Otras plantas que interactúan con el sistema endocannabinoide

No es raro que la gente cite al cannabis como la única planta que produce cannabinoides (después de todo, tienen "canna" en el nombre). Pero también existen otros fitoquímicos capaces de interactuar con el sistema endocannabinoide (se denominan ‘cannabimiméticos’) en una amplia gama de plantas y frutos del reino vegetal, lo que puede abrir nuevas vías alternativas para explorar el desarrollo de nuevos compuestos terapéuticos. ¿Qué papel juegan estas sustancias y en qué especies están presentes?

¿Qué es el sistema endocannabinoide?

El sistema endocannabinoide está formado por una serie de receptores endocannabinoides situados en las células que interactúan tanto con los fitocannabinoides de la planta de la marihuana (THC, CBD, CBN, CBC…), como con los endocannabinoides, que son aquellas moléculas producidas por nuestro propio organismo (anandamida, 2-AG...).

Los receptores principales de este sistema son los CB1 y CB2; los primeros se hallan en mayor proporción en áreas del cerebro (aunque también están presentes en otros órganos), y los CB2 en las células del sistema inmunitario así como también en otras áreas como el sistema nervioso central. El conjunto de estos receptores en interacción con los endocannabinoides es lo que se conoce como sistema endocannabinoide, cuya función es conseguir la “homeostasis” del cuerpo, es decir, el equilibrio de todas las funciones del organismo.

¿Qué relación tiene el cannabis con el sistema endocannabinoide?

Debido a la importancia del sistema endocannabinoide, la planta de la marihuana, y más concretamente sus cannabinoides (que también interactúan con los receptores CB1 y CB2), han cobrado relevancia en el ámbito científico y medicinal en las últimas décadas.

El descubrimiento de que fitocannabinoides como el THC o el CBD “encajan” con los receptores del sistema endocannabinoide, y que pueden ayudar a regular varias funciones tan importantes como el sistema inmunológico, ha supuesto una revolución y ha promovido la investigación en este campo. Y es que el cannabis medicinal viene utilizándose desde tiempos ancestrales; sin embargo, ahora es cuando conocemos por qué esta planta es efectiva para tratar varias dolencias.

Pero hoy queremos hablar de otras plantas del reino vegetal que también interactúan con el sistema endocannabinoide. Y es que el marco legal, y la psicoactividad producida por el THC, a veces dificulta el desarrollo de tratamientos con cannabinoides. Pero existen alternativas de plantas muy comunes que pueden servir para activar el sistema endocannabinoide y así potenciar diversos aspectos de nuestra salud.

Lúpulo: una planta con mucho en común con la marihuana

El lúpulo es una planta trepadora, utilizada para fabricar cerveza, prima-hermana del cannabis. De hecho, ambas plantas provienen de la familia de las Cannabinaceae, de la que surgen hasta 170 especies diferentes. Uno puede ver una semejanza familiar en las hojas de bordes irregulares y aserrados características de ambas plantas.

El lúpulo es rico en beta-cariofileno, un terpeno que también se encuentra presente en altos niveles en las variedades de cannabis y en muchas otras plantas como la pimienta negra, el orégano, la canela o la albahaca. Si bien el beta-cariofileno no es un cannabinoide, se ha descubierto que actúa como tal, pues se une selectivamente al receptor CB2; y varios estudios apuntan que podría ser útil para tratar dolencias relacionadas con la función renal.

Además, algunas cepas de lúpulo producen CBD, el cannabinoide de moda por sus múltiples propiedades beneficiosas, que si bien tiene poca afinidad de unión con los receptores del sistema endocannabinoide, sí que lo afecta de una manera más indirecta potenciando sobre todo funciones relacionadas con el sistema inmune.

El lúpulo se ha usado en la medicina tradicional para combatir la ansiedad y por sus propiedades sedantes, que ahora sabemos que podrían estar relacionadas con sus niveles de CBD y su interacción con el sistema endocannabinoide. ¡Los posibles usos farmacéuticos del lúpulo son prometedores!

Equinácea: potencia tu sistema inmunológico

La equinácea es una planta conocida por su capacidad para aliviar los síntomas del resfriado común, e incluso algunas personas la consumen a modo preventivo para reforzar el sistema inmune con la llegada del mal tiempo otoñal. Sin embargo su uso se remonta a muchos siglos atrás, cuando los nativos norteamericanos utilizaban la planta para sanar heridas, quemaduras, picaduras de insectos, infecciones, dolor o calambres.

Esta planta produce compuestos cannabimiméticos llamados alquilamidas, que tienen la capacidad de mejorar el transporte y la degradación de los endocannabinoides y activar los receptores CB2, que como hemos mencionado están situados mayoritariamente en células inmunitarias. Será por eso que esta planta es conocida por potenciar las defensas del cuerpo; de hecho, gracias a esta interacción con el sistema endocannabinoide, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias e inmunoreguladoras. 

El poder de la planta del cacao

¿Cuántas veces hemos oído que el chocolate tiene propiedades afrodisíacas o que incluso levanta el ánimo? Es recurrente relacionar este alimento con momentos en los que necesitamos darnos un pequeño “premio”. Y es que, aparte de su sabor, existe una razón científica para ello, pues el cacao, el ingrediente principal del chocolate, actúa como estimulante, antioxidante y como elevador del estado de ánimo porque contiene anandamida, que como hemos comentado antes, se une a los receptores endocannabinoides. Además, el cacao contiene un ácido graso que contribuye a potenciar los niveles de anandamida producidos por nuestro propio organismo.

La anandamida es conocida como “la molécula de la felicidad”, y unos niveles bajos de este compuesto en el sistema corporal se relacionan con sentimientos de ansiedad, depresión, y con dificultades para lidiar con el estrés. Es por ello que la anandamida contribuye a nuestro bienestar emocional, y al consumo de cacao se le atribuyen sensaciones parecidas a las que tenemos cuando estamos enamorados.

Por si esto fuera poco, la interacción de la anandamida con el sistema endocannabinoide (a través de los receptores CB1 y CB2) promueve la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas células nerviosas. Un proceso que es esencial para las funciones relacionadas con el aprendizaje y la memoria. ¡No por nada se conoce al cacao como un superalimento!

Margarita eléctrica o hierba de los dientes

La Acmella oleracea, también conocida como Spilanthes oleracea, ha sido parte de la cultura tradicional en muchas regiones amazónicas como anestésico para aliviar el dolor de muelas, ya que produce una sensación de hormigueo en los labios y la lengua que tiene la particularidad de 'electrificar' y 'adormecer' la boca.

Lo hace gracias a su principal ingrediente activo, el espilantol, que se conoce desde los años 50 por sus propiedades fungicidas y antimicrobianas, además de por su efecto analgésico, ya que se sabe que interactúa con los receptores cannabinoides infiriendo una respuesta antiinflamatoria.

También se utiliza en la alta cocina de todo el mundo, ya que esa sensación eléctrica hace producir saliva abundante, lo que potencia los sabores de los alimentos. Incluso se ha explorado con fines cosméticos, como en preparaciones antiarrugas, o con finalidad sexual, como ingrediente de lubricantes íntimos naturales.

Radula (hepática)

Las hepáticas son pequeña plantas verdes sin flores que crecen sobre rocas y troncos. Son conocidas entre los amigos de los caballos, ya que su extracto es un remedio clásico para combatir patologías por hongos del animal. Sus propiedades también fueron conocidas por los maestros de la cultura maorí de Nueva Zelanda, donde la Radula marginatta es endémica y patrimonio ancestral de la cultura de Oceanía.

En el año 1994, el científico y químico japonés Yoshinori Asakawa descubrió que la hepática Radula perrottetii producía un compuesto semejante al THC, bautizándolo con el nombre de perrottetineno o PET. Curiosamente, el PET imita la estructura química del THC y los investigadores han demostrado en modelos animales que interactúa con el sistema endocannabinoide de la misma manera, llegando al cerebro con cierta facilidad y activando en él receptores de cannabinoides.

Es sorprendente que dos especies de plantas, separadas por 300 millones de años de evolución, produzcan cannabinoides psicoactivos tan similares. Sin embargo, el PET tiene un efecto antiinflamatorio más potente que psicoactivo, lo que lo hace más atractivo para fines medicinales frente a los recreativos.

Siempreviva o helicriso

El Helichrysum umbraculigerum es una margarita que tiene efectos estabilizadores del estado de ánimo y antidepresivos gracias a su contenido de cannabigerol (CBG). Sí, lo has leído bien: se trata de otro ejemplo conocido en el que una planta distinta del cannabis produce uno de los fitocannabinoides denominados «clásicos», que en este caso inhibe la actividad del neutotransmisor GABA en el cerebro, lo que reduce la ansiedad y la tensión muscular.

Botánicos y científicos de todo el mundo están comenzando a descubrir que los cannabinoides están más presentes en la naturaleza de lo que se creía.

Planta de té

Bautizada como Camellia sinensis, las hojas y brotes de esta planta arbustiva que se utilizan para preparar té contienen compuestos conocidos como catequinas, un tipo de flavonoide conocido por interactuar con el sistema cannabinoide endógeno al inhibir la señalización del receptor CB1, por lo que puede regular la insulina, el colesterol y la presión arterial.

Zanahoria

Las zanahorias (aunque también otras plantas de la familia de las apiáceas, como el cilantro, perejil o hinojo) producen una carotatoxina llamada falcarinol, que actúa como un antagonista inverso de los receptores CB1 (en otras palabras, hace lo contrario que el THC), lo que significa que no solo bloquea la actividad de estos receptores, sino que reduce la señalización de los emisores CB1 por debajo del nivel normal. ¿Esto quiere decir que un atracón de zanahorias puede ayudar a reducir la intoxicación por THC? Seguramente no, a no ser que te comas una tonelada…

Una mayor comprensión de los compuestos ‘cannabimiméticos’

Por supuesto, estas plantas no son las únicas capaces de producir sustancias que pueden interactuar con el sistema endocannabinoide. También existen otras especies vegetales, o incluso organismos unicelulares (como cianobacterias, descendientes de bacterias fotosintéticas), que pueden producir moléculas similares a los cannabinoides como el perrottetineno extraído de Radula perrottetii.

Incluso algunas de ellas pueden producir endocannabinoides humanos como anandamida y 2-AG, a pesar de que no se conoce ninguna planta con receptores cannabinoides, lo que ha llevado a algunos autores a especular sobre la fascinante tesis de la convergencia evolutiva entre plantas y animales en cuanto a las funciones biológicas del sistema endocannabinoide.

Para comprender mejor esta variabilidad entre especies, científicos italianos y suecos publicaron un completo estudio en 2019 titulado ‘Cannabimimetic plants: are they new cannabinoidergic modulators?’ sobre docenas de plantas que producen un total de aproximadamente 50 moléculas relacionadas con los cannabinoides, entre las que se encuentran algunas tan comunes como la magnolia, el rododendro, la caléndula o el aloe vera. Os animamos a leer este estudio por si queréis ampliar información sobre el tema.

De hecho, muchas de estas plantas se han utilizado en la medicina tradicional durante siglos; y sus efectos médicos se alinean con nuestra comprensión moderna del papel fundamental del sistema endocannabinoide en muchas enfermedades, lo que puede abrir nuevas vías alternativas para explorar en el desarrollo de prometedores compuestos terapéuticos.

------

Fuentes y referencias:

• Molecular docking study of Acmella oleracea alkylamides. Matheus Irie, Raíssa Mara, Kao Yien, Naomi Kato Simas, Rodolfo Fiorot.
• Liverwort could prove to be more medically effective than cannabis, research suggests. University of Berna.
• Cannabimimetic plants: are they new cannabinoidergic modulators? Amit Kumar, Marika Premoli, Francesca Aria, Sara Anna Bonini.