Charas: los orígenes del hachís

Al hablar de hachís, parece claro cuál es el tipo de resina con mayor antigüedad: el charas. Hoy en día podemos consultar diversas fuentes especializadas y todas llegan a la misma conclusión; el hachís elaborado a mano mediante el frotamiento de las flores frescas es, con casi total probabilidad, la forma de hachís más antigua conocida, y además con una diferencia respecto a la segunda técnica más antigua (el cribado de la planta en seco) de siglos.

Hoy vamos a profundizar en la historia de esta técnica (ya milenaria) y te contaremos cómo se hace el charas, cuales son las zonas donde más se utiliza esta técnica y cuáles son las principales diferencias respecto al resto de formas de separar la resina de la planta sin el uso de solventes.

Charas, el hachís más antiguo del mundo

Establecer con exactitud una fecha sobre el origen del hachís es realmente difícil, pues no disponemos de fuentes escritas que citen explícitamente determinada zona o momento en el que se descubriera esta técnica. Uno de los textos más antiguos donde se cita el hachís proviene del s.X en Persia, en un escrito donde Ibn Wassyah habla de los efectos de diversas sustancias sobre el cuerpo, una de ellas la resina de la planta de cannabis.

No obstante, el autor no especifica de qué tipo de resina habla o de qué manera se consiguió, por lo que deberemos aplicar un poco de lógica deductiva para saberlo y poder responder a la pregunta "¿cuál es la forma de hachís más antigua?"

Breve historia del consumo del hachís

En este post os mostramos los orígenes y la procedencia del hachís. Son muchas las leyendas, textos e informaciones que nos cuentan los inicios de las extracciones de tricomas de marihuana por este motivo hemos realizado un resumen explicativo de aquellas leyendas, textos y hechos significativos que nos ayudan a entender la expansión de consumo del hachís en todo el mundo tal y como podemos ver hoy en día.

Comencemos por el principio, por los hechos que conocemos gracias a las pruebas encontradas:

• El cannabis es una planta que ha sido cultivada por la humanidad desde hace milenios
• Las plantas de cannabis antiguas ya producían tricomas, donde se producen cannabinoides y terpenos
• No existía maquinaria para ayudar en la cosecha ni, por supuesto, para cribar plantas o hacer extracciones con solventes

Con estos datos en mente, imagina la escena: si tenemos a un grupo de agricultores de cannabis cosechando sus plantas a mano, no resulta demasiado raro pensar que, más pronto que tarde y tras estar horas manipulando flores frescas, estos protogrowers de exterior se dieran cuenta de que sus manos quedaban cubiertas por una capa de una sustancia marrón, pegajosa y extremadamente aromática... ¡se trataba de Charas, ni más ni menos!

Si tenemos en cuenta las inquietudes que la humanidad viene demostrando desde sus primeros pasos por esto de experimentar con sustancias que modifican su estado de conciencia, tampoco resulta demasiado aventurado pensar que probaran esta sustancia (probablemente ingiriéndola) y se dieran cuenta de lo que tenían entre manos, nunca mejor dicho. Todo esto parece bastante factible, aunque... ¿Cuándo se dieron cuenta de que frotando flores frescas con sus manos conseguían esta sustancia? ¿Cuándo descubrieron las propiedades de la misma? ¿Se dieron estos hechos en la misma zona  o en varias? Lamentablemente, desconocemos las respuestas a estas preguntas.

Como hacer hachís casero en seco

En este post os mostramos el mejor método para poder escoger los tricomas de resina más adecuados y realizar de este modo unas extracciones de resina caseras de gran calidad mejor que cualquier hachís comercial procedente del mercado negro.

Orígenes del Charas

Sabemos que se menciona el hachís en textos del s.X, así como también que ya en el sXI se había extendido la costumbre de ingerirlo en diversas zonas a lo largo de Oriente Medio. Sabemos asimismo que el hachís cribado en seco no empezó a cobrar verdadera importancia hasta el s.XIV-XV, así que debemos asumir que, durante siglos, el hachís hecho a partir de flores frescas - el charas - era el único derivado del cannabis existente.

Si bien todas las pistas parecen apuntar a la zona de Oriente Medio como cuna del hachís, más concretamente del elaborado por frotamiento de cogollos frescos, es curioso observar cómo, hoy en día y desde hace ya tiempo, esta costumbre se habría sustituído por el cribado en seco en dicha zona, mientras que la costumbre de hacer charas habría quedado limitada a unas pocas zonas en las faldas del Himalaya, mucho más húmedas.

¿Y qué tiene que ver la humedad ambiental con todo esto? ¡Mucho! En las zonas donde se produce charas, como Nepal o el Norte de India, resulta prácticamente imposible cribar cogollos secos para separar la resina de ellos. De hecho, resulta difícil incluso secar las flores hasta que no termina el monzón, así que la manera más fácil de producir hachís es elaborando charas en el momento de la cosecha.

Así, vemos como una vez se estableció el cribado en seco como forma más eficiente (mucho más, te lo aseguramos) que el frotamiento para conseguir hachís, este nuevo método fue mayormente utilizado en cualquier zona con clima seco donde se cultivara cannabis, mientras que el antiguo método de frotamiento quedó restringido para aquellas zonas donde cribar plantas en seco resultaba realmente complicado dada la alta humedad ambiental.

¿Cómo se produce el charas?

El proceso para producir charas es tan sencillo como laborioso. El productor espera hasta que las plantas están en su punto óptimo, corta y apila las ramas tras retirarles las hojas más grandes, tras lo cual se lava concienzudamente las manos y las deja secar al sol. Una vez secas, coloca una rama frente a él de manera vertical y, con ambas palmas de las manos las va frotando ligeramente arriba y abajo, hasta que una fina capa de hachís las recubre. Separa esta resina cuidadosamente y sigue frotando hasta conseguir una nueva pieza, que dejará separada de la primera distinguiendo así dos calidades. Una vez ha estimado que la rama no dará más resina sin desprenderse de demasiados contaminantes, pasa a la siguiente y repite la operación.

Visto el sistema, no resulta extraño pensar que, en un solo día de trabajo, se consigue muchísima más cantidad de resina cribando plantas en seco que haciendo charas, motivo por el cual el nuevo sistema tuvo tal éxito y acabó por sustituir al tradicional allí donde era aplicable. ¡Ya en el s.XV se hubiera necesitado un ejército de productores para cubrir la demanda mundial de hachís con charas, y disponer además de mucho, mucho tiempo!

Tipos de charas

De la misma forma que sucede con otros tipos de hachís, el charas de determinadas zonas ha adquirido especial fama por su calidad o potencia, ya sea por la genética utilizada, por cuestiones de clima o por las buenas manos de los agricultores y productores de dichas zonas. Un buen ejemplo son las famosas Temple Balls de Nepal, piezas de charas a las que se da forma redondeada y que conquistaron a los viajeros del Hippie Hashish Trail durante los años 60 y 70 por su calidad y exótico sabor, muy especiado.

Otro ejemplo podemos encontrarlo en zonas como Kashmir o Himachal Pradesh, al norte de India, de donde salen charas conocidos como Malana Cream (procedente del valle de Parvati) o Idukki Gold (también llamado Kerala Gold, procedente de zonas menos septentrionales).

Sea como sea, si alguna vez tienes la suerte de toparte con un buen charas no dejes pasar la oportunidad...¡tendrás un tesoro con siglos de tradición entre tus manos!