Olor a cannabis en parques: ¿dónde están los fumetas?
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Salir a pasear por parques y plazas tiene ese aire de tranquilidad que nos conecta con la naturaleza y nuestro entorno urbano: el susurro del viento entre las hojas, el trinar de los pájaros, el feliz jolgorio de los niños jugando, y de repente… ¡boom! Ese aroma tan reconocible como difícil de disimular. Sí, ese que te hace fruncir el ceño y levantar una ceja mientras piensas: "¿De verdad alguien está fumando un canuto aquí a plena luz del día?"
Pero, espera un momento, porque la respuesta podría sorprenderte: lo que hueles no es cannabis, sino plantas inocentes que, por cosas de la naturaleza, huelen como si fueran las reinas de un festival de reggae. Hoy te contamos algunos casos donde este penetrante olor ha sembrado las dudas y el recelo entre los vecinos y viandantes antes de descubrirse el verdadero origen de tal pestazo...
Las plantas culpables: botánica "camuflada"
Aunque la marihuana tiene un aroma que muchos identificarían al instante, hay un pequeño club de plantas con habilidades de camuflaje olfativo que no tiene nada que ver con ella, pero que podrían ganar el premio a la confusión más grande en un parque. Entre las más destacadas está la Tulbaghia violacea, también conocida como "ajo social". Irónicamente, esta planta no huele ni a ajo ni a otra cosa culinaria, sino que despide un aroma que más de un urbanita con pocos conocimientos sobre botánica podría confundir con un porrazo de buen cannabis.
Pero la tulbahia no está sola en este club. En el mismo equipo de las fragancias "controversiales" encontramos la Menta Gatera (Nepeta cataria), conocida por volver locos a los gatos y, al parecer, a las narices humanas; la Lantana Camara, que es tan colorida como su olor es desconcertante; la Houttuynia Cordata, también llamada "planta camaleón" y que parece haber hecho un pacto con la marihuana para sembrar confusión en las plazas públicas. La Cleome (Cleome spinosa), la Hierba de San Juan (Tagetes Minuta) e incluso la Salvia Divinorum podrían también formar parte de este selecto y aromático club.
El fenómeno en acción: lugares "sospechosos" en España
La tulbahia violácea, que vendría a ser la gran protagonista de esta historia, tiene varios puntos donde despliega su peculiar fragancia para desconcierto e incluso indignacion de algunos vecinos. Si has estado en alguno de estos lugares, probablemente hayas experimentado ese momento de duda entre buscar la fuente de tan descarado olor o simplemente reírte del malentendido:
Parque de la Alameda, Santiago de Compostela
Este icónico parque en pleno corazón de Santiago, en la avenida Compostela, es famoso por sus vistas y su tranquilidad, pero también por el inconfundible "aroma herbal" que flota en el aire y que ha causado no pocas suspicacias entre la gente que lo visita, especialmente al final del verano y principio de otoño. No, no se trata de estudiantes celebrando el fin de exámenes; tampoco de ningún festival de reggae, ni Snoop Dogg está de visita en la ciudad; la responsable aquí es nuestra conocida tulbahia violácea, que perfuma el ambiente y confunde a más de un turista (y vecino) curioso.
Tal fue el revuelo que acabó alcanzando el tema de los olores en este parque que se comenzó una investigación para esclarecer los hechos; Miguel Serrano, investigador del departamento de botánica de la USC, finalmente dio con la fuente de este peculiar aroma y contó a la Voz de Galicia sus conclusiones:
«Las especies del género Tulbaghia emiten un aroma similar al del ajo, relacionado con la presencia y degradación del aminoácido cisteína, que contiene azufre, en compuestos orgánicos volátiles, y que, por tanto, son compuestos sulfurados. Según diversos estudios, el olor característico de la marihuana también está parcialmente relacionado con el de los aliáceos, aunque con sus propios matices, ya que es debido, precisamente, a diversos compuestos sulfurados volátiles. Ahí puede estar la conexión aromática».
¡Misterio resuelto!
Plaza Pescadería, Castellón
En esta encantadora plaza, los turistas podrían pensar que Castellón tiene una política de tolerancia radicalmente verde, la Amsterdam española, vamos. Pero no, aquí también es la tulbahia violácea haciendo de las suyas. Situada junto al edificio consistorial de Castellón, en este plaza se ubicó en 1935 una estatua de Juan Adsuara conocida como la "estatua de los artistas", donde unas ninfas sostienen una gran pila de agua que fluye por cuatro cabezas decorativas que la rematan.
Sin embargo, el intenso olor no proviene de la estatua, ni tampoco son las ninfas quienes se están fumando un porrazo; de hecho, el "problema" viene de algunas de las plantas que rodean la figura de las ninfas, que como ya debes estar sospechando se trata de nuestra amiga tulbaghia violacea, que sigue sembrando la sospecha y el desconcierto allí donde crece. Así que ya lo sabes: si ves a alguien husmeando con cara de indignación y sospecha, invítalo a admirar estas bonitas plantas en lugar de preocuparse por quién está fumando porros al lado del Ayuntamiento.
Zona ajardinada de Manuel Murguía, A Coruña
En esta zona de A Coruña, ubicada entre la rotonda del Pavo Real y el famoso estadio de Riazor, la tulbahia ha encontrado un lugar ideal para desplegar su estrategia de confusión y camuflaje olfativo en una mediana que separa ambos sentidos de la circulación. Es habitual ver a paseantes olfateando el aire con cierto desconcierto, mientras los vecinos ya están acostumbrados y hasta bromean sobre el tema: "Aquí lo más ilegal es cruzar en rojo", comentan.
De nuevo, la culpable de esta curiosa situación es la Tulbaghia violacea, una planta que como vemos no deja de sembrar el desconcierto entre propios y extraños, que no deben ser pocos dada la ubicación del parterre donde crecen, a escasos metros del estadio de Riazor y justo enfrente del Conservatorio Superior de Música de Coruña.
¿Un accidente natural o un plan maestro?
¿Por qué estas plantas huelen así? Aunque los botánicos probablemente tengan una explicación científica seria, no podemos evitar pensar que la naturaleza simplemente nos está gastando una broma. Tal vez estas plantas quieren integrarse al movimiento cool del "verde consciente", o tal vez solo están buscando llamar nuestra atención para que las incluyamos en nuestras listas de especies favoritas.
La tulbahia, en particular, ni siquiera tiene relación con el cannabis más allá de su aroma. Es una planta ornamental de la familia de las amarilidáceas, originaria de Sudáfrica, y se cultiva por su resistencia y su agradable - y también controvertido - olor. Sin embargo, no podemos negar que ha causado más de un malentendido, especialmente entre aquellos con narices demasiado sensibles o mentes propensas a la imaginación.
La próxima vez, culpa al arbusto
Así que ya lo sabes. La próxima vez que percibas ese inconfundible olor a marihuana en un espacio público, no te apresures a culpar al estudiante con mochila o al grupo de amigos charlando en un banco. Lo más probable es que la responsable sea una de estas plantas "camufladas", que simplemente están haciendo lo que mejor saben hacer: perfumar el ambiente y confundir al personal.
Y si ves a alguien husmeando sospechosamente, compárteles este dato botánico. No solo habrás aclarado el misterio, sino que quizás logres arrancarles una carcajada. Al fin y al cabo, ¿qué sería de los paseos por el parque sin un poco de humor y buen rollo?
¡Felices paseos!