Un hongo oculto en las semillas de Campanilla y su conexión con el LSD
Lista de contenidos
- Un hallazgo fortuito con raíces profundas
- La conexión con Albert Hofmann y el LSD
- Un viaje etnobotánico al pasado
- ¿Qué son los alcaloides de cornezuelo y por qué son importantes?
- Microdosing y las semillas de campanilla
- El misterio de un endofito: La vida secreta de Periglandula clandestina
- Un descubrimiento que abre la puerta a futuras investigaciones
En un laboratorio de la Universidad de Virginia Occidental (WVU), Corinne Hazel, una estudiante de microbiología ambiental, hizo un descubrimiento que ha captado la atención del mundo científico: un hongo esquivo, bautizado como Periglandula clandestina, que vive en simbiosis con las semillas de la campanilla (Ipomoea tricolor), también conocida como gloria de la mañana. Este hallazgo no solo resuelve un misterio que lleva casi un siglo intrigando a los científicos, sino que también conecta con la fascinante historia del químico suizo Albert Hofmann, el creador del LSD, y con el uso ancestral de estas semillas en prácticas etnobotánicas. En este artículo, exploraremos este descubrimiento, su relación con el LSD, el papel de estas flores en la historia y las posibles implicaciones para la ciencia moderna, incluyendo el creciente interés en el microdosing.
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Un hallazgo fortuito con raíces profundas
Imagina un laboratorio lleno de plantas de campanilla, con sus vibrantes flores azules y sus pequeñas semillas. Corinne Hazel estaba estudiando cómo estas plantas dispersan compuestos químicos protectores llamados alcaloides de cornezuelo (ergot alkaloids) a través de sus raíces. Mientras examinaba las semillas, notó algo curioso: un poco de "pelusa" en la cubierta de las semillas. "Teníamos un montón de plantas por ahí y estas pequeñas cubiertas de semillas", dijo Hazel. "Notamos un poco de fuzz en la cubierta. ¡Ese era nuestro hongo!".
Ese "fuzz" resultó ser Periglandula clandestina, un hongo endofítico que vive dentro de las semillas de la campanilla en una relación simbiótica. Hazel, trabajando junto al profesor Daniel Panaccione, extrajo una muestra de ADN del hongo y la envió para secuenciación genómica. Los resultados confirmaron que se trataba de una nueva especie, y la secuencia genética ahora lleva el nombre de Hazel en un banco de genes. "Secuenciar un genoma es algo significativo", dijo Panaccione. "Es increíble para una estudiante."
Este hongo no es un descubrimiento cualquiera. Durante décadas, los científicos sospechaban que un organismo fúngico era responsable de los compuestos psicodélicos presentes en las semillas de campanilla, pero nadie había logrado identificarlo. Hazel y Panaccione finalmente resolvieron este enigma, publicando sus hallazgos en la revista Mycologia (DOI: 10.1080/00275514.2025.2483634).

La conexión con Albert Hofmann y el LSD
La historia de Periglandula clandestina se entrelaza con la del químico suizo Albert Hofmann, quien en la década de 1930 sintetizó el LSD (del alemán “Lysergsäurediethylamid” - dietilamida de ácido lisérgico) a partir de alcaloides de cornezuelo producidos por el hongo Claviceps purpurea, que crece en granos como el centeno. Hofmann notó que las semillas de campanilla, particularmente de la especie Ipomoea tricolor, contenían compuestos similares a los que él había modificado para crear el LSD, como el ergine (Lysergsäureamid amide o LSA). Intrigado por el uso tradicional de estas semillas en ceremonias mesoamericanas, Hofmann planteó la hipótesis de que un hongo simbiótico dentro de las campanas podría estar produciendo estos compuestos psicodélicos. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, nunca encontró el hongo en cuestión.
Hofmann no estaba equivocado. Las semillas de campanilla contienen derivados del ácido lisérgico, lo que les confiere sus propiedades psicodélicas. "Esto inspiró a Hofmann y a otros a investigar las campanas en busca de un hongo oculto relacionado con el hongo del cornezuelo que podría ser la fuente de estos químicos", explicó Panaccione. "Encontraron químicos muy similares, pero nunca pudieron encontrar el hongo en sí". La identificación de Periglandula clandestina por parte de Hazel confirma la teoría de Hofmann, demostrando que este hongo es, de hecho, el responsable de producir los alcaloides de cornezuelo en las semillas de campanilla.
Cornezuelo del centeno y ácido lisérgico (LSD)
El LSD o dietilamida de ácido lisérgico es, sin lugar a dudas, una de las sustancias alucinógenas más conocidas en el mundo entero. Pero, ¿sabías que el LSD proviene de un hongo que afecta a los cultivos de cereales? Bien, pues hoy te contamos todo sobre el cornezuelo del centeno o ergot, cómo se convierte en LSD y cuáles son sus principales efectos sobre el organismo.
Un viaje etnobotánico al pasado
Las campanas no son solo plantas decorativas; tienen una rica historia etnobotánica que se remonta a siglos atrás. Los pueblos mesoamericanos, como los aztecas, conocían las propiedades psicodélicas de las semillas de Ipomoea tricolor, a las que llamaban tlitliltzin u ololiuhqui. De forma parecida a lo que sucede con las setas mágicas, estas semillas eran utilizadas en rituales espirituales y medicinales, consideradas sagradas por su capacidad para inducir visiones y estados alterados de conciencia. Los chamanes las empleaban para comunicarse con lo divino, sanar enfermedades o explorar el mundo espiritual.
El conocimiento de estas propiedades no pasó desapercibido para Hofmann, quien estudió los usos tradicionales de las campanas para entender mejor los compuestos químicos que contenían. La conexión entre el uso ancestral y la ciencia moderna es fascinante: lo que los pueblos indígenas sabían intuitivamente, la ciencia ahora lo confirma con el descubrimiento de Periglandula clandestina. Este hongo, escondido en las semillas, es el motor detrás de los efectos psicodélicos que han intrigado a culturas antiguas y modernas por igual.
¿Qué son los alcaloides de cornezuelo y por qué son importantes?
Los alcaloides de cornezuelo son compuestos químicos producidos exclusivamente por hongos, como Periglandula clandestina y Claviceps purpurea. Estos compuestos tienen una doble cara: en dosis altas, pueden ser tóxicos para humanos y animales, causando una condición conocida como ergotismo, que históricamente provocó síntomas graves como convulsiones, alucinaciones e incluso gangrena. Sin embargo, en dosis controladas o con sus estructuras moleculares modificadas (derivados), los alcaloides de cornezuelo tienen aplicaciones terapéuticas. Actualmente, se utilizan en medicamentos para tratar migrañas, hemorragias uterinas, demencia y la enfermedad de Parkinson.
Microdosing y las semillas de campanilla
En los últimos años, el microdosing, la microdosificación — el consumo de dosis muy pequeñas de sustancias psicodélicas para mejorar la creatividad, el enfoque o el bienestar sin inducir alucinaciones— ha ganado popularidad. Aunque el microdosing con LSD o psilocibina (de hongos psicodélicos) es más común, las semillas de campanilla, ricas en LSA, también han sido utilizadas por algunos entusiastas. El LSA tiene efectos más suaves que el LSD, pero puede inducir estados de relajación y introspección en dosis bajas.
Sin embargo, el uso de semillas de campanilla para microdosing no está exento de riesgos: los alcaloides de cornezuelo pueden causar efectos secundarios como náuseas, vasoconstricción o mareos si no se dosifican correctamente. Además, la preparación de las semillas requiere cuidado, ya que algunas variedades comerciales están tratadas con químicos tóxicos.
El misterio de un endofito: La vida secreta de Periglandula clandestina

Lo que hace que Periglandula clandestina sea tan fascinante es su naturaleza como endófito, un organismo que vive dentro de otro sin causar daño, en una relación simbiótica. En este caso, el hongo reside en las semillas de la campanilla, produciendo alcaloides que protegen a la planta contra herbívoros y enfermedades. A cambio, la planta proporciona un hogar seguro para el hongo. Esta relación es un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza crea alianzas complejas para la supervivencia.
El nombre clandestina no podría ser más apropiado. Este hongo logró evadir a los científicos durante décadas, escondido en las diminutas cubiertas de las semillas. Hazel está ahora trabajando en cultivar este hongo de crecimiento lento en el laboratorio, un paso crucial para estudiar sus propiedades y potenciales aplicaciones.
Un descubrimiento que abre la puerta a futuras investigaciones
La historia de Periglandula clandestina es más que un descubrimiento científico; es un puente entre el pasado y el futuro. Conecta el conocimiento ancestral de los pueblos mesoamericanos con la curiosidad de Albert Hofmann y la perseverancia de una estudiante como Corinne Hazel. El descubrimiento de Periglandula clandestina abre la puerta a explorar otras especies de campanilla, que podrían albergar otros hongos simbióticos con compuestos únicos aún por descubrir.
En un mundo donde la investigación sobre psicodélicos está resurgiendo, este hallazgo es un recordatorio de que las respuestas a grandes preguntas científicas a menudo se esconden en los lugares más inesperados. Desde las ceremonias mesoamericanas hasta los laboratorios modernos, las semillas de campanilla y su hongo oculto nos invitan a seguir explorando la intersección entre la naturaleza, la ciencia y la salud mental.
Referencias:
- Hazel, C. and Panaccione, D. (2023) A New Species of Fungus Symbiotic with the Morning Glory Ipomoea tricolor, Symposium by ForagerOne.
- Hazel, C.M. and Panaccione, D.G. (2025) ‘A new species of Periglandula symbiotic with the morning glory Ipomoea tricolor’, Mycologia, 117(4), pp. 602–614. doi:10.1080/00275514.2025.2483634.
- Long-awaited mystery fungus sought by LSD’s inventor found after 80-year search (no date) SciTechDaily.
- WVU Today: WVU Student discovers long-awaited mystery fungus sought by LSD’s inventor, WVU Today | West Virginia University.