
Probablemente, a estas alturas conoces a alguien que utiliza o te han hablado de una u otra forma de las terapias que se llevan a cabo con setas mágicas, por ejemplo las microdosis de psilocibina, que en los últimos años han incrementado exponencialmente su popularidad. Así, recientemente el cultivo de setas mágicas en el hogar ha experimentado un notable crecimiento, motivado por la búsqueda de prácticas sostenibles, el interés por el autocultivo y la investigación sobre los efectos terapéuticos de la psilocibina.
Esta tendencia permite a los entusiastas no solo disfrutar de los beneficios de sus propias cosechas, sino también experimentar un fascinante proceso que suele dejar maravillado a todo aquél que lo presencia...¡es realmente especial ver aparecer los primeros primordios y ser testigo de su espectacular crecimiento durante los siguientes días! Sin embargo, el éxito en el cultivo doméstico de setas mágicas depende de una comprensión profunda de sus necesidades específicas, incluidas las condiciones ambientales como temperatura, humedad, higiene o ventilación, y por supuesto la que hoy nos ocupa, la luz.