
La elaboración de mantequilla de marihuana es una de las mejores formas de administración de cannabis para los usuarios de marihuana medicinal que no quieran entrar en contacto con el humo y todas sus consecuencias negativas. Aunque también es una alternativa válida para los usuarios lúdicos que quieran ir más allá en sus viajes psiconáuticos.
De entrada hay que decir que la marihuana consumida de esta forma tiene un poder psicoactivo bastante mayor que al consumirla fumada o vaporizada, por dos razones:
- Al fumarla aprovechamos sólo un 40 % de la materia verde, ya que el resto se convierte en humo y se volatiliza. Si nos la comemos aprovechamos el 100% de la marihuana.
- Porque el THC a su paso por los riñones sufre una transformación que incrementa fuertemente su potencial psicodélico. Es por ello que tenemos que tener mucho cuidado con las dosis.
Debido a este incremento de la potencia elaboraremos la mantequilla con los restos más rancios de la cosecha de marihuana así como pequeñas hojas resinosas e incluso hojas grandes (menos recomendables).
La otra gran ventaja que ofrece este tipo de consumición del cannabis es su estabilidad, ya que de esta forma los usuarios una vez conocen su dosis ideal no tienen más que administrarse cada dia su dosis, hasta que hagan más mantequilla, mientras que al fumarla o vaporizarla es más difícil conseguir esa estabilidad.