La marihuana y el sexo
Lista de contenidos
- La historia de la marihuana usada como afrodisíaco en la antigua India.
- El ritual de la adoración de la belleza
- La marihuana y su uso como afrodisíaco en otras culturas
- Uso contemporáneo de la marihuana en la sexualidad
- Efectos del cannabis en la práctica del sexo. Menos es más
- Marihuana, homosexualidad y masturbación
- Lo que se entiende al fumar cannabis
Los efectos de la marihuana en campo del sexo es un tema ciertamente controvertido, con defensores y detractores acérrimos.
Y es que consumir cannabis antes de hacer el amor produce efectos contradictorios ya que en él se encuentran sustancias potenciadoras del placer sexual juntamente con otras que disminuyen el deseo sexual.
La historia de la marihuana usada como afrodisíaco en la antigua India.
La marihuana ha sido utilizada como afrodisíaco durante miles de años aunque, irónicamente, también se ha utilizado para disminuir el apetito sexual. Textos sagrados antiguos revelan que se utilizaba la marihuana para lograr un aumento del placer sexual pero la investigación moderna nos deja una lección igualmente importante: los efectos de la marihuana están determinados por la personalidad, la fisiología, la intención, el medio ambiente y la cultura del usuario.
La primera relación entre el sexo y la marihuana en la cultura India de la que se tiene constancia nos remonta a tres mil años atrás (probablemente su relación sea mucho más antigua). La cultura de la antigua India, está estrechamente asociada con el consumo de marihuana sexual. El cannabis ha sido utilizado en la India por lo menos 3.000 años, probablemente mucho más tiempo. La medicina tradicional India aconseja el consumo de cannabis (y/o opio) para solucionar problemas de impotencia sexual, aumentar el deseo sexual y otras enfermedades relacionadas con el sexo.
Existen decenas de recetas con cannabis que se recetan como afrodisíacos y se decía que tenían la capacidad de aumentar el tiempo de erección, facilitar la lubricación vaginal, retrasar al eyaculación y desinhibirse sexualmente. Son recetas con nombres como: shrimadananda modaka, Vajikarana uttama, majun falaskari, bhang roghan, entre otros.
El uso para fines sexuales de la marihuana acabó formando parte del los rituales del Tantra trascendiendo el uso en la medicina y el hedonismo. El Tantra es una religión mística que propone ejercicios mentales (tales como la meditación y el yoga) y físicos para llegar al Nirvana.
Actualmente la relación marihuana-Tantra ya casi es inexistente, pero antiguamente tenían una relación muy intensa. Los rituales consistían en grupos de hombres "purificados" y mujeres fieles que compartían actividades como sexo, ayuno, oración, canto, baños ceremoniales y el yoga Kundalini. Los rituales del Tantra relacionados con la marihuana se remontan al menos al año 700 dC. Incluso en la India moderna el cannabis se considera una bebida medicinal sagrada que cura la enfermedad, trae buena suerte, ahuyenta los malos espíritus y purifica los pecados.
También formaban parte de los rituales tántricos los batidos calientes (imprescindible para que el THC de la marihuana sea soluble) a base de resinas o concentrados de marihuana bien mezclada con otros ingredientes como leche, azúcar, pimienta, almendras, cardamomo, semillas de amapola, jengibre y otras hierbas. Ese batido se llama bhang. Actualmente el bhang se receta como bebida medicinal sagrada y es utilizada para tratar un gran número de dolencias físicas y espirituales.
Después de ayunar y realizar una purga de, al menos, 24 horas, los celebrantes tántricos ingerían bhang. La bebida de este batido picante y poderoso iba acompañada con ejercicios de respiración abdominal profunda y visuales. Dichos ejercicios tenían como objetivo liberar la energía bloqueada, tonificar los músculos y el flujo sanguíneo además de facilitar y acelerar los efectos del cannabis, lo que generalmente se produce una hora después de ingerirlo.
Los iniciados a menudo experimentaban náuseas poco después de tomar la pócima que era médicamente activa como purgante. A medida que los efectos psicoactivos de la poción se iban intensificando los celebrantes entraban en un estado de meditación en el que reafirmaban sus anteriores votos de santificar y alabar a Kali, la diosa hindú tántrica que contiene las fuerzas femeninas creativas.
Según los investigadores, los rituales cannábicos más avanzados del Tantra de la marihuana eran intensos, complejos y difíciles de realizar. Por ello, existe la duda de que los practicantes del Tantra modernos se dediquen a estas actividades. Se piensa que el Tantra moderno, como muchas otras prácticas espirituales, ha sido adoptado por personas con poca conexión con las culturas de origen, con las comunidades y los ambientes en los que surgieron dichas creencias. A pesar de ser una importante fuente de iluminación sexual y espiritual, apenas se parece a la esencia del antiguo Tantra, que se describe en los escritos sagrados como el Tantra Mahanirvana, originado en el siglo XI.
El ritual de la adoración de la belleza
El ritual tántrico seguía con la consagración de la belleza femenina y de la energía: los hombres se bañaban como ritual y santificaban a sus parejas femeninas, lavándolas con agua bendita, peinándolas, perfumándolas y acomodándolas en una cama de seda. A continuación se llevaba a cabo un ritual en el que se tocaba la frente de la mujer, siguiendo por los ojos, nariz, boca, brazos y muslos hasta llegar, finalmente, a la vagina.
Los dos actos abiertamente sexuales que tenían ocasión durante estos rituales cannábicos eran el coito y el sexo oral en la mujer por parte del varón. La práctica de este modo de sexo poseía un simbolismo religioso: la unión de energías y la naturaleza liberadora de la sexualidad.
El objetivo del ritual tántrico era prolongar la unión sexual el mayor tiempo posible. Los hombres y las mujeres usaban la respiración yoga, la meditación y el control neuromuscular para "lograr orgasmos sin fin" sin eyaculación o la liberación de otras sustancias que provocan "agotamiento".
Los textos sagrados describen esta práctica del sexo asistida por cannabis y afirman que podían durar siete u ocho horas hasta que, finalmente, un resplandor de fuego envolvía a los amantes en un orgasmo en el que participaba todo el cuerpo, lo que se traducía en la supresión de "ideación mental" y el ego.
La marihuana y su uso como afrodisíaco en otras culturas
Los usos tántricos del cannabis están probablemente entre las más bellas y conmovedoras interacciones de sexualidad y cannabis, pero también existen otras culturas con tradición que lo contemplan.
Un medicamento popular de la Serbia del siglo XIX, llamado Nasha que se basaba en el cannabis Nasha. A las mujeres vírgenes se les daba esta mezcla de grasa de cordero y cannabis en su noche de bodas, para disminuir el dolor de su primera relación sexual. Esta práctica también se da en la moderna India, donde los recién casados beben infusiones y comen dulces de bhang. También se sabe que las prostitutas indias ingieren dosis de sorbete de bhang para sentirse sexualmente excitadas, incluso cuando el cliente sea gordo, feo y estúpido.
Las mujeres serbias mezclaban cannabis con clara de huevo, azafrán y azúcar para hacer "guc-kand", un tónico que incita a un estado de ánimo erótico y que (irónicamente) era dada a los jóvenes para aliviar el dolor de la circuncisión. También se les daba tónicos de cannabis a los niños llorones para calmar los llantos. Las informaciones indican que este remedio los devolvía derechito al mundo de las sonrisas.
Los hombres serbios usaban para infundirse valor una potente mezcla de hachís, mantequilla de almendra, pétalos de rosa secos, pétalos de clavel, azafrán, nuez moscada, cardamomo, miel, azúcar y raíz de Anacylius pyrethrum (pelitre). A juicio de ellos, este "caldo feliz" era un superafrodisíaco.
En Marruecos, Egipto, Líbano y otros puntos del Medio Oriente y el África del Norte, el cannabis se usaba con fines sexuales incluso hasta inicios del siglo XX. Allí, la hierba generalmente se encontraba en una forma particularmente potente llamada "kifâ". Las esposas y concubinas se abastecían de "kifâ" y lo utilizaban cuando los hombres no estaban cerca en sus frecuentes fantasías eróticas y juegos. La marihuana tenía la reputación de permitir a las mujeres volverse sexualmente desinhibidas, una ventaja especialmente importante en culturas donde fueron oprimidas de forma sistemática.
Uso contemporáneo de la marihuana en la sexualidad
En países como Canadá y Estados Unidos, las interacciones entre el cannabis y la sexualidad se ve complicada por la política de género, el puritanismo, las leyes y las tensiones de la vida industrial.
Algunos artículos de investigación y libros proporcionan información útil sobre el cannabis y el sexo. Sus autores concluyen que las personas que disfrutan de la marihuana tienden a disfrutar del sexo, y (¡sorpresa!), que el sexo y la marihuana puede ser una combinación poderosa.
La mayoría de los que usaron maría para estos fines informaron que se excitaron bajo los efectos del cannabis, pero explicaron que, el aumento de la lujuria se producía en situaciones en las que, normalmente, una persona ya se hubiera sentido excitada. Los usuarios dijeron que no sólo aumentaba el deseo, también su capacidad para apreciar el placer sexual era mayor cuando fumaban.
Efectos del cannabis en la práctica del sexo. Menos es más
Los efectos de la marihuana sobre la vida sexual dependen del nivel de intoxicación. Estudios recientes demuestran que con niveles de consumo entre bajos a moderados y dosis adecuadas la mayor parte de las personas experimentan una mayor capacidad de comunicación con las respectivas parejas y un aumento de la conciencia corporal.
Por su lado, los hombres manifiestan sentir:
- Mayor resistencia
- Mayor sensibilidad al tacto
- Orgasmos más largos y fuertes
- Más disposición a los juegos previos
Mientras que las mujeres manifiestan tener:
- Mayor humedad vaginal
- Mayor capacidad de control de los músculos vaginales
- Mayor capacidad de excitación
El tantra y el cannabis
En dosis mayores los efectos son dispares y dependen de las personas pero, en términos generales, la experiencia suele ser negativa: los fumadores estudiados afirmaron que tienden a ser más introspectivo y retraído y, con altas dosis de marihuana, se sienten abrumados quedando la actividad sexual desplazada: pierden el control sobre sus cuerpos y no se es capaz de funcionar sexualmente.
Algunas mujeres sexualmente bloqueadas afirmaban que bajo los efectos de la maría se excitaban fácilmente. Otras informaron que solamente cuando habían fumado eran capaces de alcanzar el orgasmo, otras que bajo los efectos del cannabis alcanzaron orgasmos múltiples. Para ambos sexos, se es más propenso a sentir los orgasmos en todo el cuerpo en lugar de limitarse a la zona genital.
Algunos usuarios de marihuana sativa/índica preguntados afirman sentir efectos espirituales, emocionales y psicológicos similares al efectos tántrico: la relación sexual para ellos es un intercambio de energías en el momento en que unieron sus cuerpos en un circuito cósmico. A su juicio, este intercambio repone y equilibra las energía, siendo el orgasmo el clímax.
Algunos encuestados dijeron que el sexo hacía olvidar su propio ego y pasaban a reinos espirituales, donde el acto sexual en sí tiene una importancia simbólica y universal. Otros también afirmaron que la marihuana hacía que sintieran más amor hacia sus parejas y un mayor reconocimiento de la sexualidad como un medio de comunicación que podía llegar a ser "mucho más poderoso que las palabras o muchas acciones." Los consumidores de marihuana con experiencia en el yoga y la meditación sentían que la marihuana aumentaba la conciencia de sus órganos viscerales y de sutiles procesos internos.
La marihuana en el amor actúa como estimulante sensorial y desinhibidor emocional: por lo general aumenta la percepción de la temperatura, el gusto, el tacto, la percepción visual, el conocimiento del cuerpo, el disfrute musical y auditivo y la creación de fantasías y el humor. Otros efectos comunes incluyen cambios en la percepción del tiempo: a menudo se tiene la sensación de que el tiempo se ralentiza. Probablemente gran parte de las personas que consumen maría durante las relaciones sexuales lo hacen buscando estos efectos.
Paradójicamente esos mismos efectos son citados por los detractores del uso de la marihuana en el sexo. Creen que el consumo de marihuana interfiere en su capacidad de sentir placer. Incluso se usa como reducir el deseo sexual por parte de monjes y ascetas.
Marihuana, homosexualidad y masturbación
Hasta ahora, sólo hemos hablado de estudios sobre la marihuana y el sexo entre heterosexuales. Desgraciadamente, investigaciones específicas sobre el cannabis y la homosexualidad son prácticamente inexistentes. Y, por otro lado, los pocos estudios al respeto del cannabis y la masturbación simplemente indican que aumenta el placer sexual porque, básicamente, aumenta la capacidad de creación de fantasías sexuales.
Algunos estudios revelan que se mantenían las diferencias estereotipadas entre los sexos: las mujeres se muestran más conservadoras que los hombres a la hora de consumir cannabis, renunciar al control y disfrutar de un estado de mayor excitación inducido por drogas. Una mujer se quejó a los investigadores que, tras consumir cannabis, había "tenido relaciones sexuales con un hombre que no amaba." Otra persona dijo que temía utilizarlo, ya que "tuvo relaciones sexuales por el sólo hecho de sentir placer en lugar de establecer una verdadera relación con su compañera".
La "típica" actitud de muchos hombres hacia el sexo puede observarse en las declaraciones de un hombre que manifestó que "hay algo cómico acerca de que las mujeres necesitan una
razón para tener sexo, pero los hombres sólo necesitan una oportunidad. Tengo relaciones sexuales porque me encanta la sensación, me encanta el cuerpo de la mujer, me encanta verlas llegar a su orgasmo.
¿No es la misma razón por la que me drogo? Soy un hedonista. Pero creo que las mujeres tienen un montón de otras razones para mantener relaciones sexuales. Es muy difícil para ellas tener sexo sólo por sentirse bien, y creo que les molesta estar bajo los efectos de la droga por sentirse más débiles de lo que quisieran ser. Se dan cuenta de que un amante experto, incluso alguien que acaba de conocer, las rechace sólo por el hecho de mostrarse abiertas a el. Se les ha dicho que, para que el sexo sea honorable, el amor ha de ser una relación de compromiso pero el cannabis hace que sea todo lo contrario, sólo hay que estar abierto a los buenos sentimientos."
Contrariamente al mito de la locura en la que la marihuana provoca de forma automática un deseo sexual incontrolable, vemos que, aunque el cannabis y la sexualidad están estrechamente relacionados desde hace miles de años, cada uno de nosotros tiene un grupo único de parámetros que determinan nuestra psico-sexualidad y hace aumentar o disminuir el deseo y el disfrute sexual bajo los efectos de la marihuana.
Lo que se entiende al fumar cannabis
Estudios de antropología señalan que las religiones cannábicas reconocen el potencial metafísico de la planta femenina de cannabis.
"Las culturas de cannabis sagrado tienden a reconocer la« diosa », entendiendo como tal a la madre tierra, el yin o la belleza femenina y las virtudes. Puede decirse que aquellas personas que se encuentran bajo los efectos de la marihuana mantienen un tipo de unión sexual con la planta: establecen una relación sexual con una molécula de THC que se implanta en su cerebro.
"Desde que el cannabis se asocia con las deidades femeninas, como Kali, puede decirse que cuando se utiliza la marihuana con fines sexuales, se está invitando a una mujer muy especial en nuestra cama. Asegúrese de que está listo para mantener esta relación."
Fuente: Terry Necco, traducido libremente de Cannabis Culture Magazine.