¿Cómo hacer cápsulas de aceite de cannabis?
Lista de contenidos
El cannabis es una planta que se puede consumir por vía oral y formar parte de nuestra dieta, pero no suele gustarnos el sabor vegetal característico de esta planta y no es fácil encontrar nuevas recetas en las que podamos añadir nuestro cannabis.
Preparar el cannabis en forma de cápsulas nos permitirá superar estas dos limitaciones para poder consumir los cannabinoides por vía oral de una manera simple y efectiva. En este artículo te enseñaremos cómo hacer tus propias cápsulas de cannabis para su uso médico o recreativo.
Receta para hacer cápsulas de cannabis con aceite de coco
En esta receta usaremos aceite de coco para extraer los principios activos de la planta de cannabis. El aceite de coco tiene la particularidad de mantenerse en estado sólido a temperatura ambiente; si las cápsulas se mantienen a menos de 25ºC evitaremos que se vuelva líquido y eliminaremos cualquier riesgo de fuga. Este aceite vegetal también tiene la propiedad de contener altos niveles de triglicéridos de cadena media (TCM), que garantizan la máxima absorción de los cannabinoides.
Material necesario para preparar aproximadamente 100 cápsulas de cannabis:
- 10gr de cogollos secos de cannabis (o hojas pequeñas llenas de resina)
- 100gr del aceite de coco
- Cápsulas vacías de gelatina, tamaño 00 (si usamos cápsulas de orígen vegetal sin gelatina al entrar en contacto con el aceite se degradarán rápidamente y deberán consumirse muy pronto)
- Máquina encapsuladora (es opcional, pero resultará de gran ayuda)
- Pipeta Pasteur o jeringa
- Colador para filtrar
- Termómetro láser (para una buena gestión de la temperatura de extracción)
1) Desmenuzar finamente el cannabis con un grinder.
2) Calentar el aceite de coco al baño maría (a unos 90ºC), agregar el cannabis y cocinarlo a fuego lento durante unos 15 minutos.
3) Retirar la mezcla del baño maría y calentarla a fuego muy lento (120ºc) durante 1 hora aproximadamente, para asegurar la descarboxilación de los cannabinoides. Importante: evitar un sobrecalentamiento; el THC comienza a evaporarse a partir de 157ºC.
4) Ponemos la mezcla en un baño maría (90ºC) y cocinamos de nuevo a fuego lento durante 2 horas aprox, para que los cannabinoides se queden en el aceite de coco.
5) Filtrar el resultado usando un colador y lo exprimimos bien para extraer las últimas gotas de este precioso líquido.
6) Dejamos enfríar el aceite a unos 40ºC. Mientras, preparamos las cápsulas en la máquina encapsuladora, que permite poder llenar 24 cápsulas a la vez. Colocamos la parte más grandes de las cápsulas en la bandeja grande y la parte más pequeña en la bandeja pequeña.
7) Con una jeringa o una pipeta Pasteur, rellenamos las partes grandes de las cápsulas, dejando un margen de 1 mm para poder cerrarlas más tarde.
8) Cerramos las cápsulas siguiendo las instrucciones de la máquina encapsuladora. Si no disponemos de esta máquina, deberemos rellenar y cerrar las cápsulas manualmente.
9) Retiramos las cápsulas de la máquina y las dejaremos en la nevera. El aceite de coco se solidificará, así permitirá que se puedan transportar y mantener más fácilmente.
10) Repetiremos la operación con 24 cápsulas nuevas y así hasta que terminemos el aceite.
Estas cápsulas de cannabis se pueden almacenar durante varios meses en la nevera y lejos de la humedad. También se pueden congelar, para una óptima conservación. Si es posible, para protegerlas de la luz tendremos que usar un recipiente de vidrio tintado.
Una buena idea será analizar una cápsula en el laboratorio para el control de los niveles de cannabinoides y verificar que se encuentran en su forma descarboxilada.
¿Qué tipo de cannabis usar para hacer las cápsulas?
Para un uso recreativo, usaremos las variedades de cannabis que sean más ricas en THC, el principal responsable del efecto psicoactivo del cannabis. Para un uso terapéutico, usamos variedades de cannabis que contengan tanto CBD como THC, con el objetivo de aprovechar las propiedades de estos dos cannabinoides en una proporción equilibrada.
Para aquellos consumidores que no son compatibles con los efectos provocados por el THC, pero todavía quiere disfrutar de los beneficios de la CDB, podrán hacer sus propias cápsulas de CBD con variedades como por ejemplo la Dinamed de Dinafem, que casi no contiene THC.
El efecto de las cápsulas dependerá en gran medida del cannabis utilizado para la extracción. Cuanto más rico en cannabinoides, más potencial tendrá la extracción. Para aumentar su potencia, también podemos utilizar directamente resina de cannabis en la extracción, la mejor opción es usar resina del tipo Dry Sift (tricomas no comprimidos), que se mezclará muy fácilmente con el aceite. ¡Atención en estos casos! que no nos quedemos en fuera de juego.
También se puede añadir otro tipo de ingredientes en las cápsulas de cannabis para obtener una acción sinérgica. Por ejemplo, si hacemos una extracción para un beneficio de las propiedades antiinflamatorias de los cannabinoides, se puede añadir cúrcuma en polvo (con un poco de pimienta negra) para aumentar el efecto antiinflamatorio.
Como es habitual en el consumo del cannabis por vía oral, sus efectos aparecen unos 45/60 minutos más tarde cuando los cannabinoides se han asimilado en el sistema digestivo. Deberemos ir con cuidado, comenzar tomando una sola cápsula y esperar al menos 1 hora antes de consumir una 2ª cápsula si es necesario, y así sucesivamente hasta encontrar la dosis adecuada.