Un estudio científico confirma altos porcentajes de THC en las hebras de la piel de plátano
Es una leyenda urbana que lleva desde hace décadas entre nosotros: extraer las hebras del interior de la cáscara de plátano, ponerlas a secar al sol y posteriormente fumarlas produce efectos psicoactivos parecidos a los de consumir marihuana. Pero lo que parecía un mito de la cultura popular que se remonta hasta nuestros padres (como puedes comprobar en este video), acaba de ser confirmado por un riguroso estudio científico llevado a cabo por investigadores del Laboratorio de Tecnología y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de La Laguna en Tenerife (España).
El estudio, publicado a principios de este mes de diciembre en la revista Science Advances y titulado Quality Traits of Bananadine: Cannabinoids Content, Terpene Fingerprint and Oxidation ha sido llevado a cabo por los investigadores Radmila Pavlovic y Gregorio Bolaños de la universidad canaria. Y afirma que la bananadina, un compuesto terpeno-fenólico que se extrae de las cáscaras de plátano, guarda una asombrosa similitud molecular con el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo del cannabis.
Según estos investigadores, los terpenos, flavonoides y cannabinoides son componentes que comparten una estructura química similar. “Pero la bananadina y el THC son casi idénticos: tienen un punto de ebullición muy parecido, y enlaces químicos y otros atributos superpuestos que durante mucho tiempo han hecho de la bananadina un tema de intenso debate entre los científicos por sus supuestas propiedades psicoactivas y afrodisíacas”, afirman los autores de este estudio.
Según los análisis de laboratorio realizados, la bananadina, al descarboxilarse por efectos de la combustión, pierde su grupo carboxilo en forma de CO2 y adquiere la configuración molecular del THC, interactuando directamente con los neurorreceptores 5-HT1A en el cerebro que están asociados con la psicoactividad y la sensación lisérgica. “Normalmente la bananadina solo es activa cuando se consume vía fumada; es por ello que comer plátanos no coloca”, concluyen los investigadores.
Sin duda, este descubrimiento podría abrir el camino a una nueva era de aplicaciones para la cáscara de plátano, un subproducto de la industria hortofrutícola que no tiene ninguna aplicación (más allá de provocar resbalones en los chistes) y que podría contribuir a la economía circular de estos cultivos.
Algo que podría ser significativamente más sostenible que producir THC derivado del cannabis a partir de nuevos cultivos de esta planta; y que si duda ayudaría a la recuperación de un sector, el del plátano de Canarias, que ha visto cómo sus ventas se han desplomado por efectos de la erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de la Palma.
Referencias:
- Quality Traits of Bananadine: Cannabinoids Content, Terpene Fingerprint and Oxidation. Radmila Pavlovic y Gregorio Bolaños, dos investigadores que nunca hicieron este estudio totalmente inventado y con el que os queremos desear Feliz Navidad y mejor Día de los Inocentes.