Cómo hacer Rosin con hachís

La técnica Rosin se ha popularizado enormemente durante los últimos años, especialmente debido a que muchos consumidores prefieren dabbear concentrados producidos sin solvente.

Sin embargo, no es esa la única ventaja de este tipo de concentrado: se trata de un método seguro (pues no existe el riesgo de explosiones que conlleva el uso de butano, propano o alcoholes); es también rápido (ningún otro sistema de extracción o separación puede proporcionarnos un dab tan rápidamente); y es además barato, pues no es necesario un costoso equipo para llevarlo a cabo. Así, cualquier usuario puede producirse sus propios extractos de cannabis libres de solvente en casa de una forma rápida y segura, tan sólo necesita una plancha de pelo, un poco de papel de horno y algunos cogollos.

Si tuviéramos que buscar algún inconveniente a la técnica de hacer Rosin a partir de cogollos, probablemente sería el hecho de tener que procesar una cantidad considerable de flores para conseguir una pequeña cantidad de producto. El rendimiento con flores secas que ofrece este sistema suele oscilar entre un 10 y un 30% en algunos casos, algo que depende de diversos factores: la genética (la variedad a procesar), el cultivo (la calidad de los cogollos y la resina), la metodología (el calor y presión empleados) y el estado del material a procesar (secado, curado, grado de humedad).

Un número considerable de personas que se inician en este método a menudo se desaniman tras ver los pobres rendimientos que ofrecen las flores de poca calidad, viendo cómo cogollos perfectamente fumables se convierten en apenas unas gotas del preciado extracto. Por este motivo algunos encuentran más satisfactorio hacer Rosin con hachís en vez de con cogollos secos.

Puesto que el hachís es ya de por sí un concentrado de resina de cannabis, los rendimientos son muy superiores, empezando alrededor de un 40% si se prensa hachís comercial de baja calidad y hasta un 90% si se utiliza bubble hash o hachís en seco de primera calidad.

Al igual que sucede si se utilizan flores secas, el rendimiento al usar hachís depende en buena medida del equipo del que se disponga. Lógicamente, una prensa hidráulica o neumática industrial de 30 toneladas y unos platos calentadores de precisión rendirán bastante más que una sencilla plancha de pelo apretada con las manos.

Pese a que una prensa de este tipo no entra en el presupuesto de la mayoría, sí que recomendamos utilizar algún tipo de sargento (los de mordaza rápida funcionan muy bien) para apretar la plancha, de los que encontramos en cualquier ferretería y que nos ofrecen la posibilidad de aumentar la presión en unos 250kg, suficiente para prensar la pieza y extraer la mayoría de material aprovechable. Si utilizamos un tornillo de mesa para apretar la plancha de pelo conseguiremos más presión que con los sargentos, por lo que son también una opción interesante (más cara que unos sargentos, pero sin duda más asequible que una prensa industrial).

Material necesario para hacer Rosin con hachís

• Plancha de pelo. Lo ideal sería poder ajustar la temperatura de las placas a 100ºC
• Papel de horno (es MUY IMPORTANTE que no sea papel encerado). Podemos encontrarlo blanqueado y sin blanquear. Algunas marcas son mejores en cuanto a durabilidad y capacidad antiadherente, lo mejor es probar los distintos tipos que encontremos en nuestra zona. Por supuesto, podéis utilizar el papel para extracciones RAW.
• Filtro. Necesario para evitar que impurezas y pequeños fragmentos de hachís ensucien el extracto. Aunque podemos usar filtros de café, existen mallas extractoras que resultan más eficientes, limpias y prácticas
• Termómetro infrarojo. Nos servirá para medir la temperatura de las palas (en caso de que la plancha no tenga control de temperatura o debamos dejarla apagada unos segundos hasta que se enfríe a 100ºC) o para comprobar la medición de nuestra plancha en caso de que sí disponga de control de temperatura hasta los 100ºC
• Sargento. No es esencial pero resulta muy útil y barato además de aumentar significativamente el rendimiento
• Dabber. O herramienta similar para recoger el rosin del papel de horno.
• Hachís. Dependiendo del tamaño de las placas calentadoras pueden procesarse hasta 3gr de una vez

Cómo hacer Rosin con hachís

Empezamos cortando un rectángulo de filtro de café (en caso de no tener bolsas de malla). Debe ser lo suficientemente grande como para, una vez doblado, ocupar la mayor parte de las placas calentadoras de la plancha. Dejaremos también 1-2cm de margen en cada lado para poder doblarlos.

Deberíamos formar una pieza de igual forma con el hachís que vamos a prensar, un poco más pequeña que el envoltorio de filtro de café que hemos hecho. Metemos la pieza de hachís en su interior teniendo cuidado de que ésta no llegue a llenar por completo el envoltorio, lo que podría provocar que éste se quemara durante el prensado y contaminara el extracto con impurezas provenientes del hachís. Doblamos el envoltorio y lo metemos entre papel de horno.

En caso de utilizar bolsas de malla, aplicaremos los mismos principios que con los filtros de café, dejando siempre una pequeña parte de la malla alrededor de los bordes de la pieza de hachís sin llenar.

Una vez tenemos nuestro envoltorio metido entre papel de horno, podemos encender la plancha y ajustar la temperatura a 100ºC. Si la temperatura mínima de la plancha es superior, podemos apagarla una vez llegue a la temperatura máxima e ir controlando la temperatura de las placas con nuestro termómetro infrarojo. Una vez llegue a 110-100ºC, podemos realizar el prensado del hash.

Temperatura y Rosin

La textura del Rosin depende de varios factores, uno de ellos la calidad del hachís que prensaremos. El material de calidad prensado a bajas temperaturas (100ºC o menos) suele resultar en una textura parecida al wax o al budder y un contenido máximo de terpenos. El mismo material prensado a temperaturas más altas (alrededor de 120ºC) se convertirá en un concentrado más estable y potente, con una textura más parecida al shatter, aunque con un contenido en terpenos más limitado. Aun así, este shatter tenderà a cambiar su textura y volverse más parecido a un budder con el tiempo, especialmente si se conserva a temperatura ambiente.

Una vez tenemos la plancha de pelo a la temperatura deseada colocamos el envoltorio de papel de horno (que contiene nuestro hash envuelto en el filtro) entre las placas calentadoras, asegurándonos de que quede bien centrado y en contacto total con ellas. Apretamos la plancha con las manos durante unos segundos, en que oiremos cómo el aceite contenido en el hachís pasa a través del filtro. Cuando notemos que éste empieza a adquirir una textura más suave, aplicamos presión con el sargento lentamente hasta llegar al máximo. Si no disponemos de sargento o tornillo de mesa podemos, con mucho cuidado, mantenernos de pie sobre la plancha para aplicar más presión (con el suelo y zapatos limpios, por supuesto!)

En este momento debemos ser muy cuidadosos y no aplicar presión demasiado rápido, lo que podría causar la rotura del filtro, como ya hemos comentado anteriormente. El hachís de primera calidad puede procesarse relativamente rápido, pues se licúa en cuestión de segundos y pasa perfectamente por el filtro. El hachís de inferior calidad contiene más contaminantes (partículas que no se licúan) por lo que debe prensarse más lentamente o a mayor temperatura para poder extraer todo el aceite sin quemar el filtro.

Aplicamos presión durante aproximadamente un minuto (tened en cuenta que esto es orientativo, algún hachís necesitará mas tiempo, otros tipos menos). Puede realizarse un segundo prensado para asegurar que se ha extraído todo el aceite, por supuesto usando papel de horno nuevo para no mezclar las distintas calidades. Si el rendimiento en la segunda prensada es considerable, significa que no hemos aplicado suficiente presión o no hemos prensado durante suficiente tiempo durante la primera. Siempre es deseable extraer el máximo de aceite en la primera prensada, pues más y más terpenos y cannabinoides se degradarán con las sucesivas prensadas.

Una vez hemos terminado de prensar dejamos enfriar el papel de horno con nuestro extracto antes de abrirlo. En cuanto se haya atemperado podemos ya retirar el filtro con la pieza de hachís (que podemos guardar para una posterior extracción de cannabinoides con alcohol).

Juntamos y recogemos todo el extracto con el dabber o sencillamente doblando el papel mientras procuramos que todo el Rosin se vaya juntando.  Recomendamos no conservar concentrados de calidad en papel de horno, pues con el tiempo pueden atrapar fibras del papel. La mejor manera de conservar el Rosin en perfecto estado es con láminas de PTFE o en botes de cristal.

Para disfrutar al máximo del sabor de vuestros concentrados os recomendamos el uso de un clavo eléctrico de titanio o un banger de cuarzo. Estos nuevos aparatos combinan un control digital de temperatura y un elemento calentador, lo que garantiza una temperatura perfecta para dabbear y aprovechar al máximo los terpenos y cannabinoides. Sin duda, tras el esfuerzo de cultivar, cosechar y extraer el mejor concentrado posible merecemos la mejor recompensa!

Felices concentrados!