Cómo preparar un Supersoil orgánico
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En anteriores artículos hemos visto cómo podemos ayudar al medioambiente - y a nosotros mismos - gracias al cultivo orgánico. Sin lugar a dudas, prescindir de prácticas agresivas para el suelo y ceñirse al uso de fertilizantes y mejoradores del sustrato 100% orgánicos representa la opción más racional y respetuosa para la Naturaleza, además de proporcionarnos unos resultados de una calidad difícilmente igualable con otro tipo de técnicas o abonos.
Puesto que en el hemisferio Norte pronto empezará la temporada de siembra en exterior, queremos aprovechar para presentaros una estupenda opción de cultivo para este año, que a la larga os ahorrará trabajo y dinero, además de brindaros el placer de consumir un producto 100% natural, orgánico y con la tranquilidad de incluso haber mejorado el sustrato utilizado, al contrario de cuando se utilizan otros tipos de nutrientes. Estamos hablando del Supersoil, una mezcla explosiva para vuestros cultivos y que detallamos a continuación.
¿Qué es el Supersoil?
A grandes rasgos, un Supersoil es un sustrato para cultivo que contiene todos los nutrientes y vida microbiana necesarios durante todo el ciclo de vida completo de la planta. Seguro que muchos habréis usado sustratos orgánicos más o menos abonados, de manera que tarde o temprano habéis tenido que añadir algún tipo de abono para evitar la aparición de carencias de nutrientes y el consecuente descenso en el rendimiento total de las plantas. Bien, con un Supersoil eso no debería suceder, pudiendo regarse las plantas exclusivamente con agua durante todo el cultivo.
No es la primera vez que os hablamos de la importancia de la microvida en el sustrato; gracias a ella - y como ya vimos en nuestro artículo sobre la cadena alimentaria del suelo - puede establecerse una relación simbiótica entre los microorganismos y las plantas, de manera que además de un mejor aprovechamiento de los nutrientes presentes en el suelo, se van produciendo nuevos elementos nutritivos tanto para las plantas como para la propia microvida. En definitiva, vendría a representar la definición textual de lo que hoy llamaríamos una relación win-win, donde todos los elementos presentes salen ganando.
La cadena alimentaria del suelo en el cultivo de cannabis
En este post os explicamos qué es la cadena alimentaria del suelo y cómo podemos utilizar la microvida presente en él para conseguir excelentes cosechas de calidad superior de una forma más respetuosa con el medio ambiente y con nuestra propia salud. Una excelente manera de cultivar de manera 100% orgánica en la que todo tiene una razón de ser.
Gracias a la presencia de bacterias, hongos y otros microorganismos beneficiosos, así como a los nutrientes ya contenidos de partida, un Supersoil proporcionará todo lo necesario para que las plantas se desarrollen de manera normal y correcta, estableciendo ese ecosistema basado en la simbiosis en el sustrato; además, el cultivador ahorrará tiempo y dinero durante todo el cultivo al no tener que usar ningún tipo de abono o aditivo, consiguiendo un producto 100% orgánico y de la mejor calidad. Si a esto le sumamos que se trata de la manera de cultivar más respetuosa con el medioambiente, sin duda estamos ante un cóctel ganador!
De esta forma, con el uso de Supersoil se consigue un sustrato sano y vivo, rico en nutrientes, microorganismos beneficiosos, ácidos húmicos y fúlvicos y materia orgánica rica en carbono, todo lo que nuestras plantas, flores u hortalizas necesitan para fructificar generosamente. Tendremos un control total sobre los nutrientes presentes en el suelo y - más importante todavía - sobre su origen 100% orgánico, además de conseguir una mayor producción de compuestos como los terpenos y haber mejorado el suelo donde hemos cultivado.
Cómo preparar un Supersoil
En nuestros artículos sobre Bokashi y compost ya hemos introducido la idea de cómo preparar un medio de cultivo (o para optimizar el mismo) totalmente orgánico. De forma parecida, aunque con sus diferencias, hoy veremos cómo preparar un super sustrato rico en nutrientes y microorganismos listo para su uso directo, tanto en tierra madre como en maceta. Sin duda, y como veremos, el gran inconveniente de este sistema es el tiempo necesario para dejar curar el sustrato, así como el espacio necesario para su preparación. No obstante, os podemos asegurar que merece la pena el esfuerzo!
Como resulta lógico pensar, para tener un buen Supersoil vamos a necesitar principalmente, un sustrato base por un lado, los principales macro y micronutrientes por otro, y por supuesto la vida microbiana. Además, y en caso de que el sustrato base no los lleve, añadiremos también algún elemento para mejorar la aireación, el nivel de retención de humedad o la esponjosidad del medio de cultivo, también para estabilizar el pH del mismo.
Para preparar el Supersoil vamos a necesitar un recipiente grande (donde quepa todo el sustrato a preparar) o directamente una lona sobre el suelo donde realizar la mezcla. Iremos añadiendo cada uno de los ingredientes elegidos según su correspondiente proporción, mezclando bien tras añadir cada uno de los elementos para conseguir una mezcla uniforme. Una vez bien mezclados todos los ingredientes, se hidratan un poco con un pulverizador o manguera (lo ideal es hacerlo mientras se mezclan) y se cubren con la lona.
A continuación deberán transcurrir unas 4 semanas antes de que nuestro Supersoil esté bien curtido y listo para su uso. Durante estas semanas es conveniente remover la mezcla cada 5 días aproximadamente, volviendo a hidratar la mezcla si es necesario. Veamos ahora cuáles son algunas de las opciones más utilizadas para cada ingrediente...
Ingredientes para elaborar Supersoil
Sustrato base:
Deberá ser esponjoso, aireado y ligero, con un pH ligeramente ácido. En muchas ocasiones se utiliza sustrato comercial para el cultivo de cannabis. Si preferís prepararlo vosotros, una buena mezcla es:
- 25% Tierra de calidad
- 25% Vermiculita
- 25% Mezcla de fibra de coco y perlita al 50/50
- 25% Compost, que podéis hacer vosotros mismos en casa
Nutrientes:
Debemos añadir los 3 principales nutrientes para el cannabis; nitrógeno, fósforo y potasio. Además, se añadirán también el resto de micronutrientes (Zn, B, Mb, S, Mn...). Por supuesto, podemos "complicarnos" todo lo que queramos en relación a los distintos elementos y su origen, aunque para haceros las cosas más fáciles mencionamos a continuación algunas de las fuentes más utilizadas para este tipo de sustrato:
- Humus de lombriz: Sin duda, se trata de uno de los abonos estrella en cultivo orgánico. Proveniente de ciertos tipos de lombriz, representa una excelente fuente de nitrógeno para las plantas. Además, aporta también otros nutrientes, ácidos húmicos y fúlvicos, y favorece la aparición de vida microbiana en el medio de cultivo. El humus de lombriz suele usarse en una proporción de entre 10-30% del sustrato.
- Harina o polvo de sangre: Otra fuente de nitrógeno totalmente orgánica, en este caso proveniente del procesado de la sangre animal.
- Guano de murciélago: El guano es otro de los abonos orgánicos más populares en cultivos, especialmente en el de cannabis, aunque en este caso deberemos fijarnos bien en su composición. Mientras que el guano de algunas marcas contiene básicamente fósforo, el de otras puede ser rico también en nitrógeno, algo a tener en cuenta a la hora de elegir los abonos y sus respectivas proporciones.
- Harina o polvo de huesos: De origen similar a la harina de sangre, los huesos pulverizados son una excelente fuente de fósforo y calcio, dos importantes elementos para las plantas. Puesto que necesita más tiempo para descomponerse que la harina de sangre, es conveniente mezclarla con el sustrato unas 4 semanas antes de empezar el cultivo.
- Kelp (algas): Conocidas como Ascophyllum nodosum, el Kelp es cada vez más utilizado en todo tipo de cultivos orgánicos. Además de aportar nutrientes, también proporciona vitaminas, fitohormonas, oligoelementos y ácido algínico, entre otros. Otra clase de algas muy demandadas durante los últimos años, y con similares propiedades, es la espirulina.
- Ceniza de palmera: Representa una potente fuente de potasio que a menudo se utiliza junto a algún guano rico en fósforo para propiciar una floración explosiva. Las cenizas de palmera suelen contener también una buena cantidad de magnesio, otro importante elemento para un correcto desarrollo.
Vida Microbiana
Se trata, como ya hemos visto, de otro de los elementos indispensables en este tipo de medios de cultivo. Gracias a la vida microbiana podrá establecerse la cadena alimentaria del suelo, de manera que, además de producirse nuevos nutrientes, éstos serán aprovechados de manera más efectiva, aumentándose en gran medida la tasa de asimilación. Por si esto no fuera suficiente, una buena colonia de microvida beneficiosa prevendrá la aparición de los temidos hongos del sustrato y otros organismos perniciosos para los cultivos.
En caso de añadir tanto bacterias como hongos beneficiosos (un ejemplo clásico sería el Trichoderma harzianum), recordad que siempre es preferible añadir primero las bacterias y esperar unas dos semanas para añadir los hongos. Debido a la alta tasa de colonización del sustrato de éstos, y en caso de añadirse juntos al mismo tiempo, los hongos apenas dejarían espacio físico disponible para que las bacterias establezcan sus colonias. Podéis encontrar multitud de opciones en nuestra sección de Vida Microbiana.
Otros ingredientes
A parte de estos 3 grandes grupos de elementos a añadir a nuestro Supersoil, podemos utilizar otros ingredientes que nos ayudarán en el mantenimiento de las plantas y que además mejorarán la simbiosis establecida en nuestro sustrato. Estos son algunos de ellos:
- Dolomita: Ideal para estabilizar y regular el nivel de acidez del sustrato o pH, la dolomita es un mineral muy utilizado tanto para optimizar la asimilación de nutrientes como para ayudar a la vida microbiana a establecerse.
- Carbón vegetal: El carbón incrementa el grado de absorción y de aireación del sustrato, liberando macro y micronutrientes poco a poco. Además, mejora la fertilidad de muchos suelos, especialmente de los ácidos.
- Melaza negra: La melaza negra de caña de azúcar representa un excelente alimento para la vida microbiana del sustrato, por lo que muchos cultivadores la utilizan para acelerar el establecimiento y actividad de ésta.
Una vez hemos dejado reposar la mezcla durante aproximadamente 30 días (removiéndola, como hemos dicho, cada 5 días), todos los componentes del Supersoil han quedado totalmente descompuestos, de manera que ya podemos utilizarlo ya se trate de cultivo en pleno suelo o en macetas. Es importante anotar bien la proporción de cada ingrediente de cara a futuras preparaciones, pues siempre es posible que queramos ajustar la mezcla al cultivar alguna variedad o planta en particular.
Felices cosechas!