Luz verde en el cultivo de cannabis
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Normalmente, al hablar de cultivo en interior, suele pensarse en luz azul para la fase de crecimiento y luz roja para la etapa de la floración. Y es que escoger el tipo de luz y su temperatura de color (o lo que comúnmente se conoce como espectro) adecuados es muy importante a la hora de conseguir los mejores resultados en un cultivo de interior. Sin embargo, existe otro tipo de luz aún hoy desconocido por muchos cultivadores que, si bien no incide directamente en el desarrollo de las plantas como los anteriores, sí resulta de gran utilidad para el cultivador en cuanto a comodidad y prevención de posibles problemas con las plantas: la luz verde.
Colores de luz en el cultivo de cannabis
Como muchos ya sabréis, las plántulas, esquejes y plantas adultas en estado vegetativo (crecimiento) prefieren una temperatura de color de entre 4000 y 5500K (longitud de onda entre 430 y 500nm), o lo que es lo mismo, de color azul. Las plantas absorben este color de luz a través de un fotoreceptor llamado criptocromo, con lo que se consigue un crecimiento más ramificado, con menor estiramiento de los tallos y mayor desarrollo de brotes y ramas laterales gracias a una reducción de la dominancia apical.
Además, a mayor cantidad de luz azul más se acelera el metabolismo de las plantas, pues la regulación de la actividad de los estomas se realiza según la cantidad de luz azul recibida por la planta. Todo ello se traduce en un mejor y más rápido desarrollo y en un proceso fotosintético más eficiente. Por ello, y como ya vimos en nuestro artículo sobre la iluminación en el cultivo interior de marihuana, las lámparas CFL, los fluorescentes, las bombillas de halogenuros metálicos o los paneles LED blancos son especialmente populares para esta fase del cultivo.
La iluminación en el cultivo interior de marihuana
En este post os mostramos los diferentes tipos de iluminación que se pueden utilizar para el cultivo de cannabis en interior. Según las necesidades del usuario y concidiones de cultivo se pueden usar diferentes tipos de luz según etapa de vida de la planta y también conocer cuales de ellas son las más eficiente según el tipo de cultivo que se vaya a realizar.
Por contra, durante la fase de floración suelen utilizarse temperaturas de color de unos 2000K (algo más alto para las de espectro mixto), en otras palabras, luz de color rojo. Este valor equivaldría a una longitud de onda entre 630 y 700nm, lo que corresponde a la mayor parte de bombillas de vapor de sodio o HPS disponibles en el mercado. En este caso, el fotoreceptor responsable de reaccionar ante este color de luz se llama fitocromo, y gracias a él se induce a la floración y se promueve la formación de flores y frutos, algo especialmente importante para el cultivador de cannabis. Entre estos valores de temperatura de color se situarían las nuevas lámparas LEC como el Kit de iluminación LEC SunBurst CMH 315W, con espectros aptos tanto para crecimiento como para floración (3100K o 4200K).
Sin embargo, hay otro tipo de luz que puede ser de gran utilidad para el cultivador, se trata de la luz verde. Veamos a continuación cuáles pueden ser las principales ventajas de su uso.
¿Luz verde para el cultivo de cannabis?
Uno de los principios básicos del cultivo interior es que, durante la noche (es decir, cuando las lámparas se apagan) las plantas deben gozar de una completa e ininterrumpida oscuridad, especialmente durante el periodo de floración. En caso de que exista alguna fuente de contaminación lumínica en el cultivo durante el periodo nocturno de las plantas, éstas pueden reaccionar de varias formas, todas ellas indeseables: alargamiento del periodo de pre-floración y floración, aparición de flores macho o revegetación de las plantas (vuelta a su estado vegetativo) son las más comunes. ¿Qué suele hacerse para no tener que molestar a las plantas durante su periodo nocturno? Pues normalmente, la mejor solución es trabajar en el cultivo sólo cuando las lámparas están encendidas.
No obstante, esta solución puede no ser la manera más cómoda de solucionar el problema para el cultivador; puesto que los equipos de iluminación utilizados en interior producen un calor considerable, lo más normal de cara a conseguir un mejor control del clima en el jardín es tener las luces apagadas durante el día (cuando hace más calor) y encenderlas por la noche, cuando las temperaturas bajan. Si tenemos en cuenta que necesitamos un mínimo de 12 horas diarias de oscuridad total para una correcta floración, puede que encendamos las luces a las 20h y las apaguemos a las 8h, lo que nos deja con un margen horario algo incómodo para trabajar en el jardín (o muy temprano por la mañana, antes de las 8h, o ya casi de noche, a partir de las 20h).
Por este motivo los cultivadores utilizan luz verde para poder iluminar las plantas durante su periodo nocturno (es decir, durante nuestro día, cuando solemos tener tiempo para dedicar al jardín) sin que éstas sufran ninguna consecuencia negativa en su floración. En efecto, las plantas parecen no tener fotoreceptores para la luz verde, no pueden absorberla, por lo que una iluminación de éste color no perturba su periodo nocturno y no estresa a las plantas causando los síntomas indeseables que hemos visto. Por contra, si se pretende cultivar plantas con luz verde pronto se verá que éstas son apenas capaces de desarrollarse, y acabarán muriendo pronto.
Tipos de luz verde para cultivo interior
Existen varios tipos de lámparas de luz verde para el cultivo, a continuación os presentamos varias opciones. Si lo que buscáis es una bombilla para utilizar con cualquier portalámparas convencional que tengáis en casa o en la sala de cultivo, sin duda las mejores opciones son la luz nocturna Led Green Hornet de 3´5W y 480 lumens, o la ya clásica lámpara nocturna Agrolite Dark Night, con 100W de potencia. Aunque no suele ser habitual tener problemas con ellas, se recomienda no mantener la fuente de luz verde demasiado cerca de las plantas y durante demasiado rato, dejándola a un metro o más de distancia.
Otra opción más profesional es la lámpara de trabajo con luz verde sin cable, que gracias a sus 78 LEDs de alta intensidad puede iluminar una superficie mayor que las otras opciones que hemos visto. Además, viene con cargador tanto de pared como de coche, con indicador de carga en la lámpara. Los ganchos en sus extremos y el potente imán incorporado hacen que podamos instalarla fácilmente en salas y armarios de cultivo, siendo muy versátil en este sentido. Por último, podemos seleccionar entre dos intensidades de luz distintas.
Si lo que os interesa es la portabilidad, entonces las luces verdes como las Green Eye Cap o la Green Eye Unicorn son vuestra mejor opción. La primera es una práctica linterna que puede acoplarse a la visera de cualquier gorra, de manera que siempre enfocará ahí donde estemos mirando. La segunda se trata de la clásica linterna frontal pero en este caso con LEDs verdes y 4 posiciones de encendido distintas, y que se adapta perfectamente a la cabeza gracias a unas cómodas bandas de goma elástica ajustables.
Esperamos que pronto estéis disfrutando de la comodidad que ofrece poder trabajar a cualquier hora en vuestro jardín interior gracias a la luz verde.
Felices cultivos!