Cannabis en Líbano: un hachís legendario

Tradicionalmente, Líbano ha sido uno de los puntos calientes del cultivo de cannabis y de la producción de hachís en Próximo Oriente. Hasta 1970 aproximadamente, la región era conocida por su prosperidad, siendo el centro financiero de toda la zona;  no en vano, llego a conocerse a Líbano como la Suiza de Oriente Próximo. Azotado por una cruenta guerra civil entre 1975 y 1990, la situación económica no ha sido la misma desde entonces, promoviendo en parte que muchos cultivadores corran el riesgo de escoger la marihuana como principal fuente de ingresos.

Líbano fue habitado desde tiempos prehistóricos y ha sido influenciado por varias civilizaciones a lo largo de los siglos, incluyendo a los fenicios, los griegos, los romanos, los árabes, los otomanos y los franceses. Durante la Segunda Guerra Mundial, Líbano fue ocupado por Francia y luego por Gran Bretaña.

En 1943, Líbano obtuvo su independencia del mandato francés y se convirtió en una república. Sin embargo, y pese a lo complicado de su situación durante el s.XX, Líbano ha continuado siendo un punto de referencia en cuanto a cultivo de cannabis y producción de hachís. En este artículo te contamos más sobre este país y su tradución cannábica.

Cultivo de cannabis tradicional en Líbano

El debate sobre en qué zona nació el cribado de la resina en seco del cannabis para la obtención de hachís es tan interesante como histórico. ¿Afganistán o Líbano? ¿Dónde nació el hachís cribado en seco? Tradicionalmente, el hachís se había obtenido mediante el frotamiento de las flores frescas (lo que vendría a denominarse charas).

Sin embargo, y con el auge de la demanda a partir del s.XV, el cribado en seco se convirtió en el método más popular para producir hachís, siendo mucho más efectivo que el anterior. Su única pega: era difícil usar este método en zonas húmedas como el norte de India o Nepal, así que fue en áreas como Afganistán o Líbano donde este método de separación de las gándulas de resina realmente cobró vida para acabar imponiéndose como principal técnica de producción de hachís.

Si bien Líbano nunca ha sido uno de los principales países productores de cannabis, tradicionalmente - también a día de hoy - sí lo ha sido en cuanto a la producción de hachís, lo que demuestra que la mayor parte de marihuana cultivada en esta región se destina a la producción de este concentrado de resina. Antes de que Marruecos se convirtiera en el rey indiscutible en cuanto a toneladas producidas al año, Afganistán y Líbano luchaban por el número 1 de la lista de principales países productores de hachís, donde también suelen aparecer Pakistán e India.

El hachís marroquí, orígenes y evolución

Tradicionalmente, y antes del auge del autocultivo de cannabis en España, Marruecos se había convertido en la principal fuente de producto en este país, en este caso de hachís. Si bien este país del norte de África no es uno de los productores históricos de esta sustancia, desde los años 60 se convirtió rápidamente en el mayor exportador mundial de hachís junto a Afganistán. En este artículo os contamos más sobre la historia de la producción de hachís en Marruecos y la situación actual, que ha evolucionado enormemente durante las dos últimas décadas.

Por supuesto, Líbano se convirtió en una de las paradas obligatorias para los peregrinos del Hippie Hashish Trail durante las décadas de 1960 y 1970. Se trataba de una ruta que seguían mochileros, aventureros y, en definitiva, amantes de la buena vida occidentales que viajaban desde Oriente Próximo hasta Asia Central visitando las principales zonas de producción de cannabis y hachís...

No suena como unas vacaciones de pesadilla, ¿verdad? Gracias a estos peregrinos, el hachís libanés alcanzó una cota de fama comparable a la de las Temple Balls nepalíes o al producto afgano, especialmente en cuanto al "rojo libanés", del que hablaremos más adelante.

El valle de Bekaa, paraíso de la marihuana

El valle de Bekaa - a veces escrito Beqaa - es una región situada en el este de Líbano que se extiende desde el río Litani hasta el límite con Siria. Es conocido por su clima cálido y sus tierras fértiles, lo que lo convierte en una importante zona agrícola en Líbano. El valle de Bekaa es conocido por ser una región productora de cebada, trigo, frutas y verduras. Curiosamente, también es famoso por su producción de vino, ya que cuenta con varias bodegas y una tradición vinícola que se remonta a la época de los fenicios.

Sin embargo, el valle de Bekaa también ha sido el escenario de varios conflictos políticos y civiles a lo largo de los años. Durante la Guerra Civil Libanesa, el valle de Bekaa fue una zona de choque entre las diferentes facciones armadas. Posteriormente, también ha sido una zona de operaciones para grupos extremistas durante la guerra civil en Siria.

En cuanto a la producción de drogas, el valle de Bekaa ha sido históricamente una zona importante para el cultivo de cannabis y la producción de hachís en Líbano, a pesar de ser ilegal. La pobreza y la falta de oportunidades económicas en algunas comunidades rurales de Bekaa ha llevado a algunos agricultores a producir hachís como una forma de sustento. Si bien en ciertos periodos el gobierno libanés se ha mostrado más laxo, en los últimos años ha tomado medidas para combatir la producción de hachís en Bekaa, algo que todavía es un desafío importante.

Según informes, la mayoría de la producción de hachís en Líbano se concentra en esta región, conocida por su clima cálido y sus tierras fértiles, condiciones ideales para la marihuana. Como sabemos, la producción de hachís es ilegal en Líbano, aunque a menudo las autoridades hacían la "vista gorda", pues son numerosas las comunidades rurales en Bekaa que, tradicionalmente, han dependido económicamente de la producción de hachís. La situación se agravó para los cultivadores durante la crisis de Siria a partir de 2011, ya que diversos grupos armados luchaban por hacerse con el control de la producción y así financiar sus actividades.

Las buenas noticias: en Abril de 2020, el parlamento libanés votó a favor de una ley según la cual se aprovó el cultivo, producción y venta de cannabis con fines medicinales, un primer paso ya dado por otros países en los que, más pronto que tarde, también se ha legalizado el uso recreativo. veremos como evoluciona la situación en territorio libanés en un futuro.

Hachís libanés: una delicatessen con tradición centenaria

Como hemos comentado, en su momento (todavía hoy para muchos nostálgicos) el hachís libanés era uno de los mejores concentrados de este tipo que podía encontrarse. Con su característico color rojizo como carta de presentación, su sabor especiado y terroso y el potentísimo efecto que provoca, pronto se convirtió en un producto buscado por los más exigentes aficionados.

Sin duda, el buen hacer de los artesanos libaneses y la buena calidad de su genética propiciaron el éxito de su hachís, que se convirtió en uno de los preferidos de los turistas occidentales que se aventuraban a descubrir las principales zonas productoras del mundo.

Mucho se ha escrito sobre la posible procedencia de este particular color rojo de este hash, desde cuestiones genéticas o de contenido de cannabinoides y otras sustancias, hasta climatológicas o de metodología de secado. La verdad, a día de hoy todavía no está claro, pues además el hachís rubio libanés también alcanzó cierta cota de fama por su calidad, en muchos casos también producido en el valle de Beqaa. A veces, hay cosas que es mejor que permenezcan como un misterio...

Feliz cosecha!

Referencias:

• Medical Cannabis in Lebanon: History & Therapeutic, Ethical, and Social Challenges. A Narrative Review, Battoul Fakhry, Mostafa Abdulrahim, Mirna N Chahine
• Legalizing Medical Cannabis in Lebanon: the Complex Interface Between Medicine, Law, Ethics, and Economics, Joseph El-Khoury, Rami Bou Khalil, Anthony Nemer, Sami Richa
• Hashish!, Robert C. Clarke