Podredumbre radicular en la marihuana
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La podredumbre radicular: Fusarium, Pythium y Rhizoctonia
La podredumbre radicular es un mal que afecta a menudo a las plantas de cannabis, en especial a su parte subterránea, las raíces. Puede ser causada por diversos agentes como el Fusarium, el Pythium o el Rhizoctonia, que es un género de hongos nombrados por Augustin Pyramus de Candolle para designar a este grupo de hongos del orden de los Cantharellales, que no producen esporas sino hifas y esclerofios. Rhizoctonia significa "destructor de raíces"
Estos organismos son capaces e sobrevivir en las capas superficiales del suelo (también en restos vegetales) durante largos períodos de tiempo, causando daños a muchos tipos de plantas como en este caso, la marihuana. Así, no necesita de plantas-huésped para sobrevivir, y atacará aquellas que estén en su mismo medio en cuanto las condiciones de temperatura y humedad del armario de cultivo o exterior sean las adecuadas para su reproducción.
Desarrollo de la podredumbre radicular
Para que estos organismos se activen, es necesario una serie de factores, la mayoría de veces comunes para todos ellos: temperaturas aproximadas de entre 15 y 24ºC, siendo Primavera y Otoño las épocas en que su presencia y actividad se vuelve más visible. Un suelo demasiado húmedo (o con poco drenaje), demasiado caliente o usar demasiado fertilizante para cannabis rico en nitrógeno favorece también su aparición.
El Fusarium puede aparecer en caso de que la temperatura del suelo (20-34ºC) o de la solución nutriente sea demasiado alta (a partir de 24ºC), especialmente si se trata de suelos con gran contenido en potasio y pobres en nitrógeno. Hay que tener en cuenta que sus esporas pueden permanecer en letargo hasta 6 años en tejidos vegetales muertos, así que retirar éstos de la zona de cultivo es importante para evitar posibles plagas.
El Pythium forma esporas que permanecen en materia vegetal en descomposición hasta que encuentran una planta huésped. Una vez alcanzada la raíz de la planta, las esporas germinan y forman el micelio, que acabará por pudrir las raíces y la base del tallo.
Los Rhizoctonia son hongos saprófitos que también aprovechan la materia vegetal muerta para hospedarse, así como un número ingente de plantas vivas a las que pueden infectar. Entre otras, este grupo de hongos pueden provocar distintas enfermedades a diversas plantas, como podredumbre radicular o damping off en plántulas.
Síntomas y daños de la podredumbre de raíz
En un primer momento, y en el nivel aéreo de la planta, se observa un ralentización general en el desarrollo de la planta. Las hojas se marchitan y sufren clorosis (se vuelven amarillas) para más adelante volverse marrones y caer. Así, el follaje es cada vez más escaso y clorótico. El estado general de la planta empeora rápidamente, pasando del marchitamiento general inicial al desarrollo de tonalidades marrones en hojas y tallos (incluso los cogollos o los frutos), que no tardan en morir.
Bajo tierra, se puede apreciar necrosis de los pelos absorbentes de las raíces, que paulatinamente dejan de absorber agua y alimento (lo que provoca los síntomas de marchitamiento de la parte aérea de la planta). Se observan raíces de color marrón con puntas necróticas que se van descomponiendo, lo que puede traer nuevos problemas. La base del tallo puede mostrar también coloración oscura/marrón.
Básicamente, lo que observamos es un marchitamiento general de la planta, especialmente durante las horas más calurosas del día. Veremos también que, por mucho que se la riegue, no conseguiremos que hojas y tallos ganen tensión; así, en este caso muchos cultivadores piensan que a la planta le falta agua y tienden a regar en abundancia, lo que lejos de resolver el problema lo agrava todavía más. Las plantas pueden morir una semana después de haber mostrado los primeros síntomas.
Prevención y control de la podredumbre radicular
Debemos empezar diciendo que curar - incluso tan solo intentar controlar - un ataque de cualquiera de estos organismos en un cultivo es prácticamente imposible. Siendo así, sólo nos queda un remedio posible para evitar su aparición en nuestros cultivos: la prevención. Para ello, debemos tener en cuenta lo siguientes puntos:
- Utilizar un sustrato adecuado para cannabis con una buena capacidad de drenaje y que no retenga demasiada humedad
- No regar en exceso de manera que el sustrato pueda quedar encharcado durante demasiado tiempo
- No regar con agua caliente o durante las horas de más calor
- No sobre-fertilizar el sustrato (especialmente con nitrógeno)
- Sobre todo en caso de usar semillas o esquejes, la higiene es fundamental. Desinfectar todos los utensilios de cultivo/clonado.
- Usar hongos beneficiosos y microvida para las raíces, como el Trichoderma, que protegerán el sistema radicular de las plantas
- Desechar el sustrato que haya sido atacado por cualquier tipo de hongo
- Retirar y eliminar restos vegetales en el cultivo y alrededores de éste
- Procurar que la temperatura del sustrato/maceta no sea demasiado elevada
- Cultivar en lechos elevados, desinfectar a fondo las macetas, especialmente si se trata de clones o plantas con heridas en el tallo
Esperamos que este artículo os haya resultado útil a la hora de evitar este molesto problema. Como siempre, animaros a dejarnos vuestras dudas, comentarios o consejos, estaremos encantados de contestarlos.
Felices cosechas!