Ayurveda: qué es, mejores productos ayurvédicos y cómo usarlos
Lista de contenidos
- ¿Qué es el Ayurveda y de dónde viene?
- ¿Qué es un dosha?
- Ayurveda en tu rutina: alimentación, descanso y autocuidado
- Ayurveda y salud mental: equilibrio emocional y claridad mental
- Porductos ayurvédicos en Alchimiaweb
- Cómo tomar productos ayurvédicos
- ¿Funciona de verdad? Qué dice la ciencia sobre las prácticas y productos ayurvédicos
- Conclusión: un camino hacia el bienestar (sin dogmas ni prisas)
Nos pasamos la vida buscando el equilibrio: entre lo urgente y lo importante, entre el cuerpo y la mente, entre lo que queremos y lo que nos conviene. Y sin embargo, muchas veces se nos olvida mirar hacia atrás, a las tradiciones que llevan milenios hablando precisamente de eso. El Ayurveda, que suena a algo entre exótico y terapéutico, no es una moda ni una dieta detox más. Es un sistema médico completo basado en prácticas y productos ayurvédicos con más de 5.000 años de historia que aún tiene mucho que decirnos a los urbanitas del siglo XXI.
No, no hace falta que te rapes la cabeza, te mudes a la India ni empieces cada mañana bebiendo ghee caliente (aunque oye, si te apetece…). Este artículo está pensado para ti, que sientes curiosidad, pero no sabes por dónde empezar. Hoy vamos a desmenuzar el Ayurveda desde cero, sin dogmas ni recetas milagrosas, para ver cómo puede ayudarte a estar mejor cada día, además de presentarte una serie de suplementos ayurvédicos de gran calidad. ¿Nos acompañas?
¿Qué es el Ayurveda y de dónde viene?
Imagina retroceder unos 5.000 años, cuando en la India antigua se recopilaban los Vedas, esos textos sagrados que mezclaban sabiduría práctica y visión espiritual. Entre ellos nació el Ayurveda, un sistema médico que todavía hoy se estudia en universidades indias y que la OMS reconoce como medicina tradicional. No estamos hablando de un par de recetas con gran cantidad de especias ni de consejos de gurú en TikTok, sino de toda una concepción de la vida.
El Ayurveda entiende que todo en nosotros —cuerpo, mente, emociones— está en permanente interacción con el entorno: desde lo que comes, el clima o cómo duermes, hasta cómo gestionas la ira de tu jefe. Su objetivo es mantener el equilibrio entre esas fuerzas, no enmascarar síntomas a base de fármacos. En la práctica, eso se traduce en escuchar al cuerpo antes de que enferme, ajustar la rutina diaria según tu constitución y comprender que la salud es un estado dinámico, no una foto fija.

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¿Qué es un dosha?
Antes de continuar, sería interesante que te familiarices con un término muy popular en este contexto ayurvédico: los doshas. La palabra dosha significa literalmente “aquello que se desequilibra” y se refiere a los tres tipos de energías o principios vitales que regulan todas las funciones físicas, mentales y emocionales del cuerpo. Cada persona tiene una combinación única de estos tres doshas desde su nacimiento, lo que se llama su "constitución" o prakriti.
A grandes rasgos, los tres doshas son:
Vata – Movimiento y comunicación
- Elementos: aire y éter (espacio)
- Funciones principales: controla el movimiento, la respiración, la circulación, el sistema nervioso y la eliminación.
- Características en equilibrio: creatividad, agilidad mental, entusiasmo.
- En desequilibrio: ansiedad, insomnio, sequedad, estreñimiento, fatiga.
- Se agrava: con el frío, la irregularidad, el exceso de estimulación.
Pitta – Transformación y metabolismo
- Elementos: fuego y agua
- Funciones principales: regula la digestión, el metabolismo, la temperatura corporal y la inteligencia.
- Características en equilibrio: claridad mental, buena digestión, energía.
- En desequilibrio: irritabilidad, acidez, inflamación, impaciencia.
- Se agrava: con el calor, el estrés, el exceso de trabajo.
Kapha – Estructura y estabilidad
- Elementos: agua y tierra
- Funciones principales: da estructura al cuerpo, lubrica las articulaciones, fortalece el sistema inmunológico.
- Características en equilibrio: estabilidad emocional, resistencia, calma.
- En desequilibrio: letargo, congestión, aumento de peso, apatía.
- Se agrava: con la humedad, el sedentarismo, el exceso de comida.
Conocer tu dosha dominante no es un juego de personalidad, es una herramienta práctica. Te ayuda a entender por qué hay días en los que estás pletórico y otros en los que no puedes con tu alma. Y, lo más importante, cómo ajustar tu estilo de vida para recuperar el equilibrio cuando te desvías, especialmente con el uso de productos ayurvédicos.
Ayurveda en tu rutina: alimentación, descanso y autocuidado
Aquí está la parte más interesante para el principiante: cómo llevar el Ayurveda a la vida real. Y no, no necesitas una despensa llena de pócimas exóticas ni levantarte a las 4 de la mañana para recitar mantras (a menos que te apetezca, claro). Se trata de ir incorporando hábitos sencillos, pero con un propósito claro. Veamos algunos de ellos:
- Alimentación consciente: el Ayurveda propone comer según tu dosha y la estación. Alimentos calientes y especiados para contrarrestar el frío de Vata, frescos y ligeros para equilibrar el fuego de Pitta, más secos y picantes para mover la pesadez de Kapha. La idea es sencilla: que la comida sea tu medicina cotidiana.
- Rutinas diarias: se recomienda levantarse temprano, hidratar el cuerpo con agua tibia, practicar algo de movimiento suave y dedicar un momento a la respiración o la meditación. No es postureo zen, sino regular tu reloj interno.
- Autocuidado: los masajes con aceites (abhyanga) ayudan a relajar el sistema nervioso y mejorar la circulación; los rituales con infusiones o especias (cúrcuma, jengibre, cardamomo) no son un capricho, sino maneras de equilibrar tu organismo.
Todo esto suena sofisticado, pero aplicado con sencillez se convierte en un manual de vida cotidiana: cuidar lo que comes, cómo duermes y cómo te cuidas. Ni más ni menos.
Ayurveda y salud mental: equilibrio emocional y claridad mental
Si hay un terreno donde el Ayurveda resulta sorprendentemente actual, es en la gestión de la salud mental. Para esta tradición, los pensamientos y emociones no son “intangibles” ajenos al cuerpo, sino energías que afectan directamente a nuestra fisiología. Dicho de otro modo: el estrés no está en tu cabeza, también se queda en tu estómago, en tu piel, en tu sueño.
Por eso, el Ayurveda propone prácticas que integran cuerpo y mente:
- Respiración (pranayama): técnicas para calmar el sistema nervioso y oxigenar el cerebro.
- Meditación: no para convertirte en monje, sino para observar sin engancharte a cada pensamiento.
- Ritmos estables: horarios de sueño regulares, comidas a la misma hora, rutinas que aporten seguridad mental.
Incluso la alimentación juega un papel clave: algunos alimentos agitan la mente (café, picante excesivo), otros la calman (frutas dulces, leche tibia con especias suaves). Lo interesante aquí es que la salud mental no se aborda como un compartimento aislado, sino como parte del todo: si tu digestión funciona mejor, probablemente también pienses con más claridad y sientas con más calma.
En resumen, el Ayurveda nos recuerda que cuidar la mente empieza por cuidar los ritmos del cuerpo. Y que la paz interior no es un lujo, sino un hábito entrenado día a día.
Porductos ayurvédicos en Alchimiaweb
El Ayurveda, la medicina tradicional de la India, combina miles de años de sabiduría con el conocimiento moderno del bienestar natural. En Alchimiaweb, hemos seleccionado una gama de productos ayurvédicos ecológicos y fermentados que apoyan la vitalidad, la digestión y el equilibrio cuerpo-mente.
Estos complementos ayurvédicos, elaborados a partir de ingredientes 100% naturales, son ideales para quienes buscan una vida más equilibrada, consciente y sostenible, siguiendo los principios del bienestar holístico. Estos son nuestros productos ayurvédicos más destacados:
- Ashwagandha Súper Fermentada Bio: Conocida como el “ginseng indio”, la ashwagandha ayuda al organismo a adaptarse al estrés y a mantener la energía vital. Su versión súper fermentada mejora la absorción y potencia su efecto revitalizante.
- Cúrcuma Súper Fermentada Bio: La cúrcuma, rica en curcumina, apoya la función digestiva y contribuye a reducir la inflamación. La fermentación aumenta su biodisponibilidad y convierte este clásico ayurvédico en un aliado diario para el bienestar.
- Shatavari Bio: Considerada la planta del equilibrio femenino, el Shatavari ayuda a regular los ciclos naturales y favorecer la vitalidad. Su uso tradicional se asocia a la energía nutritiva y la armonía hormonal.
- Amla Bio: También conocida como grosella india, el Amla es una fuente excepcional de vitamina C natural y antioxidantes. En el Ayurveda se utiliza para fortalecer el sistema inmunitario y revitalizar el cabello y la piel.
- Jengibre en Polvo Bio: El jengibre estimula la digestión y la circulación, aportando calor y energía. En polvo, resulta ideal para infusiones o recetas naturales, ayudando a mantener el equilibrio digestivo y el confort diario.
Consejo: Combinar complementos ayurvédicos con una alimentación equilibrada y hongos adaptógenos (como reishi o cordyceps) puede potenciar la energía, la claridad mental y el bienestar integral.
Cómo tomar productos ayurvédicos
Los complementos ayurvédicos que puedes encontrar en nuestra tienda se consumen de distintas maneras según su forma, objetivo terapéutico y tradición ayurvédica. A continuación te explicamos cómo se suelen consumir y algunas recomendaciones prácticas para que tengas en cuenta:
1. En polvo
La forma más tradicional en Ayurveda. Se mezclan con líquidos templados o alimentos para mejorar la absorción.
Modo de uso habitual:
- Mezclar ½ a 1 cucharadita (aprox. 2–5 g) en agua tibia, leche vegetal o dorada (golden milk).
- También se pueden añadir a batidos, zumos, yogures o sopas.
- En el caso de la Cúrcuma Super Fermentada Bio o Cúrcuma con Pimienta Bio, añadir siempre una pizca de pimienta negra o grasa vegetal (aceite, leche, ghee) para mejorar la biodisponibilidad de la curcumina.
Frecuencia: 1 o 2 veces al día, preferiblemente con las comidas.
2. En cápsulas o comprimidos
Una opción cada vez más habitual en versiones occidentales del Ayurveda, por comodidad y dosificación exacta.
Modo de uso:
- Tomar con un vaso de agua o infusión tibia.
- Generalmente, 1 a 2 cápsulas al día, dependiendo del producto y la concentración.
- Ideal para adaptógenos como Ashwagandha o Shatavari, cuando se busca un efecto continuo.
Puedes utilizar una encapsuladora con cápsulas vacías para preparar tus comprimidos y poder llevártelos cómodamente donde sea.
3. En infusión o decocción
Algunos productos se pueden preparar como tés ayurvédicos o decocciones.
Modo de uso:
- Hervir 1 cucharadita del polvo o raíz seca en 250 ml de agua durante 5–10 minutos.
- Colar y beber caliente o templado.
- Añadir miel o limón al gusto (no hervir la miel).
4. En recetas y cocina funcional
Muchos productos ayurvédicos también se integran en la alimentación diaria, simplemente añadiéndolos a tus recetas preferidas.
Usos más comunes:
- Cúrcuma, jengibre o Canela de Ceilán → en currys, sopas, arroces, bebidas vegetales o postres saludables.
- Ashwagandha o Shatavari → en batidos o “moon milks” (leches herbales nocturnas).
- Amla en polvo → en smoothies o junto a frutas, por su alto contenido en vitamina C.
¿Funciona de verdad? Qué dice la ciencia sobre las prácticas y productos ayurvédicos
Aquí conviene ser honestos; el Ayurveda no es una ciencia exacta ni todos sus remedios tienen respaldo empírico. Pero cada vez hay más estudios que confirman sus beneficios en áreas como la digestión, la reducción del estrés, la regulación hormonal o el sueño.
Instituciones médicas de prestigio ya están integrando ciertas prácticas ayurvédicas dentro de enfoques de medicina integrativa. Y aunque todavía hay mucho por investigar, lo cierto es que el modelo funciona para miles de personas. Sobre todo, porque les invita a ser protagonistas de su propio bienestar.
La clave está en aplicar el sentido común: ni convertir el Ayurveda en una religión ni despreciarlo por no venir con prospecto. Integrar lo que te funciona, con criterio, es probablemente el enfoque más ayurvédico de todos.
Conclusión: un camino hacia el bienestar (sin dogmas ni prisas)
Empezar con el Ayurveda no es una conversión, es una exploración. No tienes que aprender sánscrito ni dejar el café (aunque puede que lo reduzcas). Solo necesitas observarte más, cuidarte mejor y probar qué te sienta bien de verdad.
Quizá descubras que un masaje con aceite templado te calma más que cualquier app de meditación. O que un cambio en tu cena mejora tu sueño más que cualquier suplemento. O simplemente, que hay otra forma de vivir el bienestar: más pausada, más conectada, más tuya.
Porque, al final, de eso se trata el Ayurveda: de aprender a escucharte, a respetarte y a acompañarte. Con suavidad, con intención y, por qué no, con un poco de curiosidad.
¡Salud!
Referencias:
- Ayurveda and traditional Chinese medicine: a comparative overview, Bhushan Patwardhan, Dnyaneshwar Warude, P. Pushpangadan, Narendra Bhatt
- Health promotion through Ayurveda, Mahesh Vyas
- Utilization of Ayurveda in health care: an approach for prevention, health promotion, and treatment of disease, Hari Sharma, H M Chandola, Gurdip Singh, Gopal Basisht
- Ayurveda, Johns Hopkins Medicine