
Hasta la década de los 90, cualquier cultivador de cannabis sabía que, en algún momento del cultivo, debía separar las plantas macho de las hembras si no quería ver como las primeras polinizaban y dejaban totalmente llenas de semillas a las segundas. No obstante, en esa época los bancos pioneros en la producción de semillas de cannabis como Dutch Passion, revolucionaron la escena Cannábica con la aparición de las primeras variedades de cannabis feminizadas, dicho de otro modo, un tipo de semillas de las que sólo salen plantas hembra. A principios del año 2000 eran ya muchos bancos los que ofrecían este tipo de semillas, versiones Feminizadas de los clásicos que llevaban años siendo cultivados en formato Regular.
Seguro que a estas alturas habréis cultivado alguna semilla feminizada alguna vez, quizá incluso aunque seáis puristas y acérrimos defensores de las semillas regulares. Sin embargo...¿sabéis de donde vienen las semillas feminizadas? ¿Conocéis los procesos más comunes que utilizan los breeders y productores para conseguirlas? En este artículo os lo contamos todo!