Diferencias entre trufas mágicas y setas alucinógenas

La mayoría de la gente tiene muy asociado el viaje psicodélico con la imagen de la seta. Esto tiene una obvia y fácil explicación, puesto que suele ser el medio más usado para realizarlos. ¿O no? Teniendo en cuenta que, en el lugar de Europa donde se concentra más energía endógena seguramente sea Ámsterdam, podríamos pensar que se llegan a realizar más viajes mediante las trufas que con las mismas setas mágicas.

¿Cuándo y por qué aparecen las “trufas”?

Todo esto viene debido a que las trufas fueron una ingeniosa jugada de los SmartShops neerlandeses cuando en 2008 se ilegalizaron las setas frescas, tildándolas como preparado de psilocibina, tal y como ya sucedía con las setas secas (ilegalizada la venta en 2001). Como consecuencia de esta ley, y al ver revocadas todas las enmiendas que presentaron, los SmartShops no tardaron en reaccionar y pusieron a la venta las famosas trufas o esclerocios, ya que eran una especie fúngica no fiscalizada.

Si habláramos con un micólogo nos diría que, lo que suele conocerse como trufa mágica realmente no lo es. Técnicamente son Esclerocios. Por tanto y por lógica, primero debemos saber diferenciar entre una "trufa mágica" y una trufa de verdad, de las que suelen utilizarse en cocina.

¿Qué son las trufas mágicas?

Empecemos por los Esclerocios, mal llamados trufas mágicas (por lo de trufa, mágicos lo son un rato). Éstos son una masa compacta de micelio endurecido, donde se contienen reservas alimentarias. Es un método de supervivencia del propio micelio, puesto que su función es
sobrevivir a condiciones ambientales extremas, permaneciendo durmientes hasta que aparezcan las condiciones favorables.

Por el otro lado tenemos la trufa. Es el cuerpo fructífero de algunos hongos (el método de reproducción, tal y como serían las setas) que se desarrolla bajo el suelo. Consta de dos partes: El peridio, el caparazón de la trufa (rugosa, con pequeñas verrugas); y la gleba, la masa interior llena de finas venas blancas y cremosas (donde se albergan las esporas). Desde tiempos inmemoriales se le atribuyen poderes mágicos y afrodisíacos, siendo uno de los productos más buscados en el mundo, por humanos, cerdos y perros.

Diferencias entre setas y trufas

Una vez entendido a qué nos referimos cuando hablamos de “trufas mágicas” ya podemos volver al tema principal del post: La diferencia entre las setas y las trufas mágicas. Son muchas las diferencias que se pueden encontrar ya que, como hemos visto, uno se trata de un cuerpo fructífero y el otro una técnica de conservación del propio micelio. Pero este blog no trata sobre micología avanzada, sino que está destinado a los autocultivadores y consumidores intrigados. Así pues, en nuestro caso, las diferencias más notables las podríamos separar en tres grandes grupos:

1. Las diferencias morfológicas: Las diferencias en la estructura del organismo y en sus características.
2. Las diferencias en el cultivo: Este punto, como todos los demás, está enfocado en el autocultivador. Se intenta explicar qué diferencias encontraremos en un cultivo casero de ambos, tanto de método de crecimiento como de recolección.
3. Las diferencias en el efecto: Por último, las diferencias a la hora de ingerir setas o trufas. Entre ellas se encuentran la cantidad de psilocibina, duración del viaje o método de consumo.

Diferencias morfológicas entre las setas mágicas y las trufas mágicas

Anteriormente hemos definido la morfología de la trufa mágica o esclerocio, el cual es una masa de micelio. En cambio, la seta es un organismo más desarrollado. Sus partes esenciales que cualquier micólogo aficionado debería conocer son las siguientes: el sombrero, que es la parte superior de la seta, permanece cerrado y es donde se almacenan las esporas hasta el momento de abrirse, cuando se esparcen por los alrededores. Lo que en el mundo vegetal llamaríamos tallo, en el mundo de los hongos se define como pie, y el final donde conecta a la seta con el micelio, se llama volva.

También debe decirse que varían mucho dependiendo de las especies o géneros que se analicen. El sombrero puede pasar de 3 mm hasta 30 cm, de la misma forma varía el pie. Por ejemplo, en los Psilocybe Cubensis como el Psilocybe Penis Envy o el Psilocybe Alcabenzi, suelen tener un sombrero de unos 5-10 cm, mientras que los Copelandia en ningún caso pasan de los 3 cm de diámetro.

Sobre esta segunda variedad, los Copelandia (o Panaeolus Cyanescens), hay mucha menos información, por lo que hemos visto oportuno dedicárselo un post. Una vez explicadas las diferencias morfológicas, sólo nos queda por explicar las diferencias en el cultivo y en el consumo.

Diferencias entre Panaeolus Cyanescens (Copelandia Hawaiian) y Psilocibe Cubensis

La mayoría de variedades de setas alucinógenas que se comercializan actualmente provienen de Psilocybe Cubensis. En este artículo comparamos esta variedad con Panaeolus Cyanescens (o Copelandia), la cual ha ido cogiendo reputación por todos los micólogos que la descubren debido a su contenido en Psilocibina. Este es 4 veces más potente que el de cualquier Psilocybe Cubensis o similar. Micólogo autocultivador, bienvenido a un nuevo mañana.

Diferencias en el cultivo entre las setas alucinógenas y las trufas

En el cultivo son bastantes, las diferencias que separan uno del otro. En primer lugar, los esclerocios nacen por dentro el sustrato (o bajo tierra) por tanto, tan sólo se puede hacer una sola cosecha. En cambio, los panes de setas pueden dar 3 tandas de setas que se pueden recoger sin dañar el sustrato. Añadir que los escleróticos suelen tardar unos tres meses en estar listas, contraponiendo las 3 semanas en las que empezarán a estar listas las primeras setas.

Eso sí, algunos puntos a favor de cultivar trufas mágicas para con las setas pueden ser: una gran resistencia a los factores externos como suelen ser el calor o la deshidratación, además de ser discretas a la hora de cultivar.

Diferencias en el efecto entre las setas mágicas y trufas mágicas

En términos de efecto, suelen generar cantidades de psilocibina similares, pero lo que marca la diferencia es el porcentaje de agua que tienen cada uno. Al ser mucho más elevada la de la seta hace que, frescas, contengan más psilocibina por gramo las trufas. En cambio, una vez secas las setas alucinógenas pueden llegar a perder hasta el 90% de su peso total, mientras que las trufas perderán hasta un 30%. Esto hará que se necesiten muchas menos setas que trufas si ambas están secas.

Un punto diferencial dentro de los efectos es que la trufa mágica suele tener la psilocibina repartida mucho más homogéneamente para toda su estructura, lo que la hace una mejor opción para quien está buscando microdosificarse con psilocibina. Para hacerlo de la forma más profesional posible, en nuestra tienda podéis encontrar el Kit de microdosificación y el PSILO Q-Test, para medir la cantidad de psilocibina por gramo de las muestras.

Conclusiones

Después de realizar la búsqueda pertinente para este artículo y descubrir los beneficios y perjuicios de una para otra, desde Alchimia llegamos a la conclusión de que las trufas sólo sirven para lo que se popularizaron. Para ser usado como sustituto de la seta endógena cuando no se puede conseguir ésta, al estar mucho más fiscalizado y perseguido que la primera.

El primer motivo por el que nos agarramos a este pensamiento es por su dificultad en el cultivo, no tanto en la práctica sino más en la técnica. Es decir, no es mucho más difícil cultivar trufas que setas, pero la larga espera comparada con la de los Psilocybes es muy pronunciada, pasando de los 3 meses que tardará la trufa en comparación con las 3 semanas de la seta endógena.

Otro motivo es por el consumo. Sí es verdad que la trufa presenta alguna propiedad que la hace más óptima por el consumo en fresco, pero una vez secas, las setas contienen mucha más psilocibina por gramo al perder hasta el 90% de su peso, por lo que se debe comer menos.