
Es oficial: los jardines de exterior están en pleno subidón. Esas plantas que hace apenas unas semanas se estiraban con timidez al sol, ahora están por fin en plena floración, desplegando cogollos y tricomas como si no hubiera un mañana. En este punto —y tú ya lo sabes— el abono base se queda corto. Las plantas piden más. Más fósforo, más potasio, más energía para engordar esas flores, endurecer cogollos y brillar con tricomas como diamantes.
Y es ahí donde entran en escena los complementos PK, esos aditivos que permiten a tus plantas mostrar todo su potencial en esta importante etapa y convertirse en las reinas del jardín. Si cultivas en exterior, el momento es ahora. Si lo haces en interior, pronto los necesitarás: esta es la herramienta que marca la diferencia entre una buena cosecha… y una para enseñar con orgullo.