La iluminación en el cultivo interior de marihuana
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¿Cómo iluminar nuestro espacio de cultivo de cannabis?
Cuando nos proponemos montar un espacio interior de autocultivo de marihuana en casa, muchos son los factores a tener en cuenta para conseguir los mejores resultados, y el tipo de luz y potencia de la misma es uno de los que gozan de mayor importancia.
Dependiendo del tipo de luz que usemos, tendremos distintas ventajas e inconvenientes facilitando los posibles errores en el cultivo de cannabis. Determinados tipos de bombilla nos darán el mejor rendimiento (relación lúmen x vatio) pero representan, a su vez, una fuente de calor que puede causar problemas a muchos cultivadores, especialmente a aquellos que sólo pueden cultivar cannabis en pequeños espacios o en zonas particularmente cálidas.
Por contra, otros tipos de luminaria apenas desprenden calor, aunque el elevado precio de alguno de estos equipos o su inferior efectividad respecto a otros sistemas los hacen menos populares, aunque no menos valiosos para muchos cultivadores que sólo pueden conseguir sus cosechas de interior mediante estas lámparas con baja emisión de calor.
La elección del equipo de iluminación para el cultivo de interior se hace principalmente dependiendo del estadio de la planta, pues en función de éste la planta preferirá un espectro y potencia u otros (enraizado/plántula, crecimiento o floración). Como hemos comentado, el espacio disponible también influye en esta decisión, pues determinadas luminarias emiten demasiado calor para poder ser utilizadas en espacios de cultivo reducidos, como por ejemplo las bombillas HPS o HM .
El espectro lumínico adecuado para el cannabis
En lo que refiere al color del espectro de la luz, las plantas de marihuana necesitan básicamente luz azul (450-500nm) durante su etapa de crecimiento y luz roja (610-750nm) durante la floración.
Durante el enraizado de clones y crecimiento de plántulas, la mayoría de cultivadores utilizan sencillos tubos fluorescentes o bombillas CFL de luz azul. Para el crecimiento de plantas y prefloración de las mismas, algunos cambian a luces con el mismo espectro pero mayor potencia, como las bombillas HM. De esta forma la estructura de la planta se vuelve más fuerte y robusta, preparándose para una abundante floración.
Las luces con espectro rojo se utilizan para florecer las plantas, pues es el color que mejor imita al espectro natural en exterior durante los meses de otoño, cuando florece el cannabis de manera natural. Las más utilizadas en este caso son las lámparas HPS, seguidas cada vez más de cerca por los sistemas LED por sus buenos resultados, menor consumo y baja emisión de calor, que es el principal inconveniente de los sistemas de alta presión de sodio (HPS).
Por contra, la luz verde y la marihuana no entran en conflicto, esta no afecta a las plantas, por lo que es el color de espectro elegido por aquellos cultivadores que quieren trabajar en el cultivo cuando las luces están apagadas, sin causar estrés alguno a sus plantas en floración.
Sistemas de iluminación para la marihuana
Fluorescentes y CFL
Como hemos comentado, son el tipo de luz ideal para enraizar esquejes y arrancar semillas. La baja potencia necesitada durante estas fases, su bajo consumo y el poco calor que emiten las hacen perfectas para este propósito. Podemos encontrar los clásicos sistemas de iluminación con tubos fluorescentes o las bombillas de bajo consumo CFL (Compact fluorescent light), que no dejan de ser tubos fluorescentes en formato bombilla, con el típico casquillo para portalámparas. Las CFL disponen de balastro incorporado, de modo que sólo hay que enroscarlas al reflector y conectar. Normalmente, los fluorescentes oscilan entre 18 y 55W por tubo, mientras que las CFL suelen encontrarse en 100, 125, 200 y 250W (también disponibles con espectro rojo, para minimizar el calor en floración).
Podéis leer nuestro post sobre cultivo de cannabis con lámparas CFL para conocer más sobre este tipo de iluminación.
Lámparas de halogenuros metálicos o HM
Si lo que queremos es un crecimiento explosivo de las plantas durante su fase de crecimiento, las bombillas HM son la mejor opción. Su espectro es perfecto para esta etapa y podemos encontrar lámparas con una potencia mucho mayor que fluorescentes y CFLs. Este tipo de bombillas necesitan de un balastro para encenderse, que suelen ser compatibles tanto con bombillas HM como con las de sodio de alta presión o HPS, usadas normalmente para la floración. Si vamos a usar el mismo balastro para crecimiento y floración, debemos tener en cuenta los vatios, pues deberemos usar, por ejemplo, bombillas y balastros de 400w, o de 600w, etc. Lo más común es encontrarlas de 250, 400 y 600W.
Estas bombillas ofrecen excelentes resultados también durante la fase de pre-floración (primeras 2-3 semanas de floración), en la que las plantas no se estirarán tanto que con bombillas HPS, además de crear una estructura mas compacta y tupida, perfecta para una abundante floración.
Equipos de iluminación LEC CMH
Una de las novedades en el mercado de lámparas para cultivo interior son los kits de iluminación LEC CMH. Se los conoce con distintos nombres, como lámparas CMH (halogenuro metálico cerámico) o LEC (light emitting ceramic) y representan una alternativa más profesional que los tradicionales equipos de sodio HPS. En su cuerpo se ha sustituido el cuarzo usado normalmente en las lámparas de descarga por un material cerámico, con lo que se consigue una mejor eficiencia de la lámpara, además de una estabilidad y representación del color bastante superior.
Todo ello se traduce en mejor rendimiento que otras lámparas de cultivo (los equipos LEC CMH promedian un rendimiento de cerca de 1,5g/w frente al 1g/w de las luces HPS) y además en una mejor calidad de las flores, pues gracias a su espectro más amplio (que abarca desde el infrarojo hasta el ultravioleta) se producen más terpenos que con otras lámparas. Sin duda, una novedad que representa un paso adelante en la industria de la iluminación para cultivos de interior. Por todo ello, equipos como el Lumatek CMH Aurora 315w LEC son cada vez más utilizados.
Lámparas de cultivo CMH LEC
Las lámparas CMH LEC han significado un punto y aparte en cuanto a iluminación para el cultivo de cannabis interior. En este artículo os contamos los motivos y os presentamos algunos de los últimos equipos CMH en incorporarse al mercado, todos ellos de las marcas más punteras en el sector cannábico.
Bombillas de vapor de sodio a alta presión o HPS
Las reinas de las salas de floración, aunque en los últimos años los paneles LED les van ganando terreno poco a poco. Podemos encontrar bombillas HPS mixtas (dual spectrum), usadas tanto en crecimiento como en floración, o específicas para esta última fase. Tradicionalmente se ha dicho que es el tipo de luz que mejor rendimiento global ofrece, aunque su principal problema es el calor emitido una vez encendida y que su espectro no es del todo adecuado para un correcto crecimiento. Para rebajar el calor emitido, muchos cultivadores utilizan un reflector cooltube, reflectores refrigerados por aire que, conectados al extractor, restan unos cuantos grados a la temperatura de la sala. Normalmente, las encontramos de 250, 400, 600 y 1000w, usándose las de 600W en espacios de algo más de un metro cuadrado (1,5m2 aproximadamente).
Nuestro post sobre la técnica de cultivo SOG os dará una idea clara de cómo florecen las plantas con lámparas HPS.
La marihuana y los Paneles LED
Las bombillas LED (Light Emitting Diode) son cada vez más populares en el mundo del autocultivo, pues ofrecen resultados similares a las bombillas HPS pero con un consumo y emisión de calor mucho menores. Estos sistemas de iluminación han mejorado mucho en los últimos años, ofreciendo resultados impensables hace un tiempo. Su principal desventaja es el precio, pues aunque éste es rápidamente compensado en la factura mensual de la luz dado su menor consumo, sigue siendo demasiado elevado para muchos bolsillos. Al apenas generar calor, no necesitaremos potentes extractores para nuestro espacio de cultivo, ya sea un armario de cultivo o una pequeña habitación, aunque puede que debamos aportar algo de calor extra a la sala en los meses más fríos del año, usando mantas térmicas, cables calentadores, etc. Hay en el mercado paneles de distinta potencia, desde 90 hasta más de 1000W, incluso superiores.
Podéis consultar este seguimiento de cultivo con paneles LED en el que os introducimos en el uso práctico de estos sistemas de iluminación.
Luz UV y la resina de marihuana
El uso de luz ultravioleta en el cultivo de marihuana se lleva ensayando desde hace tiempo. Según una de las teorías más comúnmente aceptadas, el cannabis produce resina o tricomas para protegerse de la alta intensidad lumínica solar y de los rayos UV emitidos por el Sol. Puesto que las luces usadas en cultivos interiores no emiten UV, se cree que combinar las clásicas bombillas con lámparas de rayos UV aumentará tanto la producción de resina, (cannabinoides, terpenos, etc.) como la potencia de las plantas. Algunos cultivadores argumentan también un más rápido proceso de maduración de los tricomas. Aún así, la mayoría de pruebas carecen del adecuado rigor científico, por lo que resultaría precipitado asegurar sus resultados en el cultivo en interior de cannabis.
Luz ultravioleta y cultivo de cannabis
El uso de luz ultravioleta en cultivo de cannabis es cada vez más común, especialmente en grandes instalaciones comerciales. Hoy te contamos qué usos puede darse a la luz UV, qué diferencia a los distintos tipos de luz ultravioleta y qué precauciones deben tomarse al utilizarla. ¡Verás que puede ser mucho más útil de lo que parece!
Si queréis experimentar con este tipo de luces, tened en cuenta que deben ser de rayos UVB (no UVA) y de poca potencia. Estos rayos pueden producir cáncer de piel y graves daños en los ojos, así que recomendamos la máxima cautela en su uso.
Lámparas de Plasma para cultivo de cannabis
Se habla desde hace un tiempo de los sistemas de iluminación de plasma o HEP (High Efficiency Plasma). Aunque prometen una mayor eficiencia que las bombillas HPS, presentan diversos problemas por los que todavía no son usados - al menos por la mayoría - en el cultivo; espectros de luz inadecuados para una floración fructífera, emisión de rayos UVC (muy dañinos para la salud), elevado precio, interferencias con señales wifi, etc.
A falta de más investigación y desarrollo, debemos conformarnos con algunos cultivos que se han visto ya con este tipo de luces (normalmente complementados con LEDs), que parecen ofrecen resultados prometedores.
Esperamos que este post os haya servido para aclarar algunos conceptos respecto a la iluminación en espacios de cultivo interior.
¡Feliz cosecha!