A principios de este año 2022 recién inaugurado, una noticia sobre cómo el cannabis puede ayudar a combatir la COVID-19 fue recogida por multitud de medios no cannábicos. En ella se informaba sobre un estudio de la Universidad Estatal de Oregón sobre el efecto del cannabis en las vías celulares utilizadas por el virus COVID (acrónimo de coronavirus disease) para invadir el cuerpo.
Es una investigación que sin duda vale la pena celebrar, pero que puede malinterpretarse fácilmente en la era de las redes sociales. Porque cada vez que surge un estudio clínico positivo sobre el cannabis y la COVID, el mundo se entusiasma con el potencial médico de la marihuana como medicamento milagro para acabar con la pandemia. Luego, los detalles comienzan a surgir y los titulares de clickbait se esfuman como hojas que se lleva el viento.
Afortunadamente, casi todos en la industria del cannabis mantuvieron la cabeza fría frente a este estudio y dijeron que no, que la marihuana no detiene ni cura el coronavirus, pero tiene potencial para ayudar de varias maneras. Uno, puede reducir la propagación del virus al unirse a los receptores que el virus usa para infectar el cuerpo. Dos, puede reducir los síntomas asociados con el virus, ya que el cannabis tiene propiedades antiinflamatorias naturales.
Por tanto, la marihuana, hasta cierto punto, no puede curar el COVID ni evitar que contraigas el virus. Aun así, es importante comprender que es demasiado pronto para hacer suposiciones, especialmente cuando muchas personas afirman que el uso de la marihuana es la razón por la que aún no han tenido COVID-19. Por consiguiente, es necesario analizar más en detalle las investigaciones existentes sobre cómo el cannabis podría ayudar (o perjudicar) a las personas frente al coronavirus.
Analicemos los estudios científicos más destacados hasta la fecha.
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