Fresh Chilled Hash
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Fresh Chilled Hash, una variación del Fresh Frozen
Hace unos meses os presentamos el Fresh Frozen, una modificación sobre la técnica tradicional para hacer hachís con agua y hielo a partir, en este caso, de materia vegetal fresca congelada. En nuestro artículo sobre la extracción Fresh Frozen ya os avanzamos algunas de las ventajas que tiene utilizar la materia vegetal fresca (recién cortada) a la hora de hacer hachís al agua, como el hecho de retener un rango de terpenos mucho más parecido al de la planta en vida, o que la marihuana fresca se tritura mucho menos y, por lo tanto, ensucia en menor medida el producto final.
De esta forma, obtenemos un hachís de gran pureza, tanto por ausencia de adulterantes (lógicamente, no añadiremos ninguna substancia para aumentar el efecto o mejorar la textura del producto) como de contaminantes, pues la resina tendrá una proporción menor de restos vegetales que un hachís elaborado a partir de materia vegetal seca, que se rompe en pequeños pedazos mucho más fácilmente. Además, el sabor de este hachís se parecerá mucho más al de la marihuana en vida, lo que hace que estas resinas ganen mucho en personalidad y características organolépticas propias y únicas.
Como vimos también en nuestro post sobre cómo hacer hachís al agua, el hecho de congelar la manicura o cogollos que usaremos para la extracción permite que el tricoma se separe mucho más fácilmente de la materia vegetal que en caso de estar, por ejemplo, a temperatura ambiente. Así, y especialmente en la primera pasada, conseguimos separar el mayor número posible de tricomas, aprovechando el frío extremo de la materia vegetal congelada. Este sistema funciona perfectamente tanto si usamos material seco como recién cortado (fresco), aunque como veremos a continuación, presenta también algún inconveniente - de fácil resolución cuando conocemos un poco de teoría - especialmente si utilizamos materia fresca congelada y queremos realizar más de una pasada (o una primera pasada larga).
La formación de cristales o nucleación de hielo
Como hemos comentado, congelar la materia vegetal nos permite una separación más rápida y efectiva que a mayores temperaturas, aunque como también hemos dejado entrever, este sistema presenta también desventajas, especialmente si hablamos de hacer una primera pasada relativamente larga o si queremos hacer varias pasadas que conserven un mínimo de calidad usando materia fresca. Cuando uno quiere hacer varias pasadas con material fresco congelado (fresh frozen), a menudo observa como el color de la segunda pasada y posteriores es mucho más oscuro que el de la primera pasada, restando calidad a la extracción de resina. Veamos ahora por qué sucede este fenómeno y cómo podemos evitarlo.
Al congelar materia vegetal fresca (esto sucede también en las plantas que se encuentran en su medio natural cuando hay heladas) se forman cristales de hielo dentro de los tejidos vegetales - fenómeno conocido como nucleación de hielo (formación de cristales a partir de un líquido) - con lo que se causan daños tanto a nivel intracelular (protoplasma) como a nivel extracelular. Este proceso afecta en mayor o menor medida a los tejidos dependiendo de diversos factores, como la resistencia natural de la especie vegetal en cuestión a las heladas, la velocidad de congelación, el ritmo de deshielo tras ésta o la temperatura mínima alcanzada. Así pues, los daños no dependen tanto de la temperatura mínima como de si se forman o no cristales de hielo. Lamentablemente, y dada su naturaleza, muchas variedades de cannabis no toleran bien las heladas y son especialmente sensibles a este fenómeno.
A partir de temperaturas entre -3ºC y -5ºC, empieza a formarse escarcha en la superficie de los tejidos. Rápidamente, y teniendo en cuenta que la planta en fresco está compuesta en un 80% de agua, se forman también cristales de hielo dentro de los tejidos, en los espacios intercelulares (entre las células), en los vasos del xilema y en las cavidades subestomáticas. Este fenómeno causa que el protoplasma (todo interior de la célula incluyendo el núcleo y el citoplasma) se deshidrate y resulte gravemente dañado, de manera que la célula se colapsa a medida que el hielo se expande. Las paredes de las células resultan dañadas y perforadas por los cristales de hielo, que liberan clorofila procedente de la membrana de los tilacoides, dentro de los cloroplastos. Pero...¿cómo afecta todo esto a nuestro Fresh Frozen?
Mientras hacemos la primera pasada, el material verde está todavía congelado, por lo que los cristales que se han formado dentro de los tejidos "taponan" las perforaciones que pueda presentar la epidermis de las hojas/cogollos, y no se libera clorofila en el agua. No obstante, a medida que la materia vegetal se descongela, estos cristales desaparecen y permiten que la clorofila procedente de los cloroplastos se libere en el agua y se mezcle con la resina, que queda teñida de un color que nada tiene que ver con el que debería presentar. Por este motivo sólo solemos observar este fenómeno cuando hacemos una primera pasada muy larga, o al ir a hacer la segunda y posteriores; dicho de otro modo, conforme la marihuana se va descongelando durante el proceso de extracción con agua y hielo.
¿Como podemos evitarlo? En principio, hay básicamente dos soluciones al problema de la nucleación de hielo en la marihuana al elaborar hachís al agua: la primera sería la congelación ultrarrápida o flash freezing, con la que se forman muchos menos cristales y de bastante menor tamaño. La segunda opción, menos costosa e igualmente efectiva, es no congelar la materia vegetal antes de realizar la separación, pero sí enfriarla lo suficiente como para favorecer la separación de los tricomas, más concretamente de las cabezas de los tricomas glandulares. Veamos cómo funciona.
Hacer hachís sin congelar la marihuana
Aunque parezca que esta idea va contra uno de los principios básicos a la hora de hacer hachís (congelar la marihuana), la experiencia nos muestra cómo no es en absoluto necesario llegar a temperaturas bajo cero para poder separar las cabezas de los tricomas glandulares del pie de éstos.
Como sabemos, cuando queremos un hachís de elevada pureza, lo que pretendemos es aislar principalmente las cabezas de los tricomas glandulares (también llamados capitados entallados). Estas cabezas están unidas al pie del tricoma (que puede medir entre 150 y 500 micras de alto) en la llamada zona de absición por las células basales, y tan sólo debe romperse un número de células muy pequeño (en la mayoría de ocasiones solamente 2 células) para lograr esta separación. De esta forma, nos quedamos tan sólo con las cabezas secretoras de cannabinoides y terpenos, dejando el pie del tricoma adherido aún a la materia vegetal, y logrando un hachís de mayor pureza.
En las pruebas que hicimos para este post, los cogollos frescos fueron congelados a -24ºC (Fresh Frozen) en un caso y enfriados a 4ºC (Fresh Chilled) en el otro. Nuestra experiencia nos ha dejado claro que una temperatura de 4ºC es más que suficiente para tener un rendimiento muy parecido en cuanto a cantidad que congelando la marihuana, pero bastante superior en cuanto a calidad.
Sin embargo, esta técnica sí tiene un pequeño inconveniente. Al no poder congelar la materia vegetal y tener que dejarla guardada en la nevera en vez de en el congelador, es muy recomendable hacer la extracción no más de 3-4 días tras la cosecha, de lo contrario el material puede degradarse rápidamente. Si bien esto hace que se nos junte algo de trabajo (cosecha y extracción) en pocos días, como veis los resultados merecen la pena.
Buenos humos!