cada una y aplicad el método que corresponda, los resultados serán mucho mejores. Como norma general, enterraremos la semilla a una profundidad de 3-4 veces su tamaño.
La temperatura
Aunque sembremos semillas de temporada, debemos ser cuidadosos a la hora de elegir el emplazamiento final de nuestro cultivo, así como la ubicación exacta de cada variedad en caso de cultivar diversas hortalizas en el mismo huerto (como suele ser habitual). Colocaremos las que más calor necesiten en el lugar con mayor exposición solar. En caso de cultivar plantas como tomateras, que más adelante pueden dejar a la sombra una parte del huerto durante varias horas al día, las sembraremos en el lugar que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Si vamos a germinar las semillas en semillero y un pequeño invernadero con calefacción (una opción más que recomendable), debemos procurar mantener un rango de temperaturas que no baje de unos 12ºC y no sobrepase los 23ºC. Abrirlo durante unos minutos al menos una vez al día ayudará a que la alta humedad no cause problemas, lo que también puede controlarse con las rejillas de ventilación que suele haber en la cubierta de este tipo de propagadores.
En caso de germinar en exterior, durante los primeros días es recomendable emplazar los semilleros en algún lugar bien iluminado, pero no en sol directo a poder ser. Las pequeñas plántulas son delicadas aún, y demasiadas horas de sol directo en según qué época del año pueden resultar contraproducentes.
Etiquetado
Aunque el día de siembra no pueda parecernos demasiado importante, conviene etiquetar cada semilla que ponemos a germinar, sobre todo - claro está - si cultivamos distintas variedades. Anotar la fecha de germinación nos dará una idea de cuánto ha tardado en nacer la plántula y, posteriormente, en desarrollarse y fructificar.
Como veis, geminar las semillas para nuestro huerto no es complicado, y si seguimos estos sencillos pasos deberíamos poder arrancar nuestro cultivo sin ningún tipo de problema. Un último consejo: especialmente durante los primeros días, intentad proteger los semilleros de pájaros, caracoles y demás visitantes no deseados... semillas y brotes tiernos son una delicia para ellos! Esperamos que estos trucos os sirvan para empezar con buen pie en este maravilloso mundo del huerto, en pocos meses estaréis degustando el fruto de vuestros esfuerzos!
Felices cultivos!