Bubble Hash: Flores secas vs flores frescas
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Comparación de dos técnicas de extracción de resina
En este artículo vamos a profundizar en dos enfoques distintos a la hora de hacer bubble hash, o lo que es lo mismo, hachís hecho con agua y hielo. Para ello, vamos a realizar dos extracciones, una con flores secas y la otra con flores frescas.
El objetivo de esta prueba es examinar las diferencias en rendimiento y calidad entre estos dos sistemas, así como determinar las ventajas y desventajas de cada uno de ellos. Y es que mientras algunos productores de hachís sostienen que utilizar flores frescas proporciona mejores rendimientos y mayor contenido en terpenos, otros argumentan que el producto final es más estable y duradero en caso de partir de flores secas o curadas. Usar flores frescas representa una gran ventaja por el hecho de no tener que gastar tiempo ni espacio en el secado de las plantas, aunque las flores secas ocupan menos espacio, lo que a su vez supone también una ventaja.
El experimento
Para asegurarnos de que las conclusiones de esta prueba son lo más consistentes posible, vamos a utilizar cogollos de dos fenotipos de la misma variedad, R-Kiem de R-Kiem Seeds, un banco conocido por la calidad de las extracciones que se consiguen con sus genéticas. Así, realizaremos 4 extracciones distintas, probando ambos métodos con cada uno de los dos fenotipos.
Ambas plantas fueron cultivadas en exterior y cosechadas en su punto óptimo de madurez, hacia finales de Octubre. En el momento de la cosecha, la mitad de cada planta se manicuró y congeló, mientras que el secado y curado de la otra mitad se realizó en un lugar oscuro, a unos 13ºC y 50/60% de humedad, durante cerca de un mes. Una vez secas, se envasaron en bolsas zip y se congelaron durante otro mes antes de ser procesadas.
Se utilizaron los mismos materiales y técnicas en cada una de las extracciones, con la única diferencia que el material seco se hidrató antes de ser procesado, lo que resulta en una mejor calidad pues la materia vegetal se tritura mucho menos durante el proceso, reduciendo el contaminante encontrado en la resina final. Simplemente dejamos las flores secas en remojo (en agua muy fría) durante 20-30 minutos antes de proceder a la extracción.
Proceso de extracción
En este caso usamos una máquina lavadora para extracción de hachís de tamaño medio, aunque pueden encontrarse de tamaño mayor o menor. En caso de no disponer de lavadora, siempre se pueden usar unos cubos y agitar manualmente la mezcla de agua, hielo y materia vegetal.
En el mercado pueden encontrarse muchos tipos de mallas para la extracción de resina, de distintas calidades y micrajes. Para este artículo hemos usado el kit de 5 mallas de Pure Extract Bags, que consta de una malla de 220 micras para retener la materia vegetal y 4 mallas para la recolección de los distintos tamaños de tricomas, desde 160 micras, 120, 73 y hasta 25 micras. Usar una bolsa para lavadoras de 220 micras es una buena idea, especialmente para conservar la lavadora lo más limpia posible.
Realizamos varias pasadas o lavados en cada una de las 4 extracciones para conseguir separar el mayor número posible de tricomas de la materia vegetal. Empezamos con una primera pasada de tres minutos, tras lo que recogimos la resina resultante. Esta primera pasada fue seguida de una de 6, 9, 12 y finalmente 15 minutos, momento en el que la calidad del producto obtenido era visiblemente inferior al conseguido en las anteriores pasadas y en el que decidimos detenernos.
Comparativa de rendimientos
Pese a que no pudimos pesar el material que secamos en el momento de la cosecha, como regla general se estima que un cogollo seco ha perdido un 70-75% de su peso debido a la pérdida de humedad respecto a su estado fresco. Por ello, era evidente que el % en rendimiento (peso en resina por peso en flores) sería superior en el caso de usar flores secas.
En la tabla (1) que acompaña este texto se refleja claramente este principio, con las flores secas ofreciendo un porcentaje sensiblemente superior que el material fresco. Sin embargo, si ajustamos estos valores a la pérdida de peso del material seco y hacemos el mismo cálculo, nos damos cuenta de que el rendimiento de la extracción con material fresco es mayor que con flores secas. Digno de mención fue el rendimiento de RK#1, que como podéis ver en la segunda tabla (2) prácticamente dobló al de RK#2.
Una vez vistos los distintos rendimientos, es momento de fijarnos ahora en la calidad de los productos obtenidos.
Comparativa de calidad
Como hemos visto en las tablas, las extracciones con material fresco tuvieron un rendimiento mayor que las realizadas con flores secas. Pero lo que no cuentan dichas tablas es la considerable diferencia en cuanto a calidad y sabor de las resinas. Especialmente las primeras pasadas con material fresco mostraron un color más claro y una evidente mayor presencia de terpenos, siendo también mucho más pegajosas al tacto.
Una vez probamos cada una de las muestras con nuestro clavo eléctrico a 260ºC, se hizo evidente que las resinas provenientes de flores frescas no dejaban residuo alguno en el clavo, licuándose al instante, mientras que las hechas a partir de flores secas sí dejaban una pequeña cantidad de residuo (lo que indica una pureza inferior que las primeras).
Si nos fijamos en el rendimiento por micrajes, y como podéis ver en el siguiente gráfico circular, las primeras pasadas con material fresco salen ganando claramente. No obstante, la resina obtenida de flores secas se comportó de manera más estable y - en especial las últimas pasadas - tenía menor contenido en clorofila.
Otros factores a tener en cuenta
Muchos amantes del hachís prefieren realizar sus extracciones con material seco pero no curado, con apenas unos días/semanas de secado. Sin embargo, de vez en cuanto se encuentran plantas que ofrecen un producto espectacular en caso de ser trabajadas en fresco, tanto por calidad como por rendimiento.
Cuando buscamos fenotipos concretos para la elaboración de hachís necesitamos fijarnos primero en los criterios básicos de selección (facilidad de cultivo, producción, aroma, efecto, etc.) pero también en otros factores, como cantidad de resina o facilidad y velocidad a la que ésta se desprende de las flores durante los sucesivos lavados.
Según nuestra experiencia, la mayoría de plantas requieren de múltiples pasadas o lavados para extraer la mayor parte de la resina. Hemos podido comprobar que las flores secas ofrecen un producto de mejor calidad a medida que vamos realizando pasadas, principalmente por el hecho de que la materia fresca, al descongelarse durante el proceso, libera clorofila en el agua, que acaba tiñendo la resina de un color verde oscuro (como pudimos ver en nuestro artículo sobre Fresh Chilled Hash).
Por otra parte, de vez en cuando se encuentran plantas que liberan la mayor parte de su resina durante la primera pasada, haciendo del segundo lavado una mera formalidad. Un ejemplo de esto lo tuvimos (por desgracia perdimos el clon) en un fenotipo de Blue Cheese de Barney's Farm, una planta que por este motivo resultaba ideal para extracciones en fresco. El hecho de tener que hacer sólo una o dos pasadas a lo sumo hacen que no tengamos que sufrir por la clorofila liberada al descongelarse el material.
La selección es la clave
Si algo nos ha demostrado esta prueba es que la materia vegetal misma dicta cuál es la mejor técnica de extracción, y que sólo el ensayo/error nos permitirá encontrar la manera adecuada de procesar cada planta. Como hemos visto, puede haber significativas diferencias entre plantas de una misma variedad, con la extracción en fresco de R-Kiem #1 dando el doble de cantidad que la misma extracción de R-Kiem #2. No sólo esto, sino que el fenotipo #1 apenas desprendió clorofila durante el proceso al ser procesado en fresco - dando así un producto más claro y translúcido - mientras que la extracción del material seco era visiblemente más oscura. En cambio, el fenotipo #2 produjo un hachís de mejor calidad en el caso de flores secas, pues la extracción realizada en fresco pronto se contaminó con clorofila.
Vemos pues como partiendo de dos plantas de la misma variedad, similares en apariencia, aroma y rendimiento en flores, han ofrecido resultados muy distintos en cada técnica de extracción, con R-Kiem #1 mostrándose ideal para extracciones en fresco y R-Kiem #2 haciendo lo mismo pero para trabajar con flor seca. Sin embargo, y dada la diferencia en cantidad y calidad demostrada por el fenotipo #1, sin duda sería la planta que nos quedaríamos como madre en caso de estar interesados en la producción de hachís.
En el siguiente video, vemos el proceso de Bubblehash con hierba verde congelada:
Sin duda, la satisfacción de encontrar el fenotipo adecuado para la extracción que más nos interesa merece el esfuerzo.
Felices concentrados!