Prints y jeringuillas de esporas de setas alucinógenas
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Cultivar tus propios hongos en casa es sencillo, divertido y francamente interesante, pues se trata de un proceso más rápido del que nos tiene acostumbrados el cannabis y donde vemos unos cambios realmente espectaculares en unas pocas semanas, horas en ocasiones. Si ya te has interesado antes por este apasionante mundillo, seguro que sabrás las distintas opciones que tienes, desde comprar un pan de setas ya inoculado, con el que solo tendrás que mantener ciertas condiciones de temperatura y humedad, hasta adquirir esporas y realizar todo el proceso tu mismo, algo que te aseguramos resulta muy gratificante y, por qué no decirlo, más barato.
Hoy vamos a explicarte cómo preparar una jeringuilla a partir de un print de esporas, así como las varias opciones que tienes una vez quieras empezar a reproducirlas. ¿Prefieres inocular tus esporas en grano y reproducir micelio sólido en él? ¿O quizá te parece menos engorroso reproducirlo en un vial o tarro y conseguir micelio líquido, o incluso inocular directamente un sustrato ya preparado? La clave de todo, ya te lo adelantamos, son tres factores básicos: higiene, higiene e higiene.
Cultivo de hongos a partir de prints de esporas
Bien, tienes tu pequeño trozo de papel de aluminio con una espectacular huella de esporas - probablemente de color negro o púrpura muy oscuro - listo para empezar tu cultivo. ¿Cuáles son tus opciones ahora? Después hablaremos de ellas, pero lo que es seguro es que escojas la que escojas, lo primero será preparar las esporas para su inoculación, un proceso que básicamente consta de dos fases: recolección y germinación. En la primera utilizarás una pequeña parte del print de esporas para diluirlas en agua y absorberlas con una jeringuilla estéril. A continuación, sólo tendrás que guardar la jeringuilla cargada de esporas un par de días para que éstas germinen, se "activen", y estén listas para ser inoculadas sobre un medio. Podríamos también empezar directamente un cultivo en agar, aunque este método es algo más complicado y preferimos contartelo más adelante, cuando ya tengas más experiencia trabajando con esporas y material estéril.
Cómo preparar una jeringuilla de esporas
Como verás, cargar una jeringuilla con esporas es bastante más fácil de lo que parece, aunque como ya te hemos avisado, la higiene es fundamental al cultivar hongos, hablemos de la fase que hablemos. Lo ideal sería trabajar frente a una cabina o campana de flujo laminar, de manera que nos aseguramos que todo el aire en contacto con nuestro instrumental está filtrado y purificado, obteniendo así un ambiente de trabajo estéril. Si no dispones de uno de estos aparatos, o no te lo puedes permitir, siempre puedes optar por una caja o recipiente SAB (Still Air Box) donde trabajar. Básicamente, se trata de un contenedor de plástico con unos agujeros donde se acoplan unos guantes de manera que puedas trabajar dentro de la caja sin abrirla, por supuesto habiéndola desinfectado antes con alcohol o una mezcla de agua y lejía al 10%.
En caso de no disponer de ninguna de las dos opciones, puede hacerlo "al aire", sin ningún tipo de protección, aunque las posibilidades de contaminación serán bastante mas altas. Si este es el caso, cierra ventanas y puertas de la casa para evitar corrientes de aire. Espera unos 10 minutos a que el aire se asiente y las partículas que pueda haber en suspensión caigan. Deja todo el material en la misma habitación y desinféctalo todo con alcohol isopropílico al 70% (si lo tienes puro puedes mezclarlo con agua destilada para conseguir la proporción correcta), también la superficie donde vas a trabajar. Veamos qué deberías tener a mano:
Materiales necesarios:
- Jeringuilla estéril de 10ml
- Vaso de vidrio
- Agua destilada
- Print de esporas
- Escalpelo
- Alcohol isopropílico al 70%
Ya tienes tu mesa de trabajo bien desinfectada con alcohol y todos los elementos necesarios también debidamente desinfectados y preparados. Antes de empezar, y como ya te hemos comentado, lo ideal sería realizar toda la operación en un ambiente lo más estéril posible, así como usar material también esterilizado. Para esterilizar el vaso con agua y el escalpelo debes usar un autoclave o una olla a presión hasta alcanzar los 15 PSI durante una hora aproximadamente, algo menos en el caso de los autoclaves. Si decides no esterilizar el material, desinféctalo con alcohol como si la vida te fuera en ello, siempre con guantes de látex o similares también desinfectados con alcohol.
Para esterilizar el material necesitas un autoclave o una olla a presión. Utiliza algún tipo de rejilla de acero inoxidable en la base de la olla para que los instrumentos a esterilizar no toquen la base. Pon el vaso con agua tapado con un trozo de papel de aluminio sobre la rejilla y llena la olla a presión con agua hasta la mitad del vaso. Puedes poner el escalpelo (o sólo la cuchilla, si el mango tiene partes de plástico) sobre éste. Cierra la olla, enciende el fuego y mantén la máxima presión (15PSI) durante 60 minutos. Una vez pasado este tiempo, deja enfriar dentro de la olla antes de proceder. ¡Sigue a rajatabla las instrucciones del fabricante de la olla o autoclave!
Una vez tengas el vaso con 10ml de agua destilada preparado, abre la bolsa donde tienes el print de esporas y, con cuidado de no tocarlas, procura rascar con el escalpelo una pequeña parte de la huella (con un 20% irás sobrado) de manera que las esporas caigan en el agua. Vuelve a cerrar la bolsa con las esporas, abre la bolsita donde tienes la jeringuilla (lo ideal es comprarla ya esterilizada) y, sin tocar la punta de la aguja de la jeringuilla en ningún momento, introduce ésta en el vaso y absorbe toda la mezcla de agua y esporas. Tapa la aguja con el capuchón correspondiente, agita bien y envuelve la jeringuilla en papel de aluminio. ¡En unos dos días estarán listas para su inoculación! El mejor sitio donde guardar tus jeringuillas es en la nevera, donde pueden durar varios meses (un par de años si se almacenan en viales de vidrio).
Reproducción del micelio a partir de esporas
Si has visitado nuestra tienda online, habrás visto que disponemos de esporas en varios formatos: desde los clásicos prints en papel de aluminio hasta viales de esporas ya mezcladas y listas para ser absorbidas con una jeringuilla, pasando por supuesto por las jeringuillas de esporas ya cargadas y listas para inocular un medio. Sea el método que elijas el que sea, al final acabas teniendo una jeringuilla cargada de esporas con la que inocular un medio de cultivo, que puede ser un grano (que una vez colonizado por el micelio mezclarás con un sustrato), una solución líquida para cultivar micelio (con la que después inocularás o bien grano o bien sustrato) o, directamente, un sustrato. Cada método tiene ventajas e inconvenientes, desde mayor o menor posibilidad de contaminación hasta una mayor o menor rapidez en el proceso (iremos viendo cada uno de estos métodos en este Blog).
Lo más sencillo si estás empezando, y donde nos quedaremos en el post de hoy, es adquirir un sustrato para setas ya preparado, con lo que te aseguras una correcta higiene y el riesgo que corres es mínimo, pues sólo deberás inocular el contenido de tu jeringuilla en el sustrato, sin otros pasos intermedios que requerirían esterilización y pasteurización de los elementos que utilices. Por supuesto, y esa es la gracia de los prints de esporas, preparar tus propias jeringuillas abarata considerablemente el proceso, pues con un solo print puedes preparar varias jeringuillas e inocular un buen número de panes o, dicho de otro modo, varios litros de sustrato.
Una vez hayas inoculado el sustrato, déjalo a oscuras a unos 25ºC hasta que veas que esté totalmente colonizado, cubierto por micelio. Esto puede llevar de 2 a 4 semanas, paciencia. En cuanto esté listo, ya puedes quitar la tapa del contenedor y meterlo en la bolsa de cultivo, procurando rociar las paredes de ésta con agua una vez al día, mientras aprovechas para airear el interior durante unos minutos. Puedes dejar la bolsa de cultivo en cualquier lugar con luz residual y a unos 22-23ºC. En pocos días podrás ver asomar los primeros primordios...
¡Feliz cosecha!
