Efectos de las setas alucinógenas (medicinales y recreativos)
Lista de contenidos
- ¿Cómo funciona la psilocibina en nuestro cerebro?
- Psilocibina para el crecimiento de células cerebrales
- Una navaja de doble filo para las enfermedades mentales
- Usos medicinales potenciales de la psilocibina
- ¿Qué efectos provocan las setas mágicas desde el punto de vista recreativo?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios físicos de las setas mágicas?
- ¿Cuáles son los riesgos de los hongos alucinógenos?
Desde la antigüedad, los humanos han disfrutado de una relación mística con los hongos que contienen el compuesto alucinógeno psilocibina. Las pinturas rupestres del desierto del Sahara que datan de al menos 7.000 años representan dioses de los hongos y rituales de culto, lo que indica a algunos historiadores que las setas alucinógenas ya se usaban en ese momento. Los misioneros españoles que llegaron al Nuevo Mundo escribieron sobre los usos religiosos de los hongos de psilocibina en el siglo XVI y el consumo recreativo en el mundo occidental apareció a fines de la década de 1950 junto con el movimiento hippie.
Pero en 1971, la psilocibina fue clasificada por los organismos internacionales como droga tipo I y su uso fue prohibido, lo que significaba que no tenía un uso médico aceptado y la posesión se consideraba un delito penal. Por tanto, la investigación del compuesto no pudo comenzar hasta hace relativamente poco tiempo.
Hoy día, la psilocibina está siendo ampliamente utilizada en estudios con humanos, debido a su relativa seguridad, una moderada larga duración de los efectos y una buena absorción después de su administración oral. Y nuevos estudios, junto con las prácticas tradicionales entre los pueblos indígenas, sugiere que estos “hongos mágicos” pueden servir de terapia para una amplia gama de dolencias.
¿Cómo funciona la psilocibina en nuestro cerebro?
La psilocibina, tras convertirse en su metabolito psicoactivo (psilocina) a su paso por nuestra mucosa intestinal, funciona uniéndose a los mismos receptores en el cerebro que la serotonina, un neurotransmisor que ayuda a controlar funciones corporales como el sueño, el deseo sexual y estados psicológicos como la satisfacción, la felicidad y el optimismo.
Las personas con depresión o ansiedad a menudo tienen niveles bajos de serotonina, al igual que las que sufren de trastorno de estrés postraumático, brotes de migraña, anorexia, adicción al tabaco y abuso de sustancias. De hecho, los antidepresivos modernos como el Prozac pertenecen a una categoría de medicamentos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS, que evitan que la serotonina se reabsorba para que permanezca en el cuerpo por más tiempo. Sin embargo, pueden pasar semanas hasta que se produzca una mejoría si los medicamentos funcionan.
Cuando la psilocibina se une a los receptores de serotonina de las células, su estructura física distinta se une en una configuración ligeramente diferente, activándolos de una manera distinta a la serotonina para aumentar la excitabilidad cortical. La excitabilidad cortical es la capacidad de las neuronas para activarse en la corteza, una parte del cerebro que gobierna las emociones y los procesos de pensamiento, por lo que este aumento en la actividad conduce a la avalancha de pensamientos y emociones asociadas con las setas alucinógenas.
De hecho, un estudio sobre el mapeo del cerebro humano realizado por científicos alemanes de la Universidad de Goethe descubrió recientemente que la psilocibina aumenta la actividad en todas las regiones más primitivas del cerebro relacionadas con el pensamiento emocional. Varias regiones distintas en esta parte del cerebro (como el hipocampo y la corteza cingulada anterior) se activan al mismo tiempo, de manera similar al patrón de actividad durante un sueño. Pero el estudio también encontró que los sujetos que tomaban psilocibina tenían una actividad más descoordinada en las partes del cerebro relacionadas con el pensamiento de alto nivel y la autoconciencia.
"Cuando alguien toma psilocibina, vemos un aumento general en la conectividad entre las áreas del cerebro que normalmente no se comunican bien", explican los autores del estudio. "También ves lo contrario: las redes locales en el cerebro que normalmente interactúan entre sí un poco, de repente se comunican menos". Por tanto, se crea un "cerebro muy, muy desorganizado", que finalmente rompe los límites normales entre las secciones de la mente auditiva, visual, ejecutiva y del sentido de sí mismo, creando así un estado de "conciencia alterada", explica por su parte David Nutt, director de la Unidad de Neuropsicofarmacología de la División de Ciencias del Cerebro del Imperial College de Londres.
Y es esa desorganización la que, en última instancia, es terapéutica, según Nutt: "Por ejemplo, las personas deprimidas son continuamente autocríticas y siguen repasando una y otra vez los mismos pensamientos negativos, ansiosos o temerosos”. "Los psicodélicos interrumpen eso, por lo que la gente de repente puede ver una salida a su depresión durante el viaje", agregó. "Los pensamientos críticos son más fáciles de controlar y el pensamiento es más flexible. Es por eso que la psilocibina es un tratamiento efectivo para la depresión".
Psilocibina para el crecimiento de células cerebrales
Pero hay más. Los investigadores teorizan que las sustancias psicodélicas como la psilocibina en realidad ayudan a las neuronas en el cerebro a producir nuevas dendritas, las partes membranosas de una célula nerviosa o neurona que parecen ramas de un árbol, para aumentar la comunicación entre las células. Así, la psilocibina pueden aumentar el crecimiento neuronal, pueden aumentar esta ramificación de neuronas, pueden aumentar las sinapsis, produciendo lo que se conoce como neuroplasticidad.
La neuroplasticidad es diferente de la neurogénesis, que es el desarrollo de nuevas células cerebrales, generalmente a partir de células madre del cuerpo. El crecimiento de las dendritas ayuda a construir y luego solidificar nuevos circuitos en el cerebro, permitiéndonos, por ejemplo, establecer caminos más positivos. En suma, sacudes el cerebro, ves las cosas de una manera más positiva y luego estableces esos circuitos positivos con la neuroplasticidad.
Curiosamente, los ISRS también aumentan la neuroplasticidad, un hecho que la ciencia sabe desde hace algún tiempo. Pero en un ensayo controlado aleatorio de fase 2 de 2022 que comparó la psilocibina con el escitalopram, un ISRS tradicional, los investigadores del Imperial College de Londres descubrieron que este último no generaba la misma magia.
"El ISRS no aumentó la conectividad cerebral y, de hecho, no mejoró el bienestar tanto como la psilocibina", afirma David Nutt. "Ahora, por primera vez, la ciencia del cerebro se alinea con lo que los pacientes dicen después de un viaje: 'Me siento más conectado. Puedo pensar más libremente. Puedo escapar de los pensamientos negativos y no quedarme atrapado en a ellos'".
Se trata en última instancia de permitir que alguien acceda a un nivel más profundo de sus propios procesos mentales, con suerte con una mayor comprensión. Y si las personas realmente cambian la forma en que su cerebro se conecta automáticamente para responder a los desencadenantes de la ansiedad, la depresión o el tabaquismo, eso es una magnífica noticia para la ciencia.
Una navaja de doble filo para las enfermedades mentales
Pero no todas las personas son candidatas para el tratamiento psicodélico. No funcionará en pacientes que actualmente toman ISRS: los receptores en sus cerebros ya están inundados con serotonina. Las personas diagnosticadas con trastorno bipolar o esquizofrenia, o que tienen antecedentes familiares de psicosis, siempre son descartadas de los ensayos clínicos, afirma Frederick Barrett, director asociado del Centro de Investigación Psicodélica y de la Conciencia de la Universidad Johns Hopkins. "Si tienes una vulnerabilidad a la psicosis, podría ser que exponerla a un psicodélico podría desenmascarar esa psicosis o podría conducir a un evento psicótico", explica Barret.
Otro factor a tener en cuenta son las personas con problemas de salud mental que nunca aceptarán someterse a un viaje psicodélico. Para ese grupo de pacientes, los científicos intentan encontrar un enfoque alternativo basado en la microdosificación de la psilocibina, porque resuelve un problema clave de la investigación científica en este campo: es difícil ocultar a las personas lo que están tomando si empiezan a ‘viajar’.
Usos medicinales potenciales de la psilocibina
La capacidad única de la psilocibina para unirse a los receptores de serotonina, así como a otros receptores que los científicos no comprenden completamente, ha dado lugar a una gran variedad de usos médicos potenciales, entre los cuales los cinco que albergan mayor potencial son:
Tratar la depresión severa
Actualmente se están invirtiendo millones en la investigación de la psilocibina para la depresión y otras enfermedades mentales en todo el mundo. Hay muchas razones por las que esto brinda una gran esperanza para el tratamiento, especialmente porque la psilocibina no paraliza a los pacientes con los efectos secundarios de los antidepresivos. También es mucho más asequible en comparación con los medicamentos antidepresivos, y los pacientes pueden disfrutar de un alivio significativo y duradero con solo pequeñas cantidades y en mucho menos tiempo. De hecho, cantidades más pequeñas parecen funcionar incluso mejor que cantidades más grandes. Una investigación de la Universidad Johns Hopkins en 2016 sobre la eficacia de la psilocibina con pacientes que sufrían ansiedad y depresión con base en un diagnóstico de cáncer terminal, describió la magnitud de los efectos observados con la terapia asistida por psilocibina como cuatro veces más eficaz que los antidepresivos tradicionales.
Reducir la ansiedad
Ya mucho antes, en 2010, el Dr. Charles Grob, psiquiatra del Centro Médico Harbor-UCLA, publicó un estudio en ‘Archives of General Psychiatry’ que muestra que la psilocibina tiene el potencial de reducir la ansiedad en pacientes con cáncer en etapa avanzada. El estudio se centró en 12 pacientes que recibieron dos sesiones cada uno, una con psilocibina y otra con placebo. Los investigadores encontraron que con una dosis bastante baja de psilocibina, los pacientes reportaron sentir menos ansiedad y necesitar menos analgésicos.
Trastorno de estrés postraumático
Una investigación publicada en la revista ‘Experimental Brain Research’ en julio de 2016 por científicos de la Universidad de Florida sugiere que la psilocibina en realidad puede restaurar las células cerebrales dañadas. Los científicos entrenaron ratones para que tuvieran miedo de una descarga eléctrica y luego les administraron psilocibina. Descubrieron que los ratones que tomaban psilocibina estaban más relajados y tenían menos miedo, pero también notaron que la psilocibina restauraba las células cerebrales parcialmente destruidas. Los autores sugiere que esto es lo suficientemente prometedor como para merecer más investigación sobre el uso de psilocibina para generar nuevas células cerebrales, así como el uso de psilocibina para tratar el trastorno de estrés postraumático o TEPT (ya que el miedo en los ratones parecía TEPT).
Evitar el abuso de sustancias
Hallazgos recientes también sugieren fuertemente que la terapia con psilocibina es un medio prometedor para tratar el trastorno por consumo de alcohol, una enfermedad compleja que ha resultado notoriamente difícil de gestionar. Un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry encontró que la psilocibina fue eficaz para reducir el consumo excesivo de alcohol en un 83%. Los autores explican que cuando se proporciona psilocibina junto con terapia de conversación a pacientes alcohólicos, esto puede ser útil para forjar nuevas conexiones en el cerebro que son fundamentales para cambiar viejos hábitos y crear otros nuevos, un enfoque puede resultar útil en el tratamiento de otras adicciones, como el tabaquismo y el abuso de cocaína y opioides.
Migrañas y dolores de cabeza crónicos
Toda esta investigación es prometedora, pero un grupo de pacientes tiene esperanzas especialmente altas en la psilocibina. La cefalea en racimo es una dolencia rara que consiste en fuertes dolores de cabeza en un lado de la cabeza, a menudo alrededor del ojo. El dolor se ha descrito como peor que el del parto y la tasa de suicidios entre los que sufren la sufren es 20 veces mayor que el promedio. Grupos de pacientes están recurriendo a setas alucinógenas autocultivadas para curar sus dolores de cabeza, y muchos afirman que lo han probado todo por desesperación, y que la psilocibina es lo único que funciona. El guante fue recogido en junio de 2022 por el Centro de Excelencia para el Dolor de Cabeza de la Facultad de Medicina de Yale. Utilizaron datos de varios informes y encuestas de pacientes para diseñar y realizar estudios preliminares utilizando psilocibina para tratar migrañas y cefaleas en racimo. “En comparación con un placebo, la psilocibina redujo la cantidad de migrañas en aproximadamente un 15 %”, afirmaron los investigadores. “El dolor también se redujo. También hubo una reducción en el deterioro funcional durante el ataque de migraña”.
¿Qué efectos provocan las setas mágicas desde el punto de vista recreativo?
Como hemos visto, los hongos de psilocibina producen cambios en la conciencia y el estado de ánimo, pero también en la percepción y la experiencia sensorial del usuario. Estos cambios se conocen clásicamente como un "viaje" psicodélico. Los efectos clave de la experiencia incluyen pensar en formas nuevas, interesantes o peculiares; tener emociones mucho más conectadas con las experiencias sensoriales; tener tu mirada dirigida hacia adentro, hacia tus propias emociones o carácter; experimentar distorsiones de tiempo; experimentar alucinaciones visuales y auditivas; y, en dosis muy altas, experimentar la muerte del ego, una experiencia intensa cuando el sentido de ti mismo puede (aparentemente) dejar de existir, lo que puede ser aterrador, extraño o esclarecedor, o las tres cosas. No se recomienda una dosis alta, especialmente para los usuarios primerizos o aquellos que no están muy familiarizados con el viaje, ya que la muerte del ego puede ser una experiencia muy intensa.
Variedades de setas mágicas para principiantes
Iniciarse en el mundo de las setas mágicas puede entrañar dudas para el no iniciado, que normalmente desconoce las distintas variedades o no sabe qué dosis será la más adecuada para empezar. En este artículo os aclaramos todas vuestras dudas, desde cuáles son las genéticas más recomendables hasta la dosis adecuada o el ambiente en el que realizar la sesión.
Para dosis más bajas, aquí os dejamos un desglose de los efectos mentales más comunes de los hongos mágicos:
- Mayor energía. Buenas vibraciones sin límites.
- Sentimientos de euforia. Una abrumadora sensación de bienestar y satisfacción.
- Distorsión de la realidad. Una nueva percepción del mundo existente. Un vistazo detrás de la cortina.
- Percepción alterada del espacio y el tiempo. El tiempo y el espacio se distorsionan. Las distancias cercanas pueden sentirse como kilómetros de distancia.
- Sentimientos de excitación extrema. Todo es nuevo y maravilloso. ¡Es hora de explorar ese curioso armario debajo del fregadero!
- Un sentido de unidad o unidad con el universo. Este tipo de experiencia espiritual es una especie de ideal platónico de viajar. Te sientes uno con todos los demás seres vivos.
- Alucinaciones visuales y auditivas. Las cosas se vuelven anormalmente pequeñas o grandes o se doblan y se ondulan. Los sonidos se distorsionan y la música se vuelve insoportablemente hermosa.
¿Cuáles son los efectos secundarios físicos de las setas mágicas?
Los efectos alucinógenos de los hongos mágicos generalmente se producen a partir de unos 30 minutos después de comerlos. La mayoría de los viajes duran entre 4 y 6 horas, pero también es posible que los efectos duren más. Tiende a depender de la cantidad que tomes (la dosificación es fundamental), la potencia del hongo y tu nivel de tolerancia general. Y mientras estás bajo su influencia, dependiendo de estos factores, es posible experimentar efectos secundarios físicos como:
- Dolores de cabeza.
- Somnolencia.
- Pupilas dilatadas.
- Incapacidad para moverse.
- Dificultades del habla.
- Náuseas o vómitos.
- Pérdida de coordinación.
- Aumento de la frecuencia cardíaca o de la presión arterial. Para las personas con enfermedades cardíacas, estos efectos podrían ser potencialmente dañinos.
Las experiencias vividas están muy influenciadas por las expectativas de los usuarios, por el contexto en que se ingieren las setas y por la personalidad y el estado mental del consumidor.
No existe evidencia científica de que los usuarios puedan volverse física o psicológicamente dependientes de los hongos mágicos. Sin embargo, es posible volverse tolerante a sus efectos con el uso habitual. Esto puede ocurrir durante varios días de uso continuo. En este estado, ni siquiera grandes cantidades de setas alucinógenas producirán el efecto deseado. Desarrollar una tolerancia puede tener especial riesgo con los hongos, porque consumir una gran cantidad puede provocar síntomas de sobredosis que, aunque no son fatales, pueden incluir:
- Agitación
- Vómitos
- Diarrea
- Debilidad muscular
- Convulsiones
¿Cuáles son los riesgos de los hongos alucinógenos?
Pero, sin duda, uno de los riesgos más comunes de las setas mágicas es lo que se conoce como “un mal viaje”. Esto puede desencadenar ansiedad, estrés, alucinaciones aterradoras o pánico. Puede abarcar varias experiencias negativas, pero uno puede incluir sentirse increíblemente incómodo consigo mismo o con el entorno, no poder comunicarse adecuadamente con los demás y perder el contacto con la realidad, lo que podría tener consecuencias peligrosas si una persona está en algún lugar que requiere de sus facultades mentales para mantenerse seguro, por ejemplo, en un área llena de gente o en algún lugar alto.
Sin embargo, sentirse incómodo mientras se consumen hongos no siempre es algo malo. Cabe señalar que los viajes negativos no son necesariamente indeseables. Los psicodélicos expanden la mente y fuerzan conversaciones que de otro modo no tendríamos con nosotros mismos, lo que generalmente genera algunas emociones negativas y ansiedad.
De hecho, una nueva investigación sugiere que alrededor del 84% de los usuarios que han experimentado un "mal viaje" con hongos alucinógenos dicen que se beneficiaron de la situación psicológicamente difícil. Estos hallazgos contrarios a la intuición se informaron en un estudio publicado en el ‘Journal of Psychopharmacology’.
Si te sientes mal mientras tomas setas alucinógenas, los expertos recomiendan escuchar música tranquila, tomar aire fresco, respirar profundamente, acostarse con los ojos cerrados o meditar. Todo viaje tiene su final, así que solo hay que esperar y evitar que el estrés se apodere de la experiencia.
Pero los malos viajes no son el único escollo potencial. Otros riesgos de los hongos mágicos incluyen:
- Comida envenenada. Es muy difícil diferenciar los hongos venenosos de los no venenosos. Es por eso que nunca es una buena idea recolectar tus propios hongos a menos que realmente sepas lo que estás haciendo. Para eso, mejor cultivar panes de setas alucinógenas por ti mismo.
- Desencadenar problemas mentales y emocionales. Se necesita más investigación, pero hay evidencia anecdótica de que los alucinógenos pueden desencadenar o exacerbar problemas de salud mental preexistentes.
- Accidentes. Porque bajar un tramo de escaleras que rápidamente se está convirtiendo en una pintura de MC Escher es más difícil de lo que parece.
- Mezclarlos: La combinación de hongos mágicos con alcohol u otras drogas/sustancias puede aumentar las posibilidades de una reacción adversa.
Por último, la evidencia coloquial de los usuarios sugieren que el subidón de psilocibina se puede acortar o 'matar' al consumir alimentos y bebidas azucarados como dulces, carbohidratos o zumos de frutas. Se teoriza que los azúcares descomponen la psilocina en la sangre, acelerando el proceso de devolver al usuario a la sobriedad/realidad más rápido. No hay mucha evidencia científica que respalde esta teoría, pero si un usuario está teniendo un mal viaje y/o quiere bajarse, consumir alimentos o bebidas azucaradas no le hará ningún daño.
---
Referencias:
- Enhanced repertoire of brain dynamical states during the psychedelic experience. Enzo Tagliazucchi, Robin Carhart-Harris, Robert Leech, David Nutt, Dante Chialvo.
- Psilocybin for treatment-resistant depression: fMRI-measured brain mechanisms. Robin L Carhart-Harris, Leor Roseman, Mark Bolstridge, Lysia Demetriou, Nienke Pannekoek.
- The abuse potential of medical psilocybin according to the 8 factors of the Controlled Substances Act. Matthew Johnson, Roland Griffith, Peter Hendrick, Jack Henningfieldad.
- Emotions and brain function are altered up to one month after a single high dose of psilocybin. Richard E. Daws, Christopher Timmermann, Bruna Giribaldi, James D. Sexton.
- Pilot study of psilocybin treatment for anxiety in patients with advanced-stage cancer. Charles Grob, Alicia Danforth, Gurpreet Chopra, Marycie Hagerty, Charles McKay.