Cómo incrementar el nivel de THC de las plantas de cannabis
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Ya hablemos desde un contexto de cannabis medicinal como de recreativo, el contenido en cannabinoides va cobrando mayor importancia con cada temporada que pasa. Desde usuarios que sólo quieren consumir flores o productos ricos en CBD pero sin THC, hasta los más fanáticos aficionados a las variedades con alto contenido en THC (y, por lo tanto, altamente psicoactivas/medicinales), a medida que pasa el tiempo y los consumidores van adquiriendo experiencia son cada vez más exigentes en cuanto a conocer la cantidad de cannabinoides de las semillas o flores que compran.
Sin duda, uno de los cannabinoides más demandados a día de hoy es el THC. Lógicamente, para una empresa comercializadora de productos con THC o de THC aislado será mucho mejor partir de materia vegetal muy rica en este compuesto, por lo que se escogerán variedades que ya de por sí tengan un alto contenido en THC. Pero, ¿cómo puede aumentarse la producción total de THC en un cultivo de cannabis? ¿qué puede hacerse para incrementar la producción de THC de una planta? Hoy te contamos varios aspectos clave a tener en cuenta para conseguir la mayor cantidad posible de este cannabinoide.
Elección de la genética a cultivar
El primer paso para conseguir el máximo de THC posible es, como no podía ser de otra forma, partir de semillas de variedades con alto contenido en THC. Sí, es cierto que en este artículo veremos cómo conseguir más THC de una planta de cannabis, de cualquiera, pero lo fundamental si quieren obtenerse altos índices de esta sustancia será una cuidadosa elección de la genética que vas a cultivar. Y es que hoy en día puedes encontrar variedades con porcentajes de THC cercanos al 30%, algo que hubiera sido increíble hace tan solo unos pocos años.
Si eres un profesional, a parte de la producción en gramos de THC por metro cuadrado de cultivo también deberás fijarte en otros aspectos importantes para conseguir el máximo rendimiento de tu instalación, como la rapidez de floración, la resistencia a plagas o las necesidades nutricionales. En el caso de que seas un autocultivador, fijarse en estos rasgos es también interesante, aunque nosotros te recomendamos que des más importancia a aspectos como el aroma o el sabor de las flores. Y, en caso de que ya tengas unas semillas de una variedad que te apetece cultivar y simplemente busques conseguir la máxima producción de THC que esta genética pueda darte, sigue leyendo...
Top 10 de variedades de marihuana con más THC de 2022
El principal cannabinoide del cannabis, el THC, es en gran parte responsable del efecto del cannabis y, por lo tanto, demuestra ser un criterio importante para muchos cultivadores. Aquí nos vamos a centrar en las variedades de cannabis más potentes de 2022.
Salud general de la planta
Si lo que quieres es que tus plantas ofrezcan todo lo que son capaces de ofrecer, no puedes olvidar ningún detalle. Ahora que ya tienes claro que genética vas a cultivar, necesitas afinar cada parámetro del cultivo para evitar cualquier fuente de estrés a tus plantas que pueda causar un problema en su desarrollo. De nada servirá tener las mejores lámparas, equipos de aire acondicionado o generadores de CO2 si tus plantas van a sufrir carencias de nutrientes o van a ser regadas en exceso, por poner un ejemplo.
Vas a intentar que tus plantas den todo de sí, de manera parecida a un atleta durante las Olimpiadas...tienes que darles todo lo que van a necesitar para conseguirlo, o de lo contrario será imposible! Ten bien vigilada la temperatura y humedad del cultivo, el tipo de luz que vas a utilizar, la nutrición, el estado de las raíces, el pH, EC y temperatura del agua de riego...todo ayudará a que tus plantas se conviertan en auténticas campeonas!
Temperatura y humedad
Estos dos factores son siempre de crucial importancia para que un cultivo salga como debe. Como ya sabrás por nuestro artículo sobre la temperatura y humedad en el cultivo de cannabis, donde hablamos del déficit de presión de vapor y de la relación existente entre estos dos valores, ajustarlos adecuadamente viene a ser la diferencia entre el éxito o el fracaso. Consulta las tablas adjuntadas en dicho artículo para estar seguro de qué valor de humedad corresponde a cada valor de temperatura.
En el caso del THC, nuestro mayor enemigo en el cultivo serán las altas temperaturas. De hecho, y a no ser que estemos usando un generador de CO2, temperaturas de 30ºC o superiores no harán más que facilitar una mayor evaporación de terpenos y una menor producción de cannabinoides, así que conviene evitarlas. Si lo que quieres es que tu planta alcance su pico de THC mientras conservas al máximo sus cualidades organolépticas, las temperaturas dentro de tu sala o armario de cultivo no deberían superar los 25ºC.
Durante la fase final de la floración, puedes probar a bajar un poco la humedad respecto al valor que le correspondería en la tabla; muchas variedades responden a una humedad más baja con una mayor producción de resina y cannabinoides, lo que funciona tanto en el ambiente (humedad relativa) como en el riego (humedad del sustrato). Eso sí, no se trata de torturar a las plantas hasta casi matarlas, sino de simplemente reducir un poco la humedad relativa en el ambiente y la frecuencia o cantidad de riego.
Iluminación
Escoger un buen equipo de iluminación de cultivo es importantísimo si quieres lograr el máximo potencial en cuanto a cantidad de THC producida por tus plantas. Para ello, los clásicos equipos HPS (sodio a alta presión) pueden funcionar correctamente, aunque en los últimos años los profesionales han optado por lámparas CMH (halogenuros cerámicos) o, directamente, por lámparas LED de espectro completo. Este último aspecto es importante, pues como veremos en el próximo punto cuanto más amplio sea el espectro de luz que las plantas reciben, más cannabinoides producirán.
En muchos casos se están utilizando unos 600W por metro cuadrado de cultivo, suficiente para que las plantas puedan expresar su máximo potencial si el resto de parámetros del cultivo están correctamente optimizados. En caso de usar LEDs puede optarse por algo menos de potencia, aunque muchos modernos equipos LED diseñados para 1,2 x 1,2 metros son de 600W (regulables en la gran mayoría de casos). Por supuesto, y en caso de querer ahorrar en la factura de luz, pueden usarse balastros electrónicos regulables también con lámparas de descarga como las HPS o las CMH.
Rayos UV
El uso de lámparas UV en los cultivos de interior se ha ido extendiendo a medida que más y más pruebas (más bien deberíamos hablar de testimonios) parecen demostrar que se incrementa tanto la producción de tricomas glandulares como el contenido total de THC en éstos. No son pocos los estudiosos que creen que el principal motivo por el que la planta de cannabis produce tricomas (y, en ellos, centenares de sustancias como cannabinoides, terpenos o flavonoides) es para protegerse de la exposición a la luz solar, más concretamente como método de defensa frente a los rayos ultravioletas; así, podría pensarse (y así se hace de hecho) que, si se incrementa la exposición a los rayos UV, mayor será la respuesta de la planta, produciendo más resina y más THC.
En un estudio se hizo un curioso experimento: se expusieron unas plantas a rayos UV, mientras que a otras se les causó una plaga de insectos. Otra de las teorías sobre el por qué de la producción de THC por parte de la planta es la de protegerse contra los insectos, así que en este estudio se investigaron y compararon ambas teorías. El resultado fue contundente: las plantas con plagas no presentaron aumento alguno en la producción de THC (si acaso lo contrario), mientras que las expuestas a rayos UV sí aumentaron la producción tanto de resina como de nuestro cannabinoide protagonista de hoy.
Sin embargo, cuidado con este tema: para la redacción de este artículo, por ejemplo, hemos encontrado 3 estudios sobre el aumento en la cantidad de THC y el rendimiento de las plantas con conclusiones contradictorias. En uno de ellos se observó aumento en el rendimiento de las plantas (peso en seco de las flores) pero no en el contenido en cannabinoides. En otro se dice que no funciona en ninguno de los dos casos, mientras que en el tercero sí se observó un aumento de THC en plantas de cannabis narcótico, aunque no fue así en las de cáñamo. Sin duda, necesitamos mas datos para poder llegar a una conclusión, y además las posibilidades de que alguno de estos estudios no sea del todo fiable son, de hecho, bastante altas; no en vano, dudamos de que a la Naturaleza le haya dado por jugar a la ruleta!
Existe controversia sobre el incremento de THC o de rendimiento con el uso de UV: mientras unos estudios apoyan esta teoría, otros la niegan rotundamente
De todas formas, prudencia: si te decides a probar la luz UV en tu sala o armario de cultivo, ten en cuenta que sólo te servirán las lámparas UVB, no debes probarlo con las UVA. Además, se trata de una luz que puede causar cáncer de piel y daños de gravedad en los ojos, así que prográmalo todo para que las luces UV jamás estén encendidas si tú estás visitando el cultivo.
Punto óptimo de cosecha
Como probablemente ya sepas, las sustancias secretadas en el interior de los tricomas se van produciendo y almecenando durante la floración. Así, a medida que la floración avanza se va incrementando la cantidad de cannabinoides, terpenos y el resto de compuestos presentes en los tricomas, alcanzando su pico en el momento conocido como de madurez de la planta. Los cultivadores, pues, suelen estar muy atentos durante este periodo y monitorizan el estado y color de los tricomas a diario con el fin de establecer el mejor momento para cosechar, precisamente cuando se ha alcanzado el pico de THC (deberíamos decir THCA) y antes de que éste empiece a degradarse.
Efectivamente, el contenido en THC de una planta va aumentando durante la floración hasta un punto determinado, punto a partir del cual el THC se empieza a degradar y, por tanto, la cantidad de THC total empieza a disminuir. Muchos cultivadores esperarán a que la mayor parte de las cabezas glandulares de lo tricomas estén de color lechoso para cosechar, pues es durante esta fase cuando se alcanza el pico de contenido en THC dentro de éstas. En nuestro artículo sobre cómo cosechar en función de los tricomas te lo contamos todo con más detalle.
Hasta quí nuestro resumen de técnicas que puedes utilizar para tratar de aumentar la producción de THC por parte de tus plantas, estaremos muy atentos a la sección de comentarios por si te decides a compartir tus trucos o plantear tus dudas.
Feliz cosecha!
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Referencias:
- Postharvest Operations of Cannabis and Their Effect on Cannabinoid Content: A Review. Pabitra Chandra Das , Alec Roger Vista, Lope G. Tabil, Oon-Doo Baik
- The Effect of Harvest Date on Temporal Cannabinoid and Biomass Production in the Floral Hemp (Cannabis sativa L.) Cultivars BaOx and Cherry Wine. Eric R. Linder, Sierra Young, Xu Li, Shannon Henriquez Inoa, David H Suchoff
- Cannabis Inflorescence Yield and Cannabinoid Concentration Are Not Improved with Long-Term Exposure to Short-Wavelength Ultraviolet-B Radiation. Victoria Rodriguez-Morrison, David Llewellyn, Youbin Zheng
- Cannabis Yield Increased Proportionally With Light Intensity, but Additional Ultraviolet Radiation Did Not Affect Yield or Cannabinoid Content. David Llewellyn, Scott Golem, Elizabeth Foley, Steve Dinka
- UV-B radiation effects on photosynthesis, growth and cannabinoid production of two Cannabis sativa chemotypes. J. Lydon, A. H. Teramura, C. B. Coffman